?A los barracones!
800 alumnos de ciencias de la Aut¨®noma reciben clases en aulas prefabricadas
Este curso no se sentar¨¢n en las aulas de la Facultad de Ciencias de la Aut¨®noma. Desde octubre, unos 800 alumnos de las carreras de f¨ªsica y de qu¨ªmica dan clases en unos barracones, situados al final del campus de Cantoblanco.El traslado de los estudiantes se debe, principalmente, a la falta de espacio dentro de la facultad -en ciencias hay matriculados unos 8.000 estudiantes- y a un problema de pizarras. Lo explica el decano. Santiago Carrillo: "El problema es la masificaci¨®n, donde antes ten¨ªamos 40 alumnos ahora hay 120. Y las aulas de la facultad nos vienen peque?as, por eso hemos aprovechado el espacio de los barracones".
Sobre el asunto de los encerados de las clases, Carrillo asegura: "Hay aulas dentro de la facultad que tienen los techos muy bajos y no pod¨ªamos instalar pizarras altas. En cambio, en los barracones los techos son m¨¢s altos y los alumnos pueden ver bien todo lo que se escribe.
La calidad es bastante buena, est¨¢n bien acondicionadas de pupitres y megafon¨ªa". Estas casetas fueron montadas hace dos a?os para acoger a los alumnos de la Escuela de Profesorado Santa Mar¨ªa, una vez desalojado el centro que ocupaban en la Ronda de Toledo y mientras se mudaban a la antigua Facultad de Derecho. Entonces se instal¨® una chiringuito de bebidas y donuts, que ya no existe. El curso pasado, los barracones se coinvirtieron en aularios de ex¨¢menes.
Ahora es el cobijo de los alumnos de tercer curso de qu¨ªmica y de f¨ªsica. Algunos hablan de marginaci¨®n. "Cada vez que tenemos que tomar un caf¨¦ o consultar un libro en la biblioteca tenemos que trasladarnos a la facultad. Aqu¨ª no tenemos nada, s¨®lo las clases y los cuartos de ba?o", aseguraba un chaval de f¨ªsica, que prefiere mantenerse en el anonimato.
La antojana de los barracones se convierte los d¨ªas de lluvia en un barrizal. Un alumno se?ala el barro en la suela de sus zapatos. "As¨ª todos los d¨ªas que llueve. Es muy, inc¨®modo, adem¨¢s todos pagamos lo mismo y no estamos, en las mismas condiciones", dice.
Otro alumno, que tampoco dice su nombre "por si acaso", mira de reojo la facultad y dice: "Esto es el submundo y aquello es el mundo". Una chica, tambi¨¦n de f¨ªsica, tercia en la discusi¨®n: "Esto no es una ratonera, pero s¨ª es cierto que nos han expulsado de la facultad".
Los barracones tampoco est¨¢n dotados de laboratorios. Cada vez que los alumnos tienen clases pr¨¢cticas, cogen Sus b¨¢rtulos y se trasladan a la facultad. Cuando terminan, otra vez a los barracones.
"Deber¨ªan haber trasladado a los de primer curso y no a nosotros, que ya est¨¢bamos acostumbrados a estar en la facultad", dice Jos¨¦, alumno de tercero de qu¨ªmica, que dice estar harto de ir "de la ceca a la meca".
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