ENTREVISTA / Rodr¨ªguez Berijo: "Hemos tenido que limitar a los jueces su poder para encarcelar"
?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo no quiere dar "ninguna idea", as¨ª lo dice, sobre el candidato a encabezar las listas electorales del PSOE. Cauto, prudente, se niega a opinar sobre los titulares de primera p¨¢gina, aunque admite que "lo que est¨¢ ocurriendo en Francia es serio y afecta a todos los pa¨ªses europeos, por lo que ser¨ªa bueno que en Espa?a se centrara el debate pol¨ªtico en esos problemas estructurales y no en otras historias...".Pregunta. En los primeros 17 a?os de Constituci¨®n, ?cu¨¢l de los tres poderes del Estado ha sido m¨¢s disciplinado con ella?
Respuesta. Yo no har¨ªa diferencias entre ellos. Si nos atenemos a las estad¨ªsticas, la apariencia nos dice que el mayor n¨²mero de decisiones declaradas inconstitucionales son las resoluciones judiciales, lo cual podr¨ªa conducir a la opini¨®n enga?osa de que son los jueces los que m¨¢s violan la Constituci¨®n. Y eso no es as¨ª. En general, los tres poderes del Estado ejercen su responsabilidad conforme a la Constituci¨®n, y corresponde a este tribunal marcar los l¨ªmites.
P. Pero a los magistrados del Supremo no les gusta que se anulen sus sentencias.
R. Ese es un problema en cierto, modo insoluble. La Constituci¨®n ha querido establecer una protecci¨®n primaria de los derechos fundamentales, a trav¨¦s de los tribunales ordinarios, y otra subsidiaria, mediante el recurso de amparo ante este tribunal. Aqu¨ª somos muy cuidadosos cuando revisamos las decisiones judiciales, sobre todo las del Tribunal Supremo. En lugar de anular una sentencia del Supremo, a veces le devolvemos el asunto para que lo resuelva teniendo en cuenta el derecho fundamental violado. Esta soluci¨®n, que no creo m¨¢s respetuosa, produce adem¨¢s un retraso en el restablecimiento al ciudadano en su derecho fundamental.
P. ?Qu¨¦ sentencia destaca de su etapa como presidente?
R. Probablemente la de mayor calado e incidencia, desde el punto de vista constitucional, ha sido la sentencia sobre la prisi¨®n provisional [que puso en libertad a Carlos Sotos, ex gerente de una cooperativa de viviendas vinculada a UGT, encarcelado por orden del juez Miguel Moreiras]. Ha tenido una enorme trascendencia y acogida en lo 3 tribunales constitucionales europeos y ha suscitado comentarios muy elogiosos de algunos colegas. En esa sentencia, hemos tenido que fijar l¨ªmites al poder omn¨ªmodo del juez para decretar la prisi¨®n. Creo que ha sido un paso muy positivo, porque el Tribunal Constitucional ha actuado conforme al coraz¨®n de su funci¨®n: la protecci¨®n de la libertad.
P. ?C¨®mo se ve, desde el Tribunal Constitucional, el terrorismo de Estado o la corrupci¨®n econ¨®mica de los pol¨ªticos?
R. No se ve de una manera particular. Son problemas preocupantes para toda la sociedad espa?ola. Pero, sobre todo, deben inspirarnos la confianza en que el Estado democr¨¢tico de derecho que la Constituci¨®n consagra cuenta con todos los mecanismos legales y jur¨ªdicos necesarios para solucionarlos, sin necesidad de que se ventilen o resuelvan al margen o fuera de los tribunales de justicia.
P. Algunos constitucionalistas creen que la devoluci¨®n de los presupuestos generales del Estado deber¨ªa haber desencadenado la disoluci¨®n de las Cortes. Usted, ?qu¨¦ opina?
R. Bueno, no necesariamente. Es cl¨¢sico y tradicional que tal votaci¨®n implica una moci¨®n de desconfianza hacia el Gobierno, que no siempre lleva consigo la disoluci¨®n de las c¨¢maras. Puede originar el cese de un ministro, el cambio de gabinete o de su pol¨ªtica, o una crisis mas general que conduzca a la disoluci¨®n.
P. Pero aqu¨ª no ha pasado nada de eso.
R. Entre otras cosas, porque el. calendario pol¨ªtico preve¨ªa ya esa disoluci¨®n.
P. ?Cree que los partidos hacen un uso constitucionalmente correcto de la moci¨®n de censura y la cuesti¨®n de confianza?
R. Tenemos poca pr¨¢ctica todav¨ªa, pero a m¨ª me parece un mecanismo muy saludable para dar protagonismo a las formaciones parlamentarias y para resolver las crisis pol¨ªticas dentro del Parlamento y no fuera de ¨¦l.
P. A la vista del uso atrabiliario que algunos personajes hacen de la acci¨®n popular, ?ser¨ªa partidario de suprimirla o de limitarla?
R. De reformarla.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Para evitar su uso abusivo.
P. Eso dar¨ªa m¨¢s protagonismo al Ministerio Fiscal. ?Cree que ejerce de forma satisfactoria su papel de promotor de la justicia?
R. Sin duda.
P. ?Qu¨¦ le parece la acumulaci¨®n de competencias en la Audiencia Nacional?
R. Naci¨® en 1977, pero ha sido respaldada por este tribunal, que declar¨® ajustada a la Constituci¨®n de 1978 la ley org¨¢nica del Poder Judicial y otras leyes que establecieron las competencias o los ¨®rganos que integran la Audiencia Nacional.
P. Suele decirse que favorece los jueces-estrella.
R. Esos son problemas que debe resolver el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
P. A su vez, el Consejo ?debe responder ante el Parlamento?
R. Esa es una respuesta delicada. La independencia del poder judicial es muy importante, casi sagrada en un Estado democr¨¢tico, de forma que esas comparecencias del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ ante el Parlamento deben hacerse con extraordinaria prudencia.
P. Y los jueces, como titulares de un poder del Estado, ?responden suficientemente del ejercicio de ese poder?
R. Los jueces son responsables, seg¨²n la ley, aunque puede tal vez retocarse para que la responsabilidad disciplinaria se exija de forma m¨¢s eficaz frente al comportamiento de alg¨²n juez.
P. ?Y ante qui¨¦n responde el Tribunal Constitucional?
R. Ante la Constituci¨®n y el pueblo espa?ol.
P. ?Qu¨¦ pasa si toma una decisi¨®n inconstitucional?
R. El tribunal est¨¢ limitado por la Constituci¨®n y su ley org¨¢nica y ser¨ªa una contradicci¨®n que actuara en contra de la Constituci¨®n. Se controla a s¨ª mismo, mediante la deliberaci¨®n de sus sentencias y los votos particulares, que son la reflexi¨®n hacia afuera de la autocr¨ªtica interna. Y externamente, a trav¨¦s de la cr¨ªtica de la comunidad de los juristas a sus resoluciones. El tribunal es muy sensible a la opini¨®n no s¨®lo de los juristas, sino de los dem¨¢s ciudadanos, porque sus resoluciones deben conectar con el sentir de la sociedad.
P. ?Ve al tribunal de Estrasburgo, que a veces corrige sus decisiones, como una amenaza o un est¨ªmulo?
R. Como una amenaza nunca; si acaso es un est¨ªmulo.
P. La doctrina de Estrasburgo sobre la defensa de la vida privada, ?ser¨¢ tenida en cuenta en la sentencia que tiene pendiente el Constitucional sobre la ley de Protecci¨®n de Datos?
R. El tribunal tiene siempre muy en cuenta esa doctrina sobre derechos humanos, porque adem¨¢s as¨ª est¨¢ previsto en nuestra Constituci¨®n. En esa sentencia tambi¨¦n lo haremos as¨ª.
P. ?Qu¨¦ puede hacerse para evitar la tragedia de las renovaciones de ¨®rganos como el CGPJ o el propio Constitucional?
R. Ser muy conscientes y muy respetuosos con los deberes constitucionales, en la forma y en el tiempo querido por la Constituci¨®n. Estos incumplimientos, aparte de los trastornos en los ¨®rganos afectados, a veces transmiten una imagen exterior de mal funcionamiento de las instituciones constitucionales. La democracia tambi¨¦n se fortalece con el cumplimiento de estos deberes.
P. ?Se sentir¨¢ usted c¨®modo con una mayor¨ªa parlamentaria conservadora?
R. Al tribunal no le va a afectar en nada.
P. El nuevo C¨®digo Penal establece hasta 14 a?os de inhabilitaci¨®n para los insumisos. ?Cree proporcionada esta pena para j¨®venes pacifistas?
R. Creo que el C¨®digo Penal, que ha tardado mucho tiempo en elaborarse, ha sido aprobado con un amplio consenso de las c¨¢maras, necesita, como la Constituci¨®n, respaldo para que se asiente en, la conciencia de los ciudadanos. M¨¢s adelante ser¨¢ tal vez necesario replantearse alg¨²n retoque parcial.
P. ?Qu¨¦ siente cu¨¢ndo un peri¨®dico pontifica sobre lo que tiene que hacer el Constitucional y usted sabe que, si no le obedece, ser¨¢ descalificado?
R. Me produce un profundo desagrado, porque es una muestra de interferencia y atentado a la independencia judicial. Y me molesta igual que el destinatario sea el Constitucional, el Supremo o cualquier otro tribunal.
P. ?C¨®mo ve la puesta en marcha del Jurado?
R. Es necesario apoyarlo, para que se consolide. Puede contribuir, con prudencia, sin prisas, a una mayor comprensi¨®n social de los problemas que tiene la justicia y a acercar ¨¦sta al ciudadano.
P. Ser jurado no entusiasma a todos los ciudadanos.R. Lo que ocurre con estos deberes -el jurado, el servicio militar, los impuestos- es que suelen considerarse bien, pero siempre que los cumplan los otros. Los ciudadanos tienen que entender que esta previsi¨®n constitucional es un deber c¨ªvico m¨¢s, aunque resulte inc¨®modo.
P. ?Qui¨¦n es el responsable de la actual crispaci¨®n pol¨ªtica?
R. La responsabilidad est¨¢ bastante repartida. El remedio es que los dirigentes pol¨ªticos y sociales sean capaces de autolimitar su libertad de expresi¨®n. Tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n social deben aplicarse esta receta. Sin merma de la libertad de cr¨ªtica, un pa¨ªs no puede dedicarse al progreso material y espiritual si sus responsables pol¨ªticos y sociales fomentan y exaltan la innecesaria crispaci¨®n.
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