"Reivindicamos una Europa de la diversidad con m¨¢s cooperacion"

Escoc¨¦s de 49 a?os, Malcolm Rifkind sucedi¨® el pasado verano a Douglas Hurd como ministro de Asuntos Exteriores brit¨¢nico. Coronaba as¨ª una carrera de abogado, dirigente de las juventudes conservadoras, secretario de Estado y ministro de Transportes y de Defensa. M¨¢s directo y menos patricio que su antecesor en el Foreign Office, Rifkind es tambi¨¦n m¨¢s euroesc¨¦ptico. En los debates de los Comunes despunta por vanagloriarse del aislacionismo brit¨¢nico, que permiti¨® a Margaret Thatcher "recuperar" su cheque o contribuci¨®n a las arcas comunitarias. El Gobierno de Londres mantiene sus tradicionales posiciones minoritarias, pero se manifiesta constructivo ante la cumbre de Madrid del viernes y s¨¢bado pr¨®ximo.Pregunta. ?Han establecido John Major y Lamberto Dini una alianza frente a Kohl y Chira para retrasar la uni¨®n monetaria?

Respuesta. No la describir¨ªa como un alianza, sino como una clara visi¨®n compartida de que el Consejo Europeo debe estudiar c¨®mo se desarrollan las relaciones entre los que queden fuera y los que queden dentro de la Uni¨®n Monetaria, si es que ¨¦sta se pone en marcha. Es evidente que la mitad de los pa¨ªses de la UE no estar¨¢ preparada para entrar el 1 de enero de 1999. Empezar con s¨®lo la mitad tendr¨ªa enormes implicaciones sobre el mercado ¨²nico. Otros pa¨ªses suscriben estas posiciones de Dini y Major.

P. Pero todos est¨¢n de acuerdo en hacer este estudio de las relaciones entre los in y los out. Otra cosa es convertirlo en un argumento para retrasar la uni¨®n monetaria. Dini sugiere que el estudio debe prolongarse durante tres a?os.

R. Nadie est¨¢ sugiriendo un retraso. No es un argumento para retrasar. De aqu¨ª a 1999 quedan tres a?os. Lo que ambos dicen es que este asunto es muy importante. Nadie est¨¢ en desacuerdo con el estudio, pero unos hacemos m¨¢s hincapi¨¦ que otros.

P. Usted defiende el mercado ¨²nico y es cauteloso con la moneda ¨²nica. Pero Edward Heath acaba de sostener en los Comunes que no hay un solo ejemplo en el mundo de un mercado ¨²nico que no disponga de una moneda com¨²n.

R. Depende de lo que califiquemos como mercado ¨²nico. Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico caminan a un mercado com¨²n y nadie propone una ¨²nica moneda, aunque hay una dominante. La moneda ¨²nica no es un requisito imprescindible. Depende de que responda al inter¨¦s nacional y que se haya alcanzado un suficiente grado de convergencia econ¨®mica. No es un asunto balad¨ª, porque la moneda ¨²nica ser¨ªa irreversible. Supondr¨ªa la p¨¦rdida de control nacional en un ¨¢rea decisiva, y transferir soberan¨ªa es algo muy serio. En democracia tienes que asegurarte que la gente que representas se va a beneficiar de ello. Si es as¨ª, adelante. Si no es as¨ª, o no se entra o se espera.

P. En Madrid se pretende decidir el nombre de la futura moneda ¨²nica. ?Cu¨¢l es su posici¨®n?

R. El nombre en s¨ª no es lo m¨¢s importante. Lo importante es que inspire confianza y dignidad.

P. Los resultados del Grupo de Reflexi¨®n para la reforma de Maastricht han sido recibidos por algunos con pesimismo: ustedes discrepan en casi todos los temas.

R. Yo estuve hace 10 a?os en un comit¨¦ similar al de Westendorp, el que prepar¨® el dise?o del mercado ¨²nico. Tambi¨¦n el Reino Unido estaba en una posici¨®n separada. Algunos dec¨ªan: "Es el fin de Europa". No fue as¨ª, al contrario.

P. La mayor¨ªa del grupo apuesta porque en la Conferencia Intergubernamental (CIG) que reformar¨¢ Maastricht se ampl¨ªe el n¨²mero de decisiones que el Consejo toma por mayor¨ªa cualificada.

R. No creemos en la mayoria cualificada. Nadie est¨¢ pensando en un Maastricht 2, ni en cambios dram¨¢ticos en el tratado. Simplemente, hay que aplicarle algunos retoques institucionales.

P. ?Seguir¨¢n bloqueando en la cumbre, como hasta ahora, la declaraci¨®n contra el racismo y la xenofobia?

R. En el ¨²ltimo Consejo de Asuntos Generales me complaci¨® mucho que mi colega franc¨¦s reconociera que el Reino Unido siempre ha sido l¨ªder europeo en la legislaci¨®n sobre este asunto, buscando el equilibrio entre la libertad de expresi¨®n y la necesidad de. prevenir el racismo. Creo que hay buenas perspectivas para que Madrid resuelva el asunto, pero nosotros debemos asegurar que no se nos obliga a introducir reformas constitucionales que estropeen ese equilibrio.

P. ?Por qu¨¦ siguen neg¨¢ndose a la libre circulaci¨®n de personas? ?Por qu¨¦ siguen al margen del Convenio de Schengen?

R. No tenemos problemas con la libertad de movimientos de los ciudadanos europeos. Pero nos preocupa que ciudadanos de terceros pa¨ªses entren en un pa¨ªs comunitario Y luego se cuelen en el Reino Unido. Entiendo a los pa¨ªses que s¨®lo tienen fronteras terrestres, pero nosotros somos una isla y debemos cuidar de que siga siendo eficaz el control sobre el tr¨¢fico de drogas, el terrorismo y la inmigraci¨®n ilegal.

P. Chirac y Kohl acaban de postular la extensi¨®n del voto mayoritario en el Consejo, con vistas a la ampliaci¨®n de la UE. Ustedes son reticentes a la limitaci¨®n del veto.

R. ?Debemos cambiar las instituciones porque entren nuevos socios?, Seamos claros. El requisito de la unanimidad no ha impedido la construcci¨®n europea, aunque quiz¨¢ la haya hecho m¨¢s lenta. No impidi¨® que se acordase ni el Acta ?nica ni el Tratado de Maastricht. La Comunidad ha pasado de seis a 15 socios, y sigue funcionando. ?Por qu¨¦ la entrada de nuevos socios deber¨ªa hacerla cambiar?

P. Se les imputa querer aprovechar la ampliaci¨®n al Este para disolver las pol¨ªticas comunes.

R. Es crucial que se reforme la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC) y los fondos estructurales y que cumplamos las obligaciones del GATT para que no se dilapide el dinero. Adem¨¢s, la ampliaci¨®n no se har¨¢ en una madrugada. Espa?a y Portugal negociaron durante seis a?os.

P. Felipe Gonz¨¢lez y otros opinan que la ampliaci¨®n costar¨¢ dinero si se quiere mantener la cohesi¨®n. ?Est¨¢n dispuestos?

R. Estamos al principio del proceso y habr¨¢ que negociar. Ahora bien, un incremento presupuestario presupone que aumentan las contribuciones nacionales.

P. Precisamente: ?reconsiderar¨ªan el cheque brit¨¢nico?

R. Ya sabe la respuesta.

P. Siguen estando orgullosos de su aislacionismo.

R. Hemos sufrido el aislacionismo durante a?os, no nos angustia continuar as¨ª, siempre que sea por razones s¨®lidas y en beneficio de nuestros ciudadanos.

P. ?Ampliar la UE sin haber profundizado antes?

R. Depende de lo quese entienda por profundizar. La ampliaci¨®n tomar¨¢ tiempo. Polonia o la Rep¨²blica Checa, si las cosas van sobre ruedas, tendr¨¢n cinco o seis a?os de negociaci¨®n y ocho o diez de periodos transitorios. Se necesitar¨¢ una generaci¨®n para implantar el mercado ¨²nico. Europa nunca ha sido uniforme. Si alg¨²n d¨ªa lo fuese ser¨ªa una tristeza. Nosotros reivindicamos una Europa de la diversidad, con mayor cooperaci¨®n.

P. Algunos dicen que la CIG s¨®lo tendr¨¢ ¨¦xito si concluye cuando haya en Londres un Gobierno laborista.

R. Los laboristas fueron mucho tiempo partidarios de abandonar la Uni¨®n. La CIG empezar¨¢ en primavera. No ser¨¢ una conferencia muy dram¨¢tica, como la de Maastricht, y por tanto no ser¨¢ muy larga. As¨ª lo espero, aunque no me preocupa.