Los 40 equipos de f¨²tbol de Getafe se quejan de la escasez de instalaciones y de su mal estado
Lo de pegar unas cuantas patadas al bal¨®n resulta en Getafe (144.000 habitantes) bastante m¨¢s complicado de lo que pudiera imaginarse. La liga municipal de f¨²tbol cuenta con unos 40 equipos inscritos, cifra que canta a las claras el notable entusiasmo balomp¨¦dico de la ciudad. Sin embargo, la relaci¨®n de campos disponibles no parece estar en concordancia con el n¨²mero de aficionados dispuestos a vestirse de corto. En los ¨²ltimos meses, el municipio se ha quedado sin dos de los escenarios otrora ¨²tiles (Juan de la Cierva y La Rabia) y, a cambio, ha abierto uno nuevo, en Las Margaritas, en el que falta alg¨²n peque?o detalle: los vestuarios, las duchas y la luz, por un poner.Las instalaciones deportivas de Juan de la Cierva constituyen uno de esos ejemplos palmarios de que las meigas tambi¨¦n pululan por la meseta. "Ese campo est¨¢ maldito", confiesan, en voz baja los propios responsables deportivos del municipio. Las pistas de atletismo se agrietan y levantan en cuanto caen cuatro gotas. En lo referente al c¨¦sped, su drenaje lo deja inutilizado, de forma matem¨¢tica, varias veces al a?o. As¨ª sucede en la actualidad.
El Ayuntamiento acab¨® las obras del Juan de la Cierva a mediados de 1992. Las lamentaciones tardaron bien poco en llegar. En noviembre de aquel mismo a?o, las pistas ya hab¨ªan dado de s¨ª y se encontraban literalmente resquebrajadas. La historia se obstina en repetirse desde entonces. "Es el peor campo de Getafe, el m¨¢s nuevo y el peor de todos", relata un centrocampista que prefiere no facilitar su nombre. "Vas corriendo por la banda, y te hundes. Tal como lo cuento. Es una calamidad".
El caso de La Rabia, en las afueras de la localidad, es distinto. Donde no hace mucho hab¨ªa un par de porter¨ªas, ahora las constructoras se encargan de levantar decenas de pisos. Cosas del crecimiento demogr¨¢fico, claro, pero el emplazamiento alternativo de las canchas queda a¨²n pendiente de resolver.
El director del Patronato de Deportes de Getafe, Jos¨¦ Manuel V¨¢zquez, es el Primero en reconocerlo: "Nuestro gran problema es la falta de campos, s¨ª, los equipos no pueden entrenar ni un par de veces a la semana".
Para paliar en parte esta situaci¨®n entr¨® en funcionamiento el pasado fin de semana el campo anexo al estadio de Las Margaritas, el mismo que el alcalde, Pedro Castro, prometi¨® tener listo para el mes de septiembre. Los deportistas no se han llevado las manos a la cabeza por los tres meses de retraso, pero ya han tenido oportunidad de padecer las precariedades del nuevo recinto. Sin duchas ni vestuarios, hay que optar entre acercarse hasta el estadio del Getafe FC para el aseo personal o volver a casa con la ropa chorreando humanidad. La segunda opci¨®n manifiesta un dudoso sentido de la higiene, aunque ambas resultan igualmente inc¨®modas.
Al no tener vestuarios, las instalaciones "no re¨²nen condiciones para el arbitraje", admite V¨¢zquez. Y su utilizaci¨®n, con el invierno a la vuelta, tiene un horario muy restringido: la iluminaci¨®n no llegar¨¢ a Las Margaritas hasta la segunda fase de las obras. Pasadas las seis de la tarde, todos los balones son pardos.
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