Cierto tono marr¨®n

Para las personas que vuelan con cierta frecuencia entre Espa?a y el resto de Europa hay dos caracter¨ªsticas clave para reconocer el suelo ib¨¦rico: primero, el color, con un tono marr¨®n muy acentuado en la Pen¨ªnsula en contraste con el verde de los Pirineos hacia arriba; segundo, que siempre veremos elevarse una columna de humo sobre el horizonte. En Espa?a siempre se est¨¢ quemando algo: en verano, los desastrosos incendios forestales; en oto?o e invierno, la perjudicial quema, de rastrojos y de hojas secas en los jardines; en primavera desciende en gran medida el n¨²mero de fuegos, pero tambi¨¦n los hay. Que en 1995 a¨²n se mantenga la pr¨¢ctica medieval de quemar los rastrojos me parece incre¨ªble, aunque es cierto. El fuego destruye y empobrece el suelo, rompiendo el ciclo por el cual la materia org¨¢nica se descompone y devuelve los nutrientes a la tierra. ?Por algo tenemos las tierras m¨¢s pobres en humus de toda Europa! Por si esto fuera poco, producen una contaminaci¨®n atmosf¨¦rica nada despreciable, innecesaria y gratuita que es un gran problema en algunos pueblos agr¨ªcolas y tur¨ªsticos, sobre todo cerca de grandes ciudades como Madrid.La soluci¨®n es sencilla: prohibici¨®n absoluta de, quema de rastrojos, que debe hacerse extensiva, y por el mismo motivo, a la quema de hojas secas y restos de poda en los jardines., Sin ninguna duda, el desierto sabr¨¢ tomar ventaja del amor hisp¨¢nico por el fuego.- Alberto S¨¢nchez Quiroga.