Samur, un respeto

El d¨ªa 8 de noviembre, los auxiliares de transporte sanitario. de Cruz Roja Madrid que estuvimos de guardia durante la noche vivimos un desagradable suceso. Acudimos a un accidente de moto en el paseo de la Castellana. Despu¨¦s de atender al conductor en el lugar procedimos a trasladarle al hospital, momento en el que lleg¨® al lugar la dotaci¨®n del Samur n¨²mero 956. La doctora que viajaba en ella evalu¨® las lesiones y tom¨® los datos al herido. Al preguntarle el nombre, ¨¦ste le respondi¨® d¨¢ndole su nombre de pila y su primer apellido (era un joven de nacionalidad brit¨¢nica). La doctora quiso conocer el segundo. El herido le respondi¨® que en su pa¨ªs se dec¨ªa ¨²nicamente el primero. En este momento la m¨¦dico dijo- "?T¨² te crees que yo soy tonta! ?Me est¨¢s tomando el pelo? ?Eres un impertinente!". Ante esta actitud, el joven qued¨® at¨®nito y respondi¨®: "Perdone, aunque he sufrido un accidente, estoy plenamente consciente y no merezco este trato". La doctora s¨®lo a?adi¨®: "Los ingleses sois unos guarros y hueles mal".?Qu¨¦ a?adir? Tan s¨®lo que el herido busc¨® refugio en nosotros. Por supuesto le dijimos que Cruz Roja era quien le iba a trasladar y que ten¨ªa todo nuestro apoyo. Pero aqu¨ª lo que da verg¨¹enza ajena es la mala educaci¨®n, falta de ¨¦tica y, por supuesto, de toda profesionalidad y deontolog¨ªa sanitaria por parte de este personal de Samur. No queremos generalizar. Este comportamiento lo ha tenido una determinada dotaci¨®n. Pero da mucho que pensar el que en el Samur existan personas de esta cala?a. Todav¨ªa no podemos creerlo, pero es la triste realidad que contrasta con el principio b¨¢sico del respeto que rige en el ideario de la Cruz Roja.- Iv¨¢n M. Ortega Deball¨®n.