Ajustar las cuentas

El paso de 13 a?os ha hecho mella en el Tribunal de Cuentas. Si por un lado el tiempo trascurrido desde su creaci¨®n ha servido para que reduzca el desfase entre la terminaci¨®n de sus informes de fiscalizaci¨®n y la fecha de las cuentas fiscalizadas, de otro lado han quedado al descubierto sus carencias: ni puede cotejar la contabilidad de los partidos pol¨ªticos con la de las empresas privadas que les prestan servicios, ni puede imponer sanciones por irregularidades comprobadas, ni est¨¢ en su mano control alguno de los fondos reservados, por ejemplo.La evoluci¨®n pol¨ªtica, con el ascenso electoral del PP y el debilitamiento del PSOE, ha dejado tambi¨¦n huella de su impacto: los seis consejeros elegidos en Parlamento a propuesta del PSOE han ido aumentando su autonom¨ªa de decisi¨®n, reflejada en el diferente sentido del voto sobre una misma cuesti¨®n y el diferente alineamiento de algunos seg¨²n el asunto tratado.

La presidenta del tribunal, Milagros Garc¨ªa Crespo, parece haber optado por una pacificaci¨®n de la convivencia con los consejeros elegidos a propuesta del PP, aunque el precio sea transigir m¨¢s con su aspiraci¨®n de tener m¨¢s dominio. El PP podr¨ªa avanzar, adem¨¢s, en esa aspiraci¨®n si consigue demorar unos meses el nombramiento del nuevo secretario general.

Los populares, en caso de ganar las pr¨®ximas elecciones tendr¨¢n en su mano la posibilidad de alzarse con la mayor¨ªa en el pleno, ya que el fiscal es designado a propuesta de la Fiscal¨ªa General del Estado. En este momento, seis de los consejeros lo son a propuesta del PSOE, cinco de la lista elaborada por el PP y otro fue elegido de forma conjunta. Si ¨¦ste sumara su voto al de los populares y el futuro fiscal fuera af¨ªn a un gobierno. del PP, este partido contar¨ªa con la mayor¨ªa aunque precaria inestable.

La actual composici¨®n del tribunal perdurar¨¢, salvo dimisiones o fallecimientos -el anterior presidente, Adolfo Carretero muri¨® hace ahora un a?o- hasta diciembre del a?o 2000. Entonces, corresponder¨¢ al Congreso seleccionar a seis consejeros y al Senado otros tantos.

Los candidatos necesitan el respaldo de los tres quintos de los votos, en cada C¨¢mara, para resultar elegidos. La actual presidencia y comisi¨®n de gobierno -formada por la presidenta, Milagros Garc¨ªa Crespo, y los responsables de las secciones de fiscalizaci¨®n, Ubaldo Nieto de Alba, y de enjuiciamiento, Miguel ?lvarez Bon¨¢ld- terminar¨¢n su mandato, de tres a?os, en 1997.

En estemomento, la fiscalizaci¨®n m¨¢s importante que est¨¢ llevando a cabo, con retraso, el Tribunal de Cuentas es la referida a la Expo 92. Otras investigaciones est¨¢n relacionadas con la p¨®liza contratada por TVE para hacer frente a posibles responsabilidades civiles de sus actuales directivos; el Instituto Nacional de Empleo y su financiaci¨®n por la tesorer¨ªa de la Seguridad Social y los gastos e ingresos de los partidos parlamentarios en 1990. En la fiscalizaci¨®n de la Cuenta del Estado, el tribunal ha ido acortando el retraso y en estos momentos est¨¢ examinando la de 1993. Seg¨²n altos expertos, el desfase m¨ªnimo que existir¨¢ en el mejor de los casos rondar¨¢ el a?o y medio.

La creaci¨®n de organismos semejantes en numerosas comunidades aut¨®nomas -Galicia, Euskadi, Navarra, Catalu?a, Comunidad Valenciana, Canarias, Andaluc¨ªa y CastillaLa Mancha- ha ido reduciendo de hecho la fiscalizaci¨®n del Tribunal de Cuentas sobre materias transferidas a esas administraciones, aunque conserve plena competencia para investigar.

Cada una de las fiscalizaciones se ajusta a un programa de trabajo, a un calendario y al equipo de expertos que determina cada consejero en los asuntos de su competencia. Todo ello es sometido a la aprobaci¨®n del pleno.

Una vez redactado el borrador del informe, es enviado a la entidad fiscalizada para que presente sus alegaciones. El consejero incorpora las que considera aceptables, y traslada el resultado al fiscal y al abogado del Estado, y despu¨¦s a los dem¨¢s consejeros. El pleno del tribunal es la instancia decisoria.