Marquesinas

Llega el invierno a Madrid, y con ¨¦l, la tan deseada y necesitada lluv¨ªa. Pero hay algo en nuestra ciudad que se ha concebido sin tener en cuenta este tipo de inclemencias. Me estoy refiriendo a las ?protectoras? marquesinas situadas en las paradas de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes.Muy modernas ellas, muy vanguardistas si se quiere, pero completamente in¨²tiles en un riguroso d¨ªa de invierno, sobre todo si ¨¦ste es lluvioso.

Cualquier usuario habitual de los autobuses puede comprobar en sus propias carnes, durante apenas un minuto, que el viento y la lluvia penetran por todos los amplios resquicios de estas prentendidas marquesinas convirti¨¦ndolas, a la postre, en una simple excusa publicitaria, a semejanza de los famosos chirimbolos.

Tal vez toda mi queja sea tan s¨®lo fruto de mi escasa habilidad a la hora de resguardarme bajo estas seudomarquesinas.

Por ello, solicitar¨ªa al se?or alcalde de Madrid que nos ilustrara al respecto, esperando, sobre todo sentado, la llegada del autob¨²s en una lluviosa ma?ana.

Finalmente, un deseo: que en el concurso que pr¨®ximamente va a convocar el Ayuntamiento de Madrid para la contrataci¨®n de nuevas marquesinas se tenga presente que en la ciudad de Madrid, aunque poco, tambi¨¦n llueve.

Las marquesinas son marquesinas, y los soportes publicitarios, otra cosa bien distinta.

(Seg¨²n el Diccionario. de la Real Academia, marquesina es la construcci¨®n protegida por los lados y cubierta destinada, en las paradas de los transportes p¨²blicos, a guardar del sol y de la lluvia a los que esperan).

De aquellas mezclas vienen estos Iodos.-