Giuliani impone la ley en Nueva York
El alcalde republicano ha logrado este a?o reducir la criminalidad en la ciudad en un 31 %
Los turistas tienen ahora una nueva e ins¨®lita raz¨®n para pasar estas navidades en Nueva York: un informe publicado esta semana por el FBI confirmaba que el ¨ªndice de criminalidad se ha reducido all¨ª en un 31% este a?o, y que la c¨¦lebre ciudad de los rasca cielos es ya la m¨¢s segura entre las grandes concentraciones urbanas de EE UU. Ello se debe en parte a un descenso de la delincuencia en todo el pa¨ªs. Pero otra parte del m¨¦rito hay que atribu¨ªrsela a su alcalde, Rudolf Giuliani, quien, con una pol¨ªtica de mano dura y atendiendo s¨®lo a su instinto y sus convicciones, se ha propuesto limpiar una ciudad que hasta hace poco parec¨ªa abandonada a su suerte.Dos a?os despu¨¦s de su elecci¨®n, Giuliani ha expulsado a la Mafia de un reducto que dominaba desde hace 70 a?os -el Fulton Fish Market-, ha elaborado un plan que desterrar¨¢ el negocio de la pornografia de las calles de Times Square y ha incrementado la presencia policial en ¨¢reas que antes le estaban vedadas.
Y no s¨®lo eso. Para delicia de los atormentados neoyorquinos, Giuliani ha exterminado a los molestos voluntarios que limpian los parabrisas en cada sem¨¢foro rojo, ha limpiado los parques y est¨¢ consiguiendo esconder a una buena parte de los homeless (mendigos sin hogar) en refugios p¨²blicos. Tambi¨¦n ha cambiado ya a las autoridades de educaci¨®n para llevar la operaci¨®n limpieza a las escuelas.
En el plano econ¨®mico, Giuliani encontr¨® una ciudad en la peor crisis de su historia, y ha sido capaz de presentar dos presupuestos consecutivos sin d¨¦ficit, al mismo tiempo que ha reducido los impuestos locales. Algunas de sus decisiones han merecido la cr¨ªtica un¨¢nime de los sectores progresistas de una ciudad tradicionalmente liberal, incluso del Gobierno de Washington. Por ejemplo, cuando decidi¨® expulsar al l¨ªder palestino, Yasir Arafat, del concierto que el Ayuntamiento ofreci¨® en octubre pasado a los dirigentes mundiales que participaron en el 50? aniversario de la ONU.
Pero Giuliani, antiguo fiscal de Nueva York, siempre ha presumido de ser un hombre firme en sus principios y de actuar de acuerdo a ellos. "La actuaci¨®n de Giuliani est¨¢ dirigida a la supresi¨®n de todo lo que considera antisocial. Es un estilo de gobierno basado en una filosof¨ªa tradicional: poder, fuerza y autoridad. E individualismo, en el sentido de que se trata de un l¨ªder pol¨ªtico con pocos lazos con su partido o con el establishment", opina David Brooks, un comentarista conservador.
Pese a sus convicciones conservadoras, Giuliani no es un soldado del ej¨¦rcito de Newt Gingrich ni pertenece al grupo de la nueva derecha que ahora domina el Partido Republicano. En 1994 sorprendi¨® al respaldar al entonces gobernador del Estado de Nueva York, el dem¨®crata Mario Cuomo, en contra del aspirante de sus propias filas republicanas, George Pataki. Pataki acab¨® ganando las elecciones, pero la autoridad de Giuliani no se resinti¨® lo m¨¢s m¨ªnimo por ello. Rudolf Giuliani, que estudi¨® en su juventud para ser sacerdote, entiende su trabajo con mesianismo y simplicidad: est¨¢ ah¨ª para poner est¨¢ ah¨ª para poner orden en el caos. Su modelo confesado es otro alcalde de Nueva York, tambi¨¦n como ¨¦l de origen italiano: Fiorello La Guardia, probablemente el dirigente m¨¢s controvertido y resolutivo que ha conocido la historia de esa ciudad. Durante su gesti¨®n en los a?os cuarenta, La Guardia se hizo acreedor a sobrenombres como Peque?o Napole¨®n.
Giuliani es consciente de que su actuaci¨®n no cuenta con el respaldo de esos sectores, pero tampoco lo pretende. "El mayor y m¨¢s poderoso grupo de presi¨®n de la ciudad es el establishment intelectual. Nueva York es un gran centro intelectual que se ha hecho incapaz de producir un pensamiento nuevo", manifest¨® el alcalde en una reciente entrevista.
Pese a esas cr¨ªticas, un medio tan intelectual e influyente como The New York Times ha tenido que reconocer que "a pesar de algunos fallos [Giuliani], ha conseguido en dos a?os m¨¢s de lo que nadie pod¨ªa pensar".
Rudolf Giuliani ha conseguido reducir dr¨¢sticamente el n¨²mero de personas que viven de la beneficencia p¨²blica (en parte porque algunas de ellas han emigrado a Estados m¨¢s generosos) y ha creado el programa de trabajos p¨²blicos m¨¢s grande del pa¨ªs. Muchas otras ciudades est¨¢n copiando el modelo de Giuliani.
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