Suicidio ritual en Francia de 16 miembros de la secta Orden del Templo Solar

, "La muerte no existe, es pura ilusi¨®n". La frase corresponde al testamento espiritual de una de las 16 personas -entre ellas, tres ni?os- cuyos cad¨¢veres fueron descubiertos ayer por la ma?ana en un bosque de los Alpes franceses, en la regi¨®n de Grenoble, cerca del pueblecito de Saint-Pierre-de-Ch¨¦rennes. Todos los indicios permiten pensar que las v¨ªctimas pertenec¨ªan a la secta conocida como la Orden del Templo Solar (OTS), que en octubre de 1994 ya propici¨® la muerte de otros 53 de sus miembros. Los 16 cuerpos fueron encontrados carbonizados y dispuestos en c¨ªrculo -en forma de estrella, con los pies en el centro y la cabeza hacia la periferia- en lo que parece haber sido un suicidio ritual.

La polic¨ªa trabajaba anoche en el lugar de los hechos con todo cuidado para evitar la destrucci¨®n involuntaria de pistas. Desde el pasado mi¨¦rcoles, las autoridades suizas estaban alarmadas por la desaparici¨®n s¨²bita de 16 personas (ocho suizos y ocho franceses).La polic¨ªa de Ginebra explic¨® que el pasado jueves, cuando lleg¨® al domicilio de Christiane B., la compa?era de Patrick Vuarnet -uno de los muertos- se encontr¨® con una mesa preparada, con la comida intacta, el televisor en marcha y las luces de la casa encendidas, pero s¨®lo el gato permanec¨ªa en el apartamento.

Vuarnet hab¨ªa actuado como cartero de los suicidas de 1994, depositando en el buz¨®n 60 cartas de despedida supuestamente escritas por quienes luego, en Suiza y en Quebec (Canad¨¢), iban a ser descubiertos carbonizados.

Los 16 cad¨¢veres encontrados ayer -el juez instructor ha hablado del probable empleo de un producto inflamable- fueron localizados desde un helic¨®ptero a las nueve de la ma?ana. Entre ellos hab¨ªa tres ni?os de dos, cuatro y seis a?os.

Un cazador, Robert Arnaud, cre¨ªa haber visto "dos ni?os entre los cuerpos carbonizados". "All¨ª hab¨ªa un olor insoportable a cabellera quemada", asegur¨®. El cazador facilit¨® a los gendarmes el acceso al lugar. Cuatro coches -tres con matr¨ªcula suiza y otro franc¨¦s- abandonados desde hac¨ªa tres d¨ªas a menos de dos kil¨®metros hab¨ªan servido de pista para que 500 gendarmes, con la ayuda de perros, se lanzasen en busca de los desaparecidos.

En 1994, muchos de los cad¨¢veres presentaban impactos de bala en la cabeza, pu?aladas y rastros de narc¨®ticos. Ahora habr¨¢ que esperar a las complicadas autopsias, mediante la comparaci¨®n de sus piezas dentales con su historial odontol¨®gico y de sus muestras de tejidos con la informaci¨®n gen¨¦tica de sus familiares, para conocer la causa de la muerte. Por el momento, s¨®lo ha trascendido que alrededor de los cuerpos se hallaron armas defuego.

Solsticio de invierno

La noche escogida, para este nuevo suicidio colectivo coincide con el solsticio de invierno, es decir, con la noche m¨¢s larga del a?o. "En el mes m¨¢s sombr¨ªo, durante la noche m¨¢s oscura, surgir¨¢ la luz", hab¨ªa dejado escrito otro de los desaparecidos. Varios miembros de la secta hab¨ªan manifestado en p¨²blico que lamentaban permanecer vivos" y que se reprochaban no haber sido "convocados" en 1994 para sumarse "al tr¨¢nsito hacia la otra vida emprendido por los miembros del c¨ªrculo dorado".

Ninguno de los cuerpos ha podido ser identificado todav¨ªa. Se cree, sin embargo, que entre ellos est¨¢n los de Patrick Vuarnet -hijo de un antiguo campe¨®n ol¨ªmpico de esqu¨ª-, su madre, su novia y un ni?o de seis a?os. Se baraja tambi¨¦n la presencia de dos polic¨ªas franceses, uno miembro de la polic¨ªa judicial y el otro perteneciente a los servicios que se ocupan de problemas de inmigraci¨®n. Uno de los agentes hab¨ªa desaparecido con su esposa y sus dos hijos. En 1994, los dos polic¨ªas fueron relacionados con la secta, pero no se pudo precisar la naturaleza del v¨ªnculo. Ahora se supone que habr¨ªan dejado su domicilio llev¨¢ndose las armas reglamentarias.

La polic¨ªa suiza, por su parte, ha reconocido que no dispone de medios suficientes para controlar a los miembros de la secta y que, adem¨¢s, en su pa¨ªs no existen los delitos religiosos o de opini¨®n que justifiquen un control estricto de quienes pertenecen a una organizaci¨®n de este tipo. "Desgraciadamente, no podemos descartar que un drama parecido se repita, reconoc¨ªa Urs Rechsteiner, jefe de la seguridad helv¨¦tica.