Sectas: imposible la tolerancia

Nos quedamos confundidos ante tanta inconsciencia por todas partes. Diecis¨¦is cuerpos calcinados dicen m¨¢s sobre el desconcierto de las sociedades contempor¨¢neas, ricas o pobres, que montones de obras, encuestas e informes que se sumergen en el universo de las sectas, limitan sus contornos y ramificaciones, sin hacer avanzar ni un mil¨ªmetro la reflexi¨®n sobre la oportunidad y la naturaleza de las medidas a tomar. ?Inmolaci¨®n colectiva o asesinato? ( ... ) Entre dos tragedias, las sectas tienen el arte de hacerse olvidar. ?Cu¨¢ntas de estas ruinas har¨¢n falta para pasar de la emoci¨®n colectiva a la respuesta organizada? La pregunta est¨¢ presente, porque el terreno est¨¢ minado por el aumento de toda una cultura irracional, pararreligiosa y esot¨¦rica, unida a las esperas milenaristas y a los miedos apocal¨ªpticos. (...) La fragmentaci¨®n del fen¨®meno sectario se ha agravado por la eclosi¨®n de grupos compuestos, como la Orden del Templo Solar, por la intersecci¨®n de movimientos esot¨¦ricos inofensivos y sectas propiamente dichas. Pero el rumbo (...) es casi siempre fatal. Reaccionar, ?pero c¨®mo? En este asunto, la polic¨ªa suiza ha podido dar prueba de una extra?a pasividad, pero la lucha contra las sectas acaba siempre sobre la cuesti¨®n de definici¨®n y de medios. En nombre de la libertad de conciencia y a falta de una definici¨®n rigurosa e incontestable de la secta, ?hay que continuar prohibi¨¦ndose legislar? (..) 26 de diciembre