Jos¨¦ Luis Sampedro atraviesa en Manhattan su '¨²ltima frontera'
El novelista reconstruye sus d¨ªas de paciente en el hospital Monte Sina¨ª
El novelista espa?ol Jos¨¦ Luis Sampedro (Barcelona, 1917) present¨® ayer ante un grupo de periodistas en Nueva York su nueva obra, Fronteras, en la que incluye el relato de su reciente estancia en un hospital de esa ciudad, una reflexi¨®n sobre el final del "und¨¦cimo septenario" de su existencia, cuya frontera estuvo a punto de no atravesar. "En el umbral de los 80 a?os, va siendo hora de empezar de nuevo". Con estas palabras finaliza Sampedro el recuerdo de sus d¨ªas en el hospital Monte Sina¨ª, donde ingres¨® la pasada primavera a causa de una infecci¨®n en la sangre.
Monte Sina¨ª es precisamente el t¨ªtulo de un diario novelado sobre los d¨ªas en que el autor de Octubre, octubre encar¨® a la muerte y trat¨® de recapitular sobre su vida. La pregunta central de su relato es: "?Por qu¨¦ sigo en pie?".A Sampedro le atrae la idea del padre Sig¨¹enza, cronista de Indias del siglo XVI, de que la vida humana se puede dividir en periodos de siete a?os. "Yo hace tiempo que me siento libre con respecto a mi carrera, no soy responsable de nadie y tengo un m¨ªnimo de salud", dijo el escritor al explicar c¨®mo su nueva etapa enlaza con la anterior.
"A mi edad he hecho casi todo lo que quer¨ªa hacer, y ahora s¨®lo aspiro a poder seguir dando algo a la gente que me rodea", dijo Sampedro, que est¨¢ pasando las navidades en la casa de su hija en Manhattan. "Acabo de volver del m¨¦dico y los resultados no son malos, pero es evidente que he bajado un escal¨®n sensible en la vida y esto no es sorprendente. Seguir¨¦ bajando los escalones lenta y c¨®modamente".
Rumbo quebrado
Jos¨¦ Luis Sampedro, que admite que su coraz¨®n ha sufrido un grave da?o durante su enfermedad, explica en el relato Monte Sina¨ª que su vida "no es una l¨ªnea con vuelo de saeta hacia una sola direcci¨®n, sino que ¨¦l la ve como un rumbo quebrado por diversos sucesos decisivos".El hecho de que el ¨²ltimo de estos quiebros haya tenido lugar en Nueva York es algo "casual" pero a lo que el escritor todav¨ªa est¨¢ intentando "encontrar un significado". El pasado mes de mayo, Jos¨¦ Luis Smpedro estaba en esa ciudad visitando a su hija Isabel, esposa del embajador espa?ol ante las Naciones Unidas, Juan Antonio Y¨¢?ez, cuando se vio forzado, sin haber previsto tal percance, a ingresar en el hospital Monte Sina¨ª. Esto ocurr¨ªa casualmente d¨ªas antes de que el cantautor Carlos Cano se desplazara al mismo centro para someterse all¨ª a una grave intervenci¨®n quir¨²rgica.
"No es para tanto"
"La enfermedad no era para tanto, prefiero que no se haga demasiada publicidad de ella", dice Sampedro. "No tengo mal recuerdo de la experiencia, pero lo que a veces me perturba es eso: que en realidad no es para tanto. He tratado de apartarme bastante del proceso para poder novelarlo como si se tratara de un ensayo".Monte Sina¨ª se ha publicado, junto al discurso de ingreso de Jos¨¦ Luis Sampedro en la Real Academia Espa?ola de la Lengua en 1991, en un nuevo volumen de la colecci¨®n Crisol, editada por Aguilar. Concebido como un libro antiguo en papel biblia y tama?o min¨²sculo, este n¨²mero 58 de la colecci¨®n es el primero que se dedica a un autor vivo.
Seg¨²n ha escrito el editor Juan Cruz, "es uno de los relatos m¨¢s conmovedores, y tambi¨¦n m¨¢s medidos, que hayamos le¨ªdo nunca sobre una enfermedad tan determinante y tan grave; y sin embargo Jos¨¦ Luis Sampedro acometi¨® la tarea de narrar qu¨¦ le pas¨® con el sentido del humor y la distancia que, siempre le dieron su positivo modo de ver las cosas, incluidas las m¨¢s tremendas, y tambi¨¦n su profundo sentimiento solidario con la enfermedad de los otros".
Babelia
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