La policia abate a tiros a un toro que se escapo del matadero

No quer¨ªa morir. Un toro de unos 500 kilos que iba entrar al matadero de Arganzuela huy¨® despavorido al ser bajado del cami¨®n que lo transportaba. Derrumb¨® la valla del ladrillos que separa estas instalaciones de las de la junta municipal de Arganzuela y durante una hora y media recorri¨® sus jardines. Los funcionarios se atrincheraron en sus despachos. Eran las 8.50.Conchi y Carmen, las recepcionistas de la junta, recuerdan c¨®mo empezaron ayer su jornada de trabajo: "Un polic¨ªa municipal comenz¨® a gritar que cerr¨¢semos la puerta, que un toro se hab¨ªa escapado del matadero. Al principio no le cre¨ªmos, pero por si las moscas cerramos las puertas". Y continuaron: "De pronto vimos a trav¨¦s del cristal de la puerta de entrada un toro gigantesco. ?Era verdad!". La Polic¨ªa Municipal, cuya Unidad de Tr¨¢fico 2 (la que se ocupa de la circulaci¨®n en el sur de la ciudad) tiene sus locales pr¨®ximos a la junta, desalej¨® en pocos minutos a los ciudadanos que estaban en los alrededores del edificio municipal. Cerr¨® la verja met¨¢lica que rodea todas las instalaciones de la junta y pidi¨® refuerzos.

Unos minutos despu¨¦s, cuatro agentes de la llamada Unidad Canina aparecieron armados con dardos narc¨®ticos. Lanzaron al animal cuatro disparos. Sin embargo, los disparos no surtieron el efecto deseado. El toro segu¨ªa en pie y con ganas de fugarse.

En una ocasi¨®n estuvo a punto de romper tambi¨¦n la verja met¨¢lica que separa las instalaciones municipales de la M-30. "Si la llega a romper, pod¨ªa haber provocado una aut¨¦ntica cat¨¢strofe entre los conductores", reconocieron ayer los polic¨ªas municipales que fueron testigos de los hechos.

Acorralado

Un oficial de polic¨ªa, acompa?ado de otros siete agentes, emprendi¨® entonces la caza. Montados en una gr¨²a municipal persiguieron al animal por los patios exteriores de la junta. Acorralaron al toro en uno de los jardines que rodean el edificio. El oficial lo recordaba ayer: "Le tir¨¦ tres disparos en la testud, pero el pobre animal no se mor¨ªa. Era incre¨ªble. Luego tuvimos que dispararle otras seis o siete veces m¨¢s al cuerpo para matarlo".A las 10. 15, el toro qued¨® tendido en la arena de un parque infantil. Junto a unos columpios y al tobog¨¢n. Una enorme mancha de sangre era ayer el ¨²nico rastro de su muerte. No logr¨® su libertad. Termin¨® en el matadero.