Coches menos caros

HACE DOS a?os, el 1 de enero de 1994, el Gobierno se vio obligado a reducir la fiscalidad sobre el precio de los autom¨®viles del 33% al 15%. La armonizaci¨®n del IVA entre los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, en el que descollaba el alt¨ªsimo tipo impositivo espa?ol, oblig¨® a esta reducci¨®n, inmediatamente compensada en el cap¨ªt¨²lo de los ingresos del Estado con la creaci¨®n de una nueva tasa, el impuesto de matriculaci¨®n sobre veh¨ªculos, que ven¨ªa gravando el 13% del precio.El a?o que ahora termina, concluido el Plan Renove, ha significado una ca¨ªda del 10% en las ventas, con efectos negativos directos sobre el empleo e indirectos sobre los ingresos fiscales, cuando las previsiones oficiales eran de un crecimiento del mercado entre el 5% y el 7%. Los fabricantes de autom¨®vil han venido reclamando la eliminaci¨®n, o como m¨ªnimo la reducci¨®n, del impuesto sobre matriculaci¨®n, mientras el Partido Popular inclu¨ªa en su programa, en mitad de a?o, una reducci¨®n del 5% en la fiscalidad, en t¨¦rminos muy parecidos a los ahora adoptados.

Ello explica que el Gobierno se haya decidido ahora, al tiempo que prorroga los presupuestos, a reducir en cinco puntos del 28% al 23%- el tipo impositivo final sobre los veh¨ªculos de hasta 1.600 cent¨ªmetros c¨²bicos, que representan la mitad del mercado y la casi totalidad de la fabricaci¨®n espa?ola. La medida, que supone un ahorro medio de 52.000 pesetas por unidad, ha sido concertada con los fabricantes para garantizar que los planes de regulaci¨®n de empleo en marcha queden reducidos a su m¨ªnima expresi¨®n. La medida tendr¨¢ as¨ª efectos directos sobre el empleo y conducir¨¢, si el consumo aumenta en los niveles previstos, a una recuperaci¨®n en los ingresos del Estado similar a la disminuci¨®n directa producida por el recorte de la tasa.

El Gobierno ha tardado mucho en percibir los "efectos de la alta fiscalidad sobre el sector, que ha llegado este a?o a niveles de disminuci¨®n de ventas an¨¢logos a los de 1993, en el momento de crisis m¨¢s aguda. Parece claro que ahora se quieren evitar las grandes regulaciones de empleo previstas en el sector y sustraer bazas del programa electoral al Partido Popular. Del sector del autom¨®vil dependen no s¨®lo sus numerosos puestos de trabajo, sino los de la industria auxiliar y del sector de distribuci¨®n, por lo que la desaparici¨®n de puestos de trabajo en las plantas de fabricaci¨®n tiene efectos devastadores, en el conjunto del sistema productivo y comercial, dif¨ªcilmente soportables en campa?a electoral.

Por eso hay que reconocer el acierto del ministro Solbes al advertir a los fabricantes que no intenten aprovechar esta rebaja en la fiscalidad para subir los precios de fabricaci¨®n. El beneficio de la medida adoptada por el Gobierno, que deber¨ªa hacerse notar en un repunte de las ventas, s¨®lo se dejar¨¢ sentir si el comprador tiene la posibilidad real de ahorrarse una cantidad nada desde?able en la compra de un veh¨ªculo nuevo. Bajar un concepto para subir otro es un truco del que deber¨ªan huir los fabricantes y que conviene que vigile el Gobierno.