La basura nuclear requiere m¨¢s investigaci¨®n

Desde hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, todos los pa¨ªses occidentales coinciden en que una soluci¨®n si se pretende eliminar definitivamente el combustible gastado que ahora se guarda en las centrales nucleares es su confinamiento en rocas profundas. D¨ªa a d¨ªa, esta opci¨®n se afianza entre los t¨¦cnicos debido a que los avances en los m¨¦todos de investigaci¨®n geol¨®gica evidencian que a poca profundidad (en torno a 1.000 metros) existen macizos rocosos en los que no se han detectado problemas s¨ªsmicos, hidrol¨®gicos o geotect¨®nicos relevantes desde hace cientos de millones de a?os.La comunidad cient¨ªfica considera razonable esta soluci¨®n para gestionar y eliminar este tipo de residuos radiactivos ya que, en los ejercicios te¨®ricos realizados para conocer la peligrosidad de estas instalaciones, no resultan riesgos inaceptables para el medio ambiente. Adem¨¢s, de unos a?os a esta parte, la ciencia se apoya en datos experimentales como la investigaci¨®n de la mina de uranio de Okio en Gab¨®n, un reactor nuclear formado de manera espont¨¢nea en la naturaleza, y en el que, l¨®gicamente, se produjeron residuos que han permanecido, confinados en. la propia mina durante millones de a?os hasta su descubrimiento en 1972.

Existen otras alternativas para la gesti¨®n del combustible gastado, que se desarrollan en el mundo en paralelo con. la anterior. Tal es el caso del reprocesamiento del combustible, del almacenamiento en seco en superficie y de los procesos de fraccionamiento. y transmutaci¨®n. El reprocesamiento del combustible, tal como se efect¨²a en el Reino Unido, Francia y Jap¨®n, separa el uranio y el plutonio de los residuos y los prepara para poder utilizarlos nuevamente en las centrales nucleares. Los esfuerzos, de estos pa¨ªses para aplicar esta t¨¦cnica han permitido desarrollar la tecnolog¨ªa de ¨®xidos mixtos o combustible MOX, que permite reaprovechar el plutonio.Los procesos de fraccionamiento y transmutaci¨®n est¨¢n siendo investigados con inter¨¦s. creciente en todo el mundo. Su fundamento te¨®rico se basa en la posibilidad de separar mediante procesos f¨ªsicos y qu¨ªmicos los distintos compuestos radiactivos que forman el combustible gastado, para luego estabilizarlos selectivamente mediante reacciones nucleares.

Ante esta situaci¨®n, ?qu¨¦ hace falta para poder completar en Espa?a la gesti¨®n y eliminaci¨®n de los residuos radiactivos de alta actividad, que constituyen menos del 5% del volumen total de los residuos radiactivos? ?Est¨¢ cerca esta soluci¨®n? ?Es necesaria?

T¨¦cnicamente es preciso investigar. Y eso s¨®lo es posible si se dispone de personal cualificado, de recursos t¨¦cnicos, econ¨®micos y de lugares donde poder trabajar. Y en Espa?a contamos, afortunadamente, con todos estos elementos.

Otra cuesti¨®n, m¨¢s de actualidad estos d¨ªas, es que la opini¨®n p¨²blica en general se muestra esc¨¦ptica con estas propuestas. Se constata que su actitud se convierte en francamente agresiva cuando sospecha que alguno de los trabajos de investigaci¨®n pudieran realizarse en un lugar pr¨®ximo a su residencia, pr¨®ximo a su lugar de trabajo o, como dicen los ingleses, cerca de su jard¨ªn. No es la intenci¨®n de este art¨ªculo explicar por qu¨¦ se produce este fen¨®meno. Ocurre en pa¨ªses muy diversos con culturas muy diferentes en todos los sentidos. Su existencia es un dato y quiz¨¢ el m¨¢s importante.

Por razones diversas, no se ha conseguido aportar serenidad para que los cient¨ªficos y la poblaci¨®n puedan hablar conjuntamente de estos temas. No se ha conseguido encontrar un lugar donde los primeros puedan exponer las ventajas e inconvenientes que tendr¨ªa la realizaci¨®n de su! proyectos actuales y donde la poblaci¨®n pueda exponer las condiciones en que estas propuestas tendr¨ªan validez. Tambi¨¦n un lugar donde se utilice un lenguaje com¨²n: es m¨¢s radiactivo un pararrayos para los padres de alumnos de un instituto que para un t¨¦cnico en. protecci¨®n radiol¨®gica.Desde ENRESA creemos que este debate se puede organizar pausadamente ya que la seguridad est¨¢ garantizada con la organizaci¨®n y la tecnolog¨ªa que se utilizan hoy . Adem¨¢s, creemos que en este debate los t¨¦cnicos deben hablar de residuos, los ec¨®logos de ecolog¨ªa, los soci¨®logos de la ciencia social, los economistas de econom¨ªa, etc¨¦tera. Debe hablar todo el mundo. Quien tiene el deber de decidir a qui¨¦nes y qu¨¦ escucha es la sociedad, porque es quien decide qui¨¦n dirige el intercambio de opiniones y qui¨¦n adopta las decisiones.

Recientemente, en un foro p¨²blico, in alto responsable de la pol¨ªtica energ¨¦tica de este pa¨ªs ped¨ªa comunicaci¨®n y consenso para continuar avanzando en la mejora de la gesti¨®n de los residuos rad¨ªactivos. Consenso para que se pueda organizar democr¨¢ticamente la discusi¨®n, y para evitar que si "grita todo el mundo, todos nos perdamos en el ruido". Consenso para poder investigar y para poner soluciones a disposici¨®n de la sociedad. Va mucho en ello. El trabajo en cualquiera de las actividades anteriores o en otras que pudieran surgir como consecuencia de su desarrollo va a aumentar la capacidad de mejorar el conocimiento y las formas de proteger nuestro medio ambiente. No se trata s¨®lo de residuos radiactivos. El conocimiento del suelo, de las aguas superficiales y profundas, la previsi¨®n del clima, etc¨¦tera son todas ellas ciencias v¨¢lidas para conseguir un mejor uso de nuestro entorno.

Desde ENRESA hacemos p¨²blica nuestra intenci¨®n. Queremos seguir investigando: para la soluci¨®n de confinamiento en profundidad proponemos seguir avanzando en el conocimiento de las formaciones geol¨®gicas espa?olas; para la transmutaci¨®n y fracciona miento proponemos seguir colaborando con los institutos especializados y con la Universidad; para el reprocesamiento proponemos seguir en los proyectos internacionales que desarrollan Francia, Reino Unido, Jap¨®n, etc¨¦tera. Estamos dispuestos a considerar cualquier propuesta que con tribuya a mejorar la calidad y seguridad de nuestras actividades, cualquier foro en donde se nos permita exponer el estado del arte" de la gesti¨®n de residuos y, como siempre, aceptamos cualquier decisi¨®n que adopte la sociedad espa?ola al respecto. Incluso si decide que no se haga nada.

Ser¨ªa una l¨¢stima. Se desaprovechar¨ªa la ocasi¨®n de resolver una cuesti¨®n importante. Igual que se resolvi¨® la gesti¨®n de los residuos radiactivos de media y baja actividad, la recuperaci¨®n ambiental de la F¨¢brica de Uranio de And¨²jar, la retirada de los. pararrayos radiactivos, la ampliaci¨®n de la capacidad de almacenamiento de las piscinas de las centrales de Almaraz, Asc¨® y la organizaci¨®n de la recogida de los residuos radiactivos en los 500 hospitales, industrias y centros de investigaci¨®n que actualmente los producen en Espa?a.