El ex primer ministro busca al apuntador

?Quien le habr¨¢ sugerido a Buscetta todo esto? Cuando uno recita un papel, tiene que haber un apuntador. Yo no s¨¦ qui¨¦n es; si lo supiera, lo dir¨ªa. Es una de las cosas que espero que se aclaren en este proceso.", dijo Giulio Andreotti al final de la audiencia de ayer, en la que tom¨® apuntes sin dejar traslucir muchas emociones, para concluir: "Salvo peque?¨ªsimos detalles, no ha dicho nada nuevo con respecto al sumario".Era la primera vez que Tommaso Buscetta hablaba en p¨²blico de las relaciones entre Mafia y pol¨ªtica, y la primera vez tambi¨¦n que declaraba en un juicio a cara descubierta, sin ocultase tras el biombo y el escudo de polic¨ªas que habitualmente protegen a estos testigos odiados por Cosa Nostra. Lo hizo a petici¨®n propia, habida cuenta de que su rostro apareci¨® el pasado verano en todos los diarios italianos, despu¨¦s de que Buscetta fuera sorprendido por la prensa en un crucero de placer.

Andreotti no duda de que alg¨²n "buen psic¨®logo" ha sugerido tambi¨¦n a Buscetta este gesto de valor, y presta escasa credibilidad a la afirmaci¨®n del arrepentido de que se decidi¨® a hablar sobre este tema en 1993, al convencerse de que el Estado italiano hab¨ªa emprendido una verdadera lucha contra Cosa Nostra. Previamente, Buscetta declin¨® testimoniar sobre Mafia y pol¨ªtica ante el juez Giovanni Falcone, en 1984 y 1988, porque los tiempos no estaban maduros. En 1992, tras el asesinato de Falcon¨¦, anunci¨® al fiscal norteamericano Richard Martin que dir¨ªa lo que sab¨ªa de Andreotti. Martin declarar¨¢ hoy en el proceso.

La vista actual, que proseguir¨¢ ma?ana y que marca el inicio de la fase caliente del juicio de Andreotti tras los largos proleg¨®menos desarrollados desde su apertura en Palermo, el pasado 26 de septiembre, se realiza, por motivos de seguridad, lejos de Sicilia, en una Padua repleta de polic¨ªas.

Algunas declaraciones de Buscetta, que hoy ser¨¢ interrogado por la defensa, fueron tomadas ayer con sorna por Andreotti. "Espero desde hace tres a?os que alguien diga que me ha visto con los Salvo, o que sepa que les he telefoneado o escrito. Lo de que me llamaban t¨ªo es tan inveros¨ªmil como que los Salvo empezaran a hablar de m¨ª nada m¨¢s conocer a Buscetta. ?D¨®nde queda la discreci¨®n siciliana? Y en lo de que yo dije a Badalamenti que hacen falta muchos italianos como ¨¦l, el sugeridor se ha pasado de ingenioso. Se puede pensar lo que se quiera de la Mafia, pero una cosa as¨ª s¨®lo la dice un mentecato".El 'arrepentido' relata ante el tribunal 40 a?os de relaciones entre la pol¨ªtica y la Mafia