Vocales de colegios farmac¨¦uticos urden una oscura trama contra una botica
La apertura de una botica en Brea de Tajo (495 habitantes) no depende del Colegio de Madrid ni de la Consejer¨ªa de Sanidad -¨®rganos competentes, seg¨²n la ley-, sino de destacados miembros de los colegios profesionales de Zaragoza y Salamanca. El alcalde V¨ªctor Rodr¨ªguez, del PP, no iba muy descaminado cuando afirm¨® hace un mes que "una oscura trama de intereses" impide que su pueblo tenga farmacia (EL PAIS del 5 de diciembre). La Asociaci¨®n de Farmac¨¦uticos en Paro ha descubierto ahora a los integrantes de la trama: tos cargos farmac¨¦uticos.
Un vocal del colegio de Farmacia de Salamanca, otro de Zaragoza y el secretario de esta ¨²ltima instituci¨®n profesional bloquean desde hace siete a?os la apertura de la farmacia.El sistema que emplean es conocido con el nombre de la rueda, y consiste en lo siguiente: varios farmac¨¦uticos piden abrir un establecimiento en un pueblo; el expediente pasa al colegio profesional, que estudia el caso y punt¨²a a los aspirantes seg¨²n su antig¨¹edad; el informe se env¨ªa luego a la Consejer¨ªa de Sanidad. Tras el largo tr¨¢mite burocr¨¢tico (puede durar un a?o), la farmacia se adjudica por fin. Pero el beneficiario tarda en tomar posesi¨®n y finalmente renuncia; entonces vuelve a comenzar el proceso. As¨ª ocurri¨® en Brea hasta tres veces. Y los tres farmac¨¦uticos que s¨¦ prestaron a ello son directivos de sus colegios profesionales. La antig¨¹edad les garantizaba prioridad frente a los farmac¨¦uticos en paro.
?El fin? Seg¨²n el alcalde, impedir que se abra una farmacia que haga la competencia a la del cercano municipio de Estremera (1.100 habitantes). Su propietaria es, precisamente, vocal del Colegio de Farmac¨¦uticos de Madrid. La botica de Estremera pertenece a Julia S¨¢nchez-Escribano, que suministra desde hace a?os los medicamentos a Brea. Y ha abierto, incluso, un botiqu¨ªn municipal en ese pueblo para que los vecinos no tengan que desplazarse hasta Estremera, distante unos siete kil¨®metros.
La Consejer¨ªa de Sanidad organismo que firma los permisos definitivos de aperturano quiso ayer pronunciarse sobre la rueda de Brea. Apunt¨® que hechos parecidos se han producido en otras partes de Espa?a". De hecho, en 1990, el Defensor del Pueblo denunci¨® una situaci¨®n semejante en la poblaci¨®n leridana de Llavors¨ª (206 habitantes).
1989-1996
La historia de la farmacia de Brea comienza el 10 de febrero de 1989 cuando la licenciada Pilar Maqueda pide permiso al Colegio de Farmac¨¦uticos de Madrid para abrir una botica en esta localidad. Su solicitud fue publicada en el tabl¨®n de anuncios del colegio, organismo que debe evaluar la petici¨®n y cuya propuesta de adjudicaci¨®n ha de ser aprobada por la Comunidad. Cuando Maqueda hizo p¨²blica su petici¨®n, otras 10 personas se apuntaron tambi¨¦n.En 1991, el colegio propuso a Sanidad que la farmacia fuese adjudicada a uno de los 11 peticionarios, el farmac¨¦utico Jos¨¦ Luis Dorado. Sin embargo, dos a?os despu¨¦s de serle concedida la botica, Dorado no hab¨ªa tomado posesi¨®n. El colegio de Madrid le retir¨® el permiso. Una de las causas que tal vez llevaron a Dorado a renunciar es que ocupa el cargo de vocal de Titulares (farmac¨¦uticos con botica) del colegio de Salamanca. EL PA?S no pudo localizarle para escuchar su versi¨®n.
En 1993, el colegio de Madrid propuso al siguiente de la lista: Bernardo Alfaro, que tambi¨¦n se neg¨® a abrir la botica que hab¨ªa pedido en 1989. Alfaro Zubiri es el secretario del colegio de boticarios de Zaragoza, y tiene un establecimiento en la capital aragonesa desde hace a?os.
Este licenciado explic¨® ayer las razones que le llevaron a la renuncia fueron "familiares". Y comenta: "Ped¨ª la farmacia en Brea porque quer¨ªa acercarme a Madrid. Ten¨ªa hijos estudiando una carrera que no se imparte en Zaragoza. Luego, esas circunstancias cambiaron y renunci¨¦. Tambi¨¦n hab¨ªa pedido otras en otros pueblos". Alfaro a?adi¨® conocer s¨®lo "de o¨ªdas" a la farmac¨¦utica de Estremera. "Es vocal del colegio de Madrid, me parece", argument¨®. Preguntado por qu¨¦ varios altos cargos de colegios -y que tienen establecimientos a los que se supone un alto volumen de negocio- piden abrir una farmacia en Brea y luego renuncian a ella, responde: "Es una coincidencia. Nosotros llevamos muchos a?os en la profesi¨®n y acumulamos muchos puntos en los baremos. Nos suelen tocar a nosotros las nuevas farmacias. Habr¨ªa que cambiar la legislaci¨®n".
En marzo de 1994, el colegio de Madrid, al advertir que Alfaro tampoco abr¨ªa la botica, le retir¨® el permiso y se lo concedi¨® a Tom¨¢s Marco. Este farmac¨¦utico, que es tambi¨¦n vocal de Titulares del colegio, de Zaragoza, posee un establecimiento en el municipio aragon¨¦s de Fuentes de Ebro (3.744 habitantes). Sin embargo, hace dos meses envi¨® una carta al alcalde donde le dec¨ªa que renunciaba a la farmacia "por carecer de local". El regidor le respondi¨® que no se preocupase por "esas menudencias" y que el Ayuntamiento le prestaba uno. Y que vieniese pronto. No sirvi¨® de nada. Marco tambi¨¦n se neg¨® a ir. Preguntado por qu¨¦ se interes¨® en 1989 por un pueblo tan peque?o como Brea cuando ya contaba con un establecimiento en Zaragoza desde hac¨ªa a?os, respondi¨®: "Lo eleg¨ª porque voy mucho a Madrid. Adem¨¢s, tengo una hija que estudia farmacia y le pod¨ªa venir bien en el futuro". Marco aseguro conocer "de vista" a la farmac¨¦utica de Estremera.
Por su parte, Julia S¨¢nchez Escribano, la farmac¨¦utica de Brea, explic¨® tambi¨¦n en su d¨ªa (EL PA?S del 5 de diciembre) que las acusaciones del alcalde contra ella eran "simples infamias". "No conozco a ninguo de esos farmace¨²ticos. Yo soy quien hace los an¨¢lisis del agua en Brea [tambi¨¦n es inspectora de Salud] y s¨¦ lo que est¨¢ pasando. No puedo explicarlo, debido al secreto profesional", dijo.
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