Los objetos y la arrogancia

Alberto Coraz¨®n reflexiona sobre las transformaciones en los objetivos del dise?o y el papel de los profesionales. "Hay una creciente exigencia no s¨®lo sobre su definici¨®n est¨¦tico -funcional, sino sobre la necesidad de incorporar contenidos simb¨®licos. Ahora comenzamos a percibir esa urgencia precisamente porque, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, una mezquina interpretaci¨®n del funcionalismo nos hab¨ªa hecho olvidar que una caracter¨ªstica com¨²n a los objetos creados por el hombre en todas las ¨¦pocas ha sido la de poseer una alta capacidad simb¨®lica. Otra gran transformaci¨®n se formaliza en la exigencia de utilizaci¨®n de materiales y procesos, tanto de dise?o como de producci¨®n, que respondan a principios b¨¢sicos de ecolog¨ªa cultural.Coraz¨®n afirma que, en los a?os ochenta, algunos dise?adores "cayeron fascinados por el s¨ªndrome del arquitecto" y creyeron que deb¨ªan decir a la gente c¨®mo ten¨ªa que vivir. "Pero como ellos todav¨ªa no hab¨ªan aprendido a vivir, su discurso result¨® afectado, arrogante y con frecuencia gracioso. Se lleg¨® a la definici¨®n tautol¨®gica seg¨²n la cual el dise?o es lo que hacen los dise?adores. Del s¨ªndrome del arquitecto se pasa al s¨ªndrome del artista, seg¨²n el cual las fantas¨ªas del dise?ador son objeto del dise?o". Frente al nuevo milenio, propone un trabajo cultural, ecol¨®gico y profesional.