El rastro perdido
?lvaro Baigorri Arina, casado, abandon¨® su casa a primera hora del lunes. A su ¨²nica hija le extra?¨®, seg¨²n la reconstrucci¨®n policial, verle partir con una bolsa de El Corte Ingl¨¦s en la mano.El hombre, trajeado, tom¨® un taxi y se dirigi¨® al aeropuerto de Barajas, donde hab¨ªa reservado un billete para Barcelona en un vuelo internacional. Lo cambi¨® por un pasaje en el puente a¨¦reo. Nunca subi¨® la escalerilla Incluso se le llam¨® por los altavoces. Sin ¨¦xito. Veinticuatro horas despu¨¦s, la familia present¨® denuncia por su desaparici¨®n. En Barcelona, Baigorri pretend¨ªa negociar unas letras. En esa provincia, el desaparecido mont¨® en 1974 una industria que se declar¨® en quiebra en 1988. Desde entonces se centr¨® en su negocio de autom¨®viles -en el Registro Mercantil figura tambi¨¦n en Tracci¨®n Motor Espa?a- El pasado fin de semana visit¨® el concesionario mientras estaba cerrado al p¨²blico. Presumiblemente, revis¨® documentos.
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