El empresario Baigorri confiesa que simul¨® su secuestro
El empresario madrile?o ?lvaro Baigorri Arina, de 60 a?os, en paradero desconocido desde el 15 de enero, reapareci¨® ayer, mantuvo todo el d¨ªa que hab¨ªa sido secuestrado y se derrumb¨® a ¨²ltima hora de la noche. Entonces admiti¨® que no hubo secuestro, sino que se hab¨ªa marchado voluntarimente a Santo Domingo, capital de la Rep¨²blica Dominicana.La declaraci¨®n ofrecida cuando reapareci¨® ayer por la ma?ana incurr¨ªa en numerosas contradicciones. Se hab¨ªa inventado una secuencia de hechos absolutamente inveros¨ªmiles desde el momento en que tom¨® en Barajas un avi¨®n a la isla caribe?a. Cuando ayer por la ma?ana apareci¨® repeinado, con un bigote que antes no luc¨ªa y corbata, narr¨® haber sido secuestrado a plena luz del d¨ªa, en el abarrotado aeropuerto de Barajas, por tres hombres que le robaron 10 millones y le narcotizaron con una inyecci¨®n. Tambi¨¦n cont¨® que los secuestradores le metieron en una furgoneta y le mantuvieron 11 d¨ªas en una habitaci¨®n. Y que al ser liberado en Quintanar de la Orden (Toledo) le dieron 200.000 pesetas para que pudiese volver a Madrid, a tan s¨®lo 80 kil¨®metros.
El relato se ca¨ªa. En cuanto tuvo que soportar un segundo interrogatorio, ya por la noche y con los medios de comunicaci¨®n encima, tuvo que admitir su marcha voluntaria. Tras declarar fue puesto en libertad, aunque acusado de un posible delito de simulaci¨®n de secuestro.La marcha de Baigorri ha mantenido 11 d¨ªas en vilo a la polic¨ªa, mientras ¨¦l se encontraba sin correr peligro alguno en el Caribe. El d¨ªa 16 de enero su familia denunci¨® su desaparici¨®n. En la investigaci¨®n lleg¨® a participar la Unidad Central Antiterrorista, la Brigada de Informaci¨®n, la Brigada de Polic¨ªa Judicial y la comisar¨ªa de Barajas.
Este diario telefone¨® a la casa de Baigorri a medianoche. Su familia no quiso hacer ninguna declaraci¨®n.
El empresario fingi¨® coger un avi¨®n a Barcelona y vol¨® a la Rep¨²blica Dominicana
La desaparici¨®n, que adelant¨® este peri¨®dico, arranca a primera hora del lunes 15 de enero, cuando Baigorri -due?o de un importante concesionario Audi-Volkswagen de Madrid-, sali¨® de su vivienda de la madrile?a calle de Juan Esplandi¨². Iba trajeado y, seg¨²n los datos de la polic¨ªa, con una bolsa de El Corte Ingl¨¦s en la mano. Cogi¨® un taxi y se dirigi¨® hacia el aeropuerto de Barajas. Ten¨ªa previsto volar hasta Barcelona para negociar unas letras (¨¦ste es el motivo alegado por Baigorri para explicar los 10 millones de pesetas que llevaba en un malet¨ªn). El billete de avi¨®n correspond¨ªa a un vuelo internacional con destino a Atenas y escala en la capital catalana. El empresario, seg¨²n la polic¨ªa, sac¨® la tarjeta de embarque.
Efectivamente, factur¨® su equipaje y obtuvo la tarjeta de embarque del vuelo internacional. Pero compr¨® otro billete con destino a la Rep¨²blica Dominicana. En la capital de la isla caribe?a, Santo Domingo, permaneci¨® la mayor parte de los d¨ªas en que pareci¨® que hab¨ªa sido secuestrado.
Precismente el hecho de simular un secuestro es el ¨²nico delito por el que ha sido acusado Baigorri. Aunque la polic¨ªa no abandona otras l¨ªneas de investigaci¨®n para esclarecer si hubiese cometido otro delito.
Las lagunas y contradicciones que not¨® la Polic¨ªa Judicial en el segundo interrogatorio, el efectuado por la noche, resultaron f¨¢ciles de contrastar. El relato est¨¢ plagado de lugares comunes extra¨ªdos de los secuestros ver¨ªdicos que conoce la opini¨®n p¨²blica.
Justo en la sala de consignas del aeropuerto, la versi¨®n de Baigorri se hab¨ªa despegado de lo veros¨ªmil. El empresario sostuvo que all¨ª mismo, y a plena luz, tres hombres desconocidos -dos de ellos de mediana edad, invent¨®- le quitaron la cartera, le inyectaron un narc¨®tico en el brazo y le condujeron semiinconsciente hacia una furgoneta. Para el viaje le vendaron los ojos. La imaginaci¨®n de Baigorri le llev¨® a decir que fue recluido en una habitaci¨®n con una cama y que el cautiverio transcurri¨® sin sobresaltos. Ali?¨® el relato con otros t¨®picos: sus secuestradores ocultaban el rostro con pasamonta?as, y cuando necesitaba acudir al servicio le vendaban los ojos. El relato precisa que la noche del jueves cen¨® una tortilla francesa y fue entonces cuando le anunciaron su liberaci¨®n. Luego le sacaron de la habitaci¨®n y le metieron en una furgoneta. Finalmente, le hicieron bajar en pleno campo.
En este punto, Baigorri dice saber que se encuentra en las afueras de Quintanar de la Orden, Toledo. Y que entonces los generosos secuestradores le dieron 200.000 pesetas para volver a casa.
Baigorri asegur¨® que, tras alcanzar Quintanar de la Orden, entr¨® en un hostal y alquil¨® habitaci¨®n para pasar la noche -extremo negado por el establecimiento-. Dijo que sobre las 8.30, y no antes, llam¨® a su esposa para que le recogiese en una gasolinera de Oca?a.
El empresario hasta improvis¨® por qu¨¦ llevaba bigote. Lo atribuy¨® al esmero de un secuestrador, con conocimientos de peluquer¨ªa.
Baigorri ten¨ªa el piso hipotecado y hab¨ªa firmado la separaci¨®n de bienes con su esposa hace seis meses. Estos datos, de los que inform¨® este diario durante su desaparici¨®n, abr¨ªan nuevas hip¨®tesis que a su vez desmontaban la del secuestro.
Tambi¨¦n era una inc¨®gnita el motivo del secuestro, ya que desde su marcha no se ha registrado petici¨®n de rescate a la familia.
Las primeras manifestaciones del empresario tampoco casaban con la versi¨®n mantenida por la familia, que durante la desaparici¨®n relacion¨® el caso con unas vagas y nunca concretadas amenazas de tipo econ¨®mico recibidas por Baigorri en los ¨²ltimos meses.
Estas dudas no fueron despejadas ayer por ?lvaro Baigorri. El empresario, tras ser interrogado en casa por la polic¨ªa, se neg¨® a efectuar declaraci¨®n p¨²blica alguna. La familia emiti¨® un lac¨®nico comunicado, que constituye el ¨²ltimo paso de la farsa, si bien es posible que la familia no supiese nada del montaje de Baigorri. "Tras haber permanecido dos semanas secuestrado, ?lvaro Baigorri ha sido localizado por la polic¨ªa y en estos momentos se encuentra en perfecto estado de salud y descansando en su domicilio. (...) La familia Baigorri agradece enormemente el inter¨¦s por el asunto, si bien, a partir de estos momentos, cualquier otra informaci¨®n adicional ser¨¢ facilitada por la polic¨ªa".
El caso de la desaparici¨®n de ?lvaro Baigorri estuvo rodeado de contradicciones desde el inicio. La mujer del empresario minti¨® la noche del jueves -a las 72 horas de la desaparici¨®n- cuando declar¨® telef¨®nicamente a preguntas de EL PA?S que Baigorri ya hab¨ªa regresado a casa, e incluso puso al habla con este peri¨®dico a un hombre que se hallaba en el domicilio y que suplant¨® al desaparecido en la conversaci¨®n.
Al d¨ªa siguiente, adem¨¢s, la esposa de Baigorri llam¨® a un programa de radio para decir que le "extra?aba much¨ªsimo" que se hubiese publicado que su marido hab¨ªa reaparecido. Un portavoz de la familia reconoci¨® finalmente la farsa y la justific¨® por la "presi¨®n psicol¨®gica".
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