COMERCIO ESPA?A-URUGUAY.
La colisi¨®n de intereses con la sanidad privada impide instalar el equipo para disolver piedras renales
Entre 1991 y 1992 la empresa estatal espa?ola Fomento de Comercio Exterior (Focoex), con el asesoramiento de la privada Eductrade, firm¨® contratos con la Administraci¨®n uruguaya por valor de alrededor de 100 millones de d¨®lares. Uno de los contratos fue con el Ministerio de Salud P¨²blica y dos con la Administraci¨®n Nacional de Educaci¨®n P¨²blica. De los productos comprometidos, es tan funcionando la pr¨¢ctica totalidad y quedan por instalarse ¨²nicamente una planta de conservas y dos de orde?o, as¨ª como un equipo de litotricia. El Gobierno uruguayo, adem¨¢s, nunca ha emitido ninguna queja a sus suministradores. No, obstante, el Parlamento aprob¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el contrato de Focoex, que comenzar¨¢, a trabajar, presumiblemente, a partir del 15 de febrero.
El 'caso del litotrictor'
La compra de un litotrictor extracorp¨®reo, cuya funci¨®n es desintegrar c¨¢lculos renales sin intervenci¨®n quir¨²rgica, ha sido especialmente denunciada en el informe sobre el material de Focoex encargado a una comisi¨®n de expertos por el ministro de Salud P¨²blica, Alfredo Solari. "No se adquirieron en su gran mayor¨ªa aparatos de calidad y tecnolog¨ªa actual", consideran sus cuatro redactores, "y lo que es peor a¨²n, se compraron equipos de alta tecnolog¨ªa, como el litotrictor, para cuya gesti¨®n el ministerio carece de la infraestructura y del personal t¨¦cnico id¨®neo para hacerlo funcionar".El litotrictor fue incluido en el contrato de Focoex y el ministerio de Salud P¨²blica uruguayo, firmado en noviembre de 1992, por decisi¨®n de Julio Macedo, director general entonces de la Administraci¨®n de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Lleg¨® hacia mayo de 1994 y todav¨ªa no ha entrado en funcionamiento. "No tuvimos tiempo para colocarlo, pero pensaba hacerlo en el Hospital Maciel o en el Pereira Rosell", asegura Macedo. Este funcionario pronto entrar¨ªa en colisi¨®n con intereses particulares: la sanidad p¨²blica no dispone de ning¨²n equipo de estas caracter¨ªsticas, contrariamente al sector privado.
"Hab¨ªa intereses tremendos y un lobby muy importante, que no ignoraba", recuerda Julio Macedo. No era para menos. Cerca de dos de los tres millones de uruguayos cotizan mensualmente para poder ser atendidos por los servicios del Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE), que instal¨® el primer litotrictor llegado al pa¨ªs. La puesta en marcha del aparato suministrado por Focoex supone, de hecho, la creaci¨®n de un IMAE pero controlado por la Administraci¨®n. Estaba claro que no hab¨ªa inter¨¦s en que el Estado pudiera competir con los privados, a quienes debe derivar pacientes que no puede atender en su red hospitalaria. ASSE paga por cada paciente que env¨ªa a la litotricia extracorp¨®rea.
Las fuentes consultadas por este diario recuerdan que el exdirector general fue visitado por un grupo de personas. "?Nos quieres quitar el pan o qu¨¦?", vino a ser el plantemiento. Macedo, seg¨²n sus declaraciones, hubiera querido crear un Instituto de Medicina Altamente Especializada gestionado conjuntamente por la administraci¨®n p¨²blica y privada. Se vender¨ªa el servicio a esta ¨²ltima.
La comisi¨®n del ministro Solari, se manifiesta ahora contra la compra de un litotrictor para la sanidad p¨²blica, y el titular de la cartera acepta el informe. Otra era su posici¨®n el 25 de octubre de 1990 respecto al equipamiento de las cl¨ªnicas privadas. En aquellas fechas acompa?aba al gobernante partido blanco. En la resoluci¨®n 913/990, publicada en el Diario Oficial, y firmada por el presidente de la rep¨²blica, Luis Lacalle Herrera, y Alfredo Solari, se declara de inter¨¦s nacional la compra del equipo por parte de Meditec.
La resoluci¨®n destaca que la t¨¦cnica a adquirir es "incruenta, segura, revolucionaria". El entusiasmo de entonces ha deca¨ªdo a juzgar por las demoras observadas en la decisi¨®n final sobre el costoso equipo que permanece inm¨®vil en un dep¨®sito de abastecimientos de salud p¨²blica.
Nadie sabe donde se va a instalar, ni quien lo va a utilizar. Jaime Luksenbourg, director del Hospital Pasteur, que encabeza la comisi¨®n designada por Solari, lamenta la situaci¨®n. "No debe comprarse una cosa tan importante sin hacerse antes una planificaci¨®n de su aplicabilidad, d¨®nde se va a colocar o qu¨¦ t¨¦cnicos lo van a operar. La culpa no es de Focoex". ?Pero a la sanidad p¨²blica no le viene mal un equipo de esas posibilidades?. "Yo creo que no. Pero el hecho es que est¨¢ todav¨ªa ah¨ª", dice.
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