Condenado a ocho a?os el teniente que mat¨® a golpes en Bolivia por celos a un espa?ol
La justicia boliviana conden¨® ayer a ocho a?os de prisi¨®n al ex teniente del Ej¨¦rcito Marco Antonio Mej¨ªa Alarc¨®n, acusado de homicidio simple, por la muerte a golpes del espa?ol Manuel Ram¨®n Puchol, presentado como agente del servicio de inteligencia de la Uni¨®n Europea en un documento de los servicios secretos bolivianos. El juez impuso cuatro a?os de c¨¢rcel a Griseldo Tomich¨¢ y dos a?os a Grover Rodr¨ªguez, Aniceto Antezana, Jes¨²s Ro m¨¢n Pe?a y Roberto Rom¨¢n Aguilar, todos soldados menores de edad que prestaban el servicio militar en el cuartel del pueblo de San Mat¨ªas, en la frontera con Brasil, y formaban parte de la patrulla que detuvo al espa?ol.
Puchol, un funcionario del Ministerio de Justicia espa?ol, visit¨® la localidad boliviana de San Mat¨ªas el 9 de febrero de 1994 con la intenci¨®n de retornar el d¨ªa siguiente a Brasil, pero en esa jornada fue hallado muerto bajo el alero de uno de los edificios de la plaza mayor de la villa. El supuesto inocente af¨¢n de Puchol por conseguir un sello m¨¢s para su pasaporte de incansable viajero ha quedado en entredicho en un informe de los servicios secretos de Bolivia sobre la infiltraci¨®n de las redes de narcotr¨¢fico en distintas instituciones oficiales. En ese contexto, el espionaje boliviano indica que la infiltraci¨®n ha llegado tambi¨¦n "a niveles castrenses" y sugiere que "el espa?ol Puchol, miembro del servicio de inteligencia de la Comunidad Econ¨®mica Europa, fue asesinado por haber descubierto presuntas vinculaciones de componentes del Ej¨¦rcito en la exportaci¨®n de droga", aunque no da m¨¢s detalles sobre el asunto.A la audiencia del fallo en Santa Cruz asisti¨® el embajador espa?ol Fernando Mart¨ªnez Westerhausen, quien apenas llegado al pa¨ªs en 1994, afront¨® el caso y exigi¨® del Gobierno boliviano una pronta investigaci¨®n despu¨¦s de que tanto el Ej¨¦rcito, la polic¨ªa y el Ministerio del Interior dieran versiones propias y contradictorias entre s¨ª sobre la muerte de Puchol.
El testimonio de dos ciudadanos, que rompieron el silencio del miedo de los habitantes de San Mat¨ªas, ante el fiscal del distrito Francisco Borenstein, permiti¨® establecer que Puchol no muri¨® v¨ªctima del exceso de alcohol ni de una sobredosis de droga ni por haberse dado de golpes contra las paredes de las viviendas de San Mat¨ªas, sino que fue v¨ªctima de una paliza brutal propinada por los miembros de una patrulla del Ej¨¦rcito que le persigui¨® por las calles del pueblo.
Puchol, en su desesperaci¨®n por pedir auxilio, se introdujo en la casa de la novia adolescente, hoy esposa del teniente Mej¨ªa Alarc¨®n, quien ese d¨ªa estaba franco de servicio e iba vestido de civil cuando orden¨® la detenci¨®n del espa?ol. Aparentemente los celos por la novia, que supuestamente hab¨ªa puesto los ojos en Puchol, llevaron a Mej¨ªa Alarc¨®n a ensa?arse con su v¨ªctima que fue arrastrada hasta el cuartel de donde sali¨® cad¨¢ver.
El abogado de la familia de Puchol, Antonio Rivas, anunci¨® que apelar¨¢ el fallo porque no se trata de un homicidio simple, sino de un asesinato como reconoci¨® el propio juez en la sentencia, en la que se admite la existencia de pruebas fehacientes de un asesinato. Rivas hab¨ªa solicitado 30 a?os de c¨¢rcel, la pena m¨¢xima que se puede imponer en Bolivia.
Imperio espa?ol
Los abogados de la defensa anunciaron tambi¨¦n que apelar¨¢n el fallo calificado de "injusto" y acusaron al magistrado Hern¨¢n Cort¨¦s de haberse "dejado presionar por el imperio de Espa?a" para dictar sentencia.Dentro de tres d¨ªas el juez enviar¨¢ a revisi¨®n de la Corte Superior de Santa Cruz la sentencia y las apelaciones que reciba hasta entonces. Aunque todo el proceso ha durado poco m¨¢s de un a?o y medio, ha sido uno de los m¨¢s "r¨¢pidos" de la justicia boliviana, caracterizado por su tradicional retraso.
Los padres de Puchol, hijo ¨²nico de 36 a?os, nacido en Alicante, no estuvieron presentes en la lectura de la sentencia. Ambos llegaron a Santa Cruz en junio del pasado a?o cuando comenz¨® el proceso contra la patrulla militar, vista en la que no se incluy¨® a ning¨²n otro jefe militar responsable de la guarnici¨®n de San Mat¨ªas.
Tanto los padres como el propio abogado defensor esperaban una sentencia m¨¢s dura contra el teniente Mej¨ªa Alarc¨®n y aspiran a lograr un tiempo mayor de c¨¢rcel en la revisi¨®n de la sentencia que se dar¨¢ a conocer a partir de la segunda quincena de este mes.
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