Gil no aguanta al Marbella
Hasta hoy, en Segunda Divisi¨®n, todos los equipos hab¨ªan ense?ado alg¨²n detalle, alg¨²n gesto de buen gusto. Mejor dicho, casi todos. Siempre hay una excepci¨®n. Existe un conjunto que a¨²n no ha mostrado una m¨ªsera sonrisa, una mueca para guardar. Es el Marbella, el m¨¢s torpe entre los torpes. Pocas veces hubo tanta justicia en el f¨²tbol. El colista, en Segunda, es el peor. Con diferencia.Ayer, en su casa, donde no va casi nadie, se dej¨® vapulear por un rival que, esta vez, estuvo a la altura esperada, a la altura de su dinero y de su fama: el Mallorca. En el palco se vieron las caras Jes¨²s Gil y Bartolom¨¦ Beltr¨¢n, un alumno aventajado de aqu¨¦l en el triste arte del cese. El doctor disfrut¨®; el edil marbell¨ª, no. Vio la primera parte y tuvo suficiente. En el descanso se fue con viento fresco, "aburrido", seg¨²n confes¨®. Gil, acostumbrado como est¨¢ a su Atl¨¦tico, no aguanta al Marbella. No le puede ni ver. Cuarenta y cinco minutos le bastan para huir de lo insufrible. Pocas soluciones se le ven a un club que tan a gusta est¨¢ en el infierno. La Segunda B le espera con los brazos abiertos.
Y eso que el Marbella estaba llamado a luchar por la gloria, que es lo que est¨¢n haciendo conjuntos de mucho peor ropaje, a quienes el hambre y la pobreza, lejos de amilanar, les ha vuelto enormes. Es el caso del Extremadura, la sorpresa que ya no es sorpresa. Ayer se acerc¨® un poco m¨¢s al H¨¦rcules, al jefe del pelot¨®n. Empat¨® en Almer¨ªa y volvi¨® a demostrar que lo suyo no es un milagro, sino un pedazo de triunfo.
Lo mismo le ocurre al Badajoz, su vecino. Durante varios a?os amag¨® con dar, con hospedarse entre la ¨¦lite. Pero de la puerta no pasaba. Ahora lo ha hecho, con Colin Addison disfrutando en su banquillo. El ingl¨¦s es, hoy por hoy, uno de los hombres m¨¢s felices del f¨²tbol espa?ol.
Como feliz es en Pamplona y con sus libros Paquito, que ve como del rostro de Osasuna desaparecen las lega?as. Su revoluci¨®n ya da frutos. Ha confiado en la cantera a lo bestia llegando a juntar a nueve chavales de la tierra en su once inicial y, aunque tarde, Osasuna ha reaccionado. Ante el Getafe sud¨® lo que no est¨¢ escrito y tuvo que esperar al minuto 92 para salir del cuarto oscuro.
Y por una vez, y sin que sirva de precedente, no marc¨® Manel. Pero ello no fue ¨®bice para que el Logro?¨¦s ganara en casa de uno de los privilegiados, el Madrid. Quien s¨ª marc¨®, faltar¨ªa m¨¢s, fue Morales, que abri¨® el triunfo del Mallorca con su noveno gol. El dato no resultar¨ªa nada llamativo, si no fuera porque s¨®lo ha jugado diez partidos.
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