Incitar a la democracia desde el borde del abismo

Todo hac¨ªa suponer que ETA iba a seguir adentr¨¢ndose por la v¨ªa del asesinato de los pol¨ªticos despu¨¦s de haber abierto la veda, hace poco m¨¢s de un a?o, con el atentado al portavoz del PP vasco y teniente de alcalde de San Sebasti¨¢n Gregorio Ord¨®?ez. Entre los propios militantes socialistas se hablaba estas semanas de un posible atentado en campa?a electoral "contra un pol¨ªtico socialista y en Guip¨²zcoa". No es que dispusieran de datos privilegiados, era simplemente que un an¨¢lisis somero de los hechos, declaraciones y escritos del mundo de ETA-HB hac¨ªa presagiar tal eventualidad.Efectivamente, a juzgar por sus propios escritos, los terroristas se las han prometido muy felices en este terreno y tienen depositadas en ¨¦l muchas esperanzas. Las conclusiones que extrajer¨®n de los efectos provocados por el asesinato de Ord¨®?ez no pueden ser m¨¢s elocuentes. Sus correligionarios de KAS han escrito y repetido que ese atentado, "inicialmente no comprendido entre algunos sectores de la militancia", ha puesto en evidencia la "incapacidad de respuesta" del Pacto de Ajuria Enea -"el enemigo qued¨® totalmente fuera de juego"- y ha abierto una v¨ªa sobre la que asentar las bases de la futura negociaci¨®n. Seg¨²n ellos, el atentado frustrado contra Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar "hizo vibrar al Estado aunque no muriera"; dej¨® "bien claro ante el mundo la capacidad de la Organizaci¨®n de hacer da?o, no hay m¨¢s que ver las tensiones y discusiones entre los partidos", e hizo recuperar la confianza en ETA de sus propias bases.Las virtudes del miedo

Atribuyen directamente al miedo, al miedo f¨ªsico, la evoluci¨®n posterior del discurso de algunos dirigentes pol¨ªticos y sostienen que la "nueva l¨ªnea" constituye un elemento "clarificador" interno y "sirve para condicionar y golpear la estrategia del enemigo". Interpretan en esa misma clave la "v¨ªa del di¨¢logo como estrategia" planteada por diversos partidos a lo largo del ¨²ltimo a?o, pero, como ha ocurrido siempre en los momentos en que ETA se ha sentido fuerte, no est¨¢n dispuestos a renunciar ahora a su ofensiva. La coartada que justifica arrumbar esa v¨ªa del di¨¢logo como estrategia est¨¢ servida en el argumento de que ¨¦sta es una fase de acumulaci¨®n de fuerzas y no hay condiciones objetivas para una verdadera negociaci¨®n..

Juegan con la perspectiva de que el "accionar armado" de ETA ir¨¢ haciendo madurar al enemigo", al Estado, a los pol¨ªticos, a la opini¨®n p¨²blica, hasta lograr la victoria. Con dos secuestros en su haber, el asesinato de Fernando M¨²gica es un alarde de su decidida voluntad de instalar el miedo en el cuerpo de la sociedad, de su firme voluntad de incitar a la democracia desde el borde del abismo.