Clinton, sin oposici¨®n interna

Bill Clinton es el primer presidente dem¨®crata desde Franklin D. Roosevelt sin oposici¨®n dentro de su propia organizaci¨®n pol¨ªtica, el Partido Dem¨®crata. Las elecciones primarias dem¨®cratas ser¨¢n, pues, un c¨®modo paseo en el que el presidente Clinton podr¨¢ comprobar, en todo caso, su popularidad Estado por Estado y sacar algunas conclusiones importantes sobre sus posibilidades reales de reelecci¨®n el pr¨®ximo 5 de noviembre.Jesse Jackson, el activista negro tradicional candidato a la presidencia, fue el ¨²nico que amenaz¨® con presentar batalla electoral en caso de que el presidente Clinton se fuese demasiado a la derecha en su dura negociaci¨®n presupuestaria con los republicanos.

M¨¢s que un s¨ªntoma de la fortaleza pol¨ªtica del propio Clinton, la falta de oposici¨®n es un signo claro del momento de crisis profunda por el que atraviesa en los ¨²ltimos a?os el Partido Dem¨®crata, que ha perdido el control de las dos c¨¢maras del Legislativo.Clinton dijo recientemente en una entrevista que no pensaba hacer campa?a, pese a lo much¨ªsimo que se juega en ella, en favor de los candidatos dem¨®cratas al Congreso de Estados Unidos se renueva la totalidad de la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado en unas elecciones que coinciden con las presidenciales con el fin de potenciar su nueva imagen centrista y presidencial que tan buenos dividendos le est¨¢ otorgando en los ¨²ltimos meses.

La falta de oposici¨®n le permitir¨¢ a Clinton reservar su esfuerzo -y sobre todo su dinero- para el ¨²ltimo tramo de la campa?a, el decisivo, el que sigue a la elecci¨®n de candidato por la convenci¨®n nacional de cada partido. Las dos convenciones, la dem¨®crata y la republicana se celebran en agosto.

En 1992, el entonces presidente, George Bush, lleg¨® ya desgastado a esa fase final por la hostilidad que le hab¨ªa presentado durante las primarias su rival republicano, el ultraconservador Pat Buchanan. ?se no ser¨¢ el caso de Clinton.