Testimonio de un se?or negro
El veterano ¨¢rbitro Pedro Escart¨ªn, de 94 a?os, cuenta c¨®mo era el f¨²tbol
en el Madrid de los a?os treinta Si hay algo que de verdad le gustaba a Pedro Escart¨ªn del "Madrid de antes", del de hace 60 a?os, era la cantidad de solares disponibles en la capital para jugar al f¨²tbol. Este madrileno que naci¨® casi con di siglo, hace 94 a?os, en el barrio de Chamber¨ª, inici¨® su carrera de ¨¢rbitro en 1924, y durante los m¨¢s de cinco lustros en los que ejerci¨® -hasta que se retir¨® en 1948 tras haber arbitrado 847 encuentros- se gan¨® el prestigio internacional que llev¨® a la FIFA a concederle la Orden de Oro, un galard¨®n que ostentan menos de una treintena de personas en todo el mundo. Recientemente ha recibido el reconocimiento del Ayuntamiento de Madrid, que hace dos semanas inaugur¨® un busto de Escart¨ªn en el parque Enrique Herreros, ubicado justamente en el distrito donde naci¨®.Desde muy ni?o le gust¨® darle al bal¨®n y de joven jug¨® de extremo izquierdo en un equipo llamado Gimn¨¢stica Espa?ola, donde consigui¨® su ¨²nico t¨ªtulo como jugador al proclamarse campe¨®n de Castilla de tercera categor¨ªa. Era la d¨¦cada de los veinte y el equipo entrenaba en un modesto solar de arena situado en la calle de la Princesa, ocupado ahora por el edificio conocido como la Casa de las Flores. Entonces los campos del Atl¨¦tico y del Real Madrid estaban situados uno en frente de otro en la calle de O'Donnell esquina a Narv¨¢ez.
Cuenta Escart¨ªn que exist¨ªa la tradici¨®n entre los jugadores de ambos clubes de no vestirse en el campo del contrario. "Como estaban al lado, cuando se enfrentaban, los jugadores del equipo visitante cruzaban la calle, cubiertos con una gabardina, para cambiarse y ducharse en sus propios vestuarios. El campo del Atl¨¦tico, dentro de la modestia, era m¨¢s bonito que el del Madrid, m¨¢s completo, y adem¨¢s ten¨ªa instalaciones de tenis". Ambos campos estaban rodeados por una valla de madera llena de agujeros "a trav¨¦s de los cuales se ve¨ªa el f¨²tbol mejor que desde dentro". El nonagenario ¨¢rbitro se refiere a una ¨¦poca en la que 5.000 o 6.000 espectadores se consideraba una gran entrada.
Recuerda que el f¨²tbol prendi¨® en Espa?a desde el principio con mucha fuerza, sobre todo a partir de 1920, cuando la selecci¨®n espa?ola se proclam¨® subcampeona ol¨ªmpica en Amberes. "Aqu¨ª es cuando nuestro pa¨ªs se revel¨® como potencia futbol¨ªstica. Las calles madrile?as se llenaron de pelotas. Surgieron muchos equipos peque?os, que se reun¨ªan en tabernas porque no ten¨ªan local social. En los colegios ya se vislumbraba el gran avance que iba a tener este deporte. Hab¨ªa un equipo popular en Madrid que era el Racing, que ten¨ªa el campo en la calle de Hermosilla. Ten¨ªa muy buenos jugadores, aunque la aristocracia eran el Atl¨¦tico y el Madrid".
Cuando Pedro Escart¨ªn se retir¨® como jugador a los 23 a?os -"para bien del f¨²tbol", bromea-, se hizo ¨¢rbitro porque le atrajo "esa figura que impon¨ªa justicia frente a la pasi¨®n". Su ascenso fue fulgurante y en poco tiempo pas¨® a arbitrar finales de Liga e incluso la semifinal ol¨ªmpica Argentina-Egipto que se celebr¨® en Amsterdam. "Tuve suerte y una gran afici¨®n. Yo me entrenaba y procuraba mantenerme fiel a la norma de que hab¨ªa que decidir cerca del bal¨®n. Corr¨ªa mucho porque sosten¨ªa la teor¨ªa de que el ¨¢rbitro que no corre durante el partido, generalmente lo hace despu¨¦s".
Asegura que en su tiempo el arbitraje era menos dif¨ªcil porque no hab¨ªa intereses econ¨®micos por medio. "El dinero soluciona muchas cosas en la vida, pero cuando es excesivo pudre los valores morales, que es el gran mal de ahora a todos los niveles". Se r¨ªe cuando se le pregunta si alguna vez le intentaron comprar: "Ni siquiera me he sentido presionado. Yo he sido, soy y ser¨¦ un hombre libre. Me he equivocado algunas veces, pero me he equivocado Yo solo. De 847 partidos s¨®lo en cuatro me salieron mal las cosas. La proporci¨®n no es mala y eran encuentros muy dif¨ªciles".
No cobraba ni sueldo ni gratificaci¨®n alguna por el arbitraje. Pero entonces el pluriempleo era habitual y Escart¨ªn no viv¨ªa mal de su sueldo de funcionario de la diputaci¨®n, que redondeaba con varias representaciones comerciales y sus art¨ªculos period¨ªsticos.
Fue llamado en cinco ocasiones para ocupar el cargo de seleccionador nacional, pero s¨®lo acept¨® en dos, en 1953 y en 1960. "El f¨²tbol estaba muy politizado y despu¨¦s de mi primera experiencia como seleccionador promet¨ª no volver nunca m¨¢s. Pero cuando Espa?a fue eliminada de los Mundiales de Suecia en 1958 por ineptitud de quienes dirig¨ªan el f¨²tbol, me lo propusieron nuevamente y acept¨¦. Me lanc¨¦ al ruedo y ah¨ª est¨¢n los resultados: siete victorias y dos empates. Ganamos por primera vez en la historia a Argentina y batimos, tambi¨¦n por primera vez, a la selecci¨®n brit¨¢nica en su propio campo". Y a?ade orgulloso: "Yo me atrev¨ª en un partido de la Copa del Mundo a hacer debutar a un jugador de Segunda Divisi¨®n. Dijeron que estaba loco. Luego ese joven fue campe¨®n de Europa y jugador del Madrid, Ignacio Zoco". Pero al futbolista que m¨¢s ha admirado es a Alfredo di St¨¦fano. "Era un todoterreno. Un genio como punta, mediocampista y en el ¨¢rea. Ha sido el jugador m¨¢s completo de todos los tiempos".
Est¨¢ seguro de que este a?o el Atl¨¦tico ganar¨¢ la Liga. "En este momento es sin duda alguna el mejor bloque del f¨²tbol espa?ol. En cuanto al Madrid, parece que con Arsenio Iglesias ha encontrado el buen camino concluye.
.Casi ciego -se lamenta por no poder leer ni disfrutar de la pintura, sus dos grandes aficiones-, se levanta durante la entrevista para descolgar de la pared una antigua foto donde aparece vestido de ¨¢rbitro en el llamado "partido del siglo", la final Italia-Inglaterra, que se jug¨® en Tur¨ªn en 1948. Los ingleses ganaron por 4-0 y Escart¨ªn anul¨® dos goles a los italianos. "Al d¨ªa siguiente, el papa P¨ªo XII me recibi¨® en el Vaticano. Cuando apareci¨® el Santo Padre, yo estaba de rodillas como obligaba el protocolo. Cuando se enter¨® que yo era el ¨¢rbitro que hab¨ªa anulado los dos goles a Italia, se me qued¨® mirando fijamente, cambi¨® el tono de voz y me tuvo toda la entrevista de rodillas, cosa que no era habitual. Fue mi penitencia. Aquel Papa era un patriota".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.