Soria hace suya Barcelona
Los jugadores alucinaban. El entrenador, Miguel Angel Lotina, escrutaba la grada como si quisiera retener para los restos las im¨¢genes de dos aficiones -la del Barcelona casi tanto como la propia, la del Numancia- rendidas al f¨²tbol de su equipo. Los jugadores del Numancia regresaron al c¨¦sped, pese a acabar de ser eliminados, para celebrar el fin de fiesta de una participaci¨®n en la Copa que se ha convertido en una epopeya. Acabaron haciendo el ciempi¨¦s a cuatro patas en medio del Camp Nou, mientras que Lotina, ante la prensa, conclu¨ªa: "Tengo que agradecer la reacci¨®n del p¨²blico de Barcelona, la del Numancia de alguna manera ya la esperaba. El aplauso final ha sido precioso y nos ha emocionado. Todos hubi¨¦semos firmado antes del partido caer por 3-1 y de esta forma. El Bar?a es un gran equipo. Bastante hemos hecho. Con esta Copa sale ganando todo el mundo: Los jugadores, el club y Soria. A veces uno pierde y gana. Hoy puede ser una de esas veces. No hemos ganado la eliminatoria pero s¨ª otras cosas".Barcelona fue una fiesta. Nunca una derrota anunciada se celebr¨® con tanto orgullo, nunca los seguidores de un equipo se ganaron la incondicional simpat¨ªa e incluso la solidaridad de sus te¨®ricos rivales. Los 10.000 sorianos desplazados y los 4.000 residentes originarios de la ciudad castellana hicieron suya Barcelona y el Camp Nou. No hubo un solo momento de desmayo.
Ya muchas horas antes del partido, los jugadores del Numancia y su entrenador ten¨ªan que multiplicarse para atender las solicitudes de aut¨®grafos, para estrechar las manos que se les tend¨ªan, para complacer las peticiones de posar junto a los admiradores. Si ya eran los h¨¦roes antes de jugar, cuando marcaron el primer tanto de la noche el Camp Nou estall¨® de j¨²bilo. El santuario azulgrana se convirti¨® en un coliseo soriano, No hubo tregua. La algarab¨ªa no ces¨® ni cuando los suyos encajaron el primero, ni el segundo, ni el tercero. En la segunda parte, incluso se vitorearon con ol¨¦s las combinaciones de un equipo que justific¨® de forma fehaciente su fama de matagigantes. Algunos jugadores del Numancia tuvieron la osad¨ªa de pedir a su vez aut¨®grafos a los del Barcelona incluso en el descanso y, por supuesto, finalizado el partido, lo primero que hicieron fue pedirles a sus rivales una camiseta que guardar¨¢n para siempre como oro en pa?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.