Gastronom¨ªa para la nostalgia
Varias tiendas ofrecen a los inmigrantes ingredientes para cocinar sus platos nacionales
Una estudiante japonesa que quiere agasajar a sus amigos espa?oles, un emulador de Argui?ano, fan¨¢tico de la comida china, y un peruano que organiza una fiesta de compatriotas donde no ha de faltar la bebida nacional, la inca-cola. Son tres vecinos de un Madrid cada vez m¨¢s multirracial. Y lo tienen f¨¢cil, ya que tres singulares supermercados: Tokio Ya, lberoasia y Plaza de Am¨¦rica, ofrecen los ingredientes necesarios para poner sabores a la nostalgia de inmigrantes japoneses, chinos e iberoamericanos. No son tiendas para gourmets, sino aut¨¦nticos supermercados en los que los clientes, muchos originarios de los mismos pa¨ªses que los productos, cogen su cesta en la puerta y se pasean entre estanter¨ªas atestadas de productos. S¨®lo que no compran aceite de oliva, sino de soja, s¨¦samo o palma.
Michiyo Nakamura, una estudiante de espa?ol, y su amiga Ryoko Sasa, cocinar¨¢n esta noche una cena japonesa para unos compa?eros suecos. Varias familias de compatriotas hacen su compra de la semana en Tokio Ya, una tienda que lleva 15 a?os funcionando y s¨®lo el 10% de los clientes son espa?oles, mientras ellas adquieren el arroz largo, -el nori- unas l¨¢minas de algas que luego se enrollan cual cucuruchos para rellenarlas-, ra¨ªz de jengibre, toffu y sake.
Falta un ingrediente, la carne, y Nakamura pregunta a Mash, el dependiente, d¨®nde puede encontrarla fina como un papel. Hay una carnicer¨ªa en General Cabrera que la congela para poder laminarla despu¨¦s, y si va a hacer shushi, algunos pescaderos de los mercados de Cuatro Caminos y Chamart¨ªn preparan el pescado.
Los propietarios de Tokio Ya ofrecen a los ne¨®fitos espa?oles fotocopias de recetas, eso s¨ª, en ingl¨¦s. En las tres o cuatro tiendas de comida china disponen de recetarios en espa?ol sobre c¨®mo cocer el arroz hasta c¨®mo elaborar carne con cinco perfumes. Todas venden adem¨¢s menaje apropiado, como las cestas de bamb¨² para cocer los alimentos al vapor.
Pr¨¢cticamente todo es importado y esto, aparte de encarecer los productos, ocasiona algunos problemas. Arantxa Lamas, propietaria de Plaza de Am¨¦rica, que abri¨® hace menos de dos a?os, cuenta que no puede importar el pat¨¦ venezolano diablitos, muy solicitado, porque los mataderos de este pa¨ªs no est¨¢n homologados. ?Y an¨¦cdotas? Lamas recuerda a varios clientes que han insistido en comprar leche en polvo envasada en su pa¨ªs, a pesar de que los dependientes les explicaron que en cualquier supermercado encontrar¨¢n leche entera con todas las garant¨ªas sanitarias.
Tokio Ya: Presidente Carmona, 8. Iberoasia: Luna, 6. Casa Extremo Oriente: galer¨ªa del parking de plaza de Espa?a. Plaza de Am¨¦rica: Carranza, 24.
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