"Gonz¨¢lez quiere los votos de la izquierda para hacer pol¨ªtica de derechas"
Conserva, hasta el momento, un notable sentido del humor. Tan notable como su instinto de polemista. En su mesa, repleta de cuadros con cifras econ¨®micas, no se ve ninguna nota que prevea un debate Felipe Gonz¨¢lez-Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.Pregunta. Da la impresi¨®n de que a ustedes les va tan bien que no quieren ning¨²n riesgo y, por eso, el debate cara a cara con Felipe Gonz¨¢lez sencillamente no les interesa.
Respuesta. A estas elecciones se presentan tres fuerzas pol¨ªticas de implantacion nacional que son adem¨¢s las tres con mayor representaci¨®n parlamentaria. Eso no suced¨ªa en 1993...
P. En 1993 ustedes aseguraban, literalmente, que "los debates con m¨¢s de dos candidatos no son clarificadores sino que generan confusi¨®n". Lo dec¨ªa nada menos que el secretario general de su partido.
R. Nosotros hemos dicho que si el PSOE quiere un debate a dos lo hagamos despu¨¦s del debate a tres, que lo queremos nosotros e IU. Lo siento, somos mayor¨ªa. Gonz¨¢lez. tendr¨¢ que ir acostumbr¨¢ndose a aceptar las opiniones de los dem¨¢s si quiere seguir en la pol¨ªtica activa.
P. ?No cree que esas invocaciones altruistas a Izquierda Unida son un mero subterfugio?
R. Como el de Felipe Gonz¨¢lez al no querer durante a?os realizar debates y luego queri¨¦ndolos realizar. Reconozco que la posici¨®n de cada uno puede tener una explicaci¨®n electoral. No lo niego. Lo que digo es que dos grupos pol¨ªticos no tenemos por qu¨¦ plegarnos a los intereses de Felipe Gonz¨¢lez.
P. ?Por qu¨¦ en esta ocasi¨®n son ustedes tan altruistas y protectores con Izquierda Unida?
R. Nada de altruismo, ni de ejercer de protectores. Se trata de que Anguita ha pedido estar en los debates. Lo que pasa es que eso no le interesa a Gonz¨¢lez, que est¨¢ intentando enga?ar al electorado de Izquierda Unida. El PSOE s¨ª que tiene un programa oculto, porque lo que est¨¢ ah¨ª escrito no tiene nada que ver con el discurso de izquierda que est¨¢ haciendo. Gonz¨¢lez quiere el voto de izquierda para luego hacer una pol¨ªtica de derecha.
P. ?C¨®mo es que no est¨¢ en el programa electoral del PP el compromiso que usted mismo anunci¨®, y cuantific¨®, de rebajar las cotizaciones sociales?
R. Est¨¢ la propuesta de reducci¨®n de las cotizaciones sociales, no est¨¢ la cuantificaci¨®n, es verdad.
P. ?Qu¨¦ pasa en el PP para que haga un anuncio p¨²blico y luego no quede reflejado por escrito?
R. Hemos querido respetar literalmente el Pacto de Toledo. Pero seguimos defendiendo el objetivo (le situar las cuotas sociales por debajo de la media europea. La cuantificaci¨®n no la hemos querido poner en el programa para que no pareciera...
P. ? ... Para no quedar comprometidos?
R. No, no por eso, porque no creo que deje de comprometernos el defender, como yo acabo de hacer, el objetivo de situarlas por debajo de la media europea. Queremos bajarlas cuatro puntos durante la legislatura.
P. Ustedes han recibido muy contentos el apoyo de Miguel Boyer [ministro de Econom¨ªa en, el primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez]. Pero ¨¦l es muy reticente a la moneda ¨²nica, que ustedes apoyan, y es partidario de una reforma laboral, que ustedes ni siquieran quieren mentar...
R. No quiero iniciar un debate pol¨ªtico con Miguel Boyer. Ya, los tuve con ¨¦l cuando era ministro socialista. Muchas de las personas solventes que escriben sobre la situaci¨®n econ¨®mica coinciden con el diagn¨®stico del PP pero no comparten todas sus propuestas, y eso no es motivo para que les respondamos. Hay un mill¨®n de personas que votaron al PSOE en las anteriores elecciones generales que ya han decidido votar al PP...
P. Se?or Rato: est¨¢bamos hablando de Miguel Boyer.
R. ?l es un ejemplo de ese mill¨®n de personas. Nosotros somos partidarios de que Espa?a se integre en la moneda ¨²nica. Y creo que uno de los compromisos pol¨ªticos del pr¨®ximo Gobierno debe consistir en estimular a empresarios y sindicatos para que en sus negociaciones favorezcan la estabilidad en el empleo, los contratos estables. No somos partidarios de nuevas modalidades que ampl¨ªen la flexibilidad y la precariedad.
P. La radiograf¨ªa que quieren hacer de las cuentas del Estado ?se la encargar¨¢n a los funcionarios p¨²blicos, a los interventores, o tambi¨¦n a empresas de auditor¨ªa privadas?
R. Si la Intervenci¨®n nos dijese, cosa que a m¨ª me extra?ar¨ªa, que para tener un an¨¢lisis de las cuentas en poco tiempo es necesario un aumento de sus capacidades, ser¨ªa la propia Intervenci¨®n la que nos dijese qu¨¦ capacidades son ¨¦sas.
P. ?Ser¨¢n tambi¨¦n "auditor¨ªas de infarto"?
R. No. Lo de las auditor¨ªas de infarto lo acu?¨® el PSOE cuando lleg¨® al Gobierno. Parec¨ªan dirigidas a provocar un infarto a. algunas personas. Eran una amenaza. Las nuestras no. Adem¨¢s, los espa?oles ya han visto d¨®nde han estado los infartos en la ¨¦poca, del PSOE: en la corrupci¨®n, y en la deuda que nos dejan, cuatro millones y pico de pesetas por espa?ol. Nosotros vamos a ser igual de desconfiados que lo fue Solbes con Solchaga. Ni m¨¢s ni menos. Acu¨¦rdense de que Solbes revis¨¦. las cuentas y descubri¨® que en el Inem y en el Insalud hab¨ªa agujeros negros que hab¨ªa ocultado su predecesor.
P. ?Temen un d¨¦ficit oculto?
R. No se trata de temer. Sabemos que existe. En Espa?a hay m¨¢s deuda que la que se deriva de la suma de los d¨¦ficit.
P. ?Espa?a va a llegar a tiempo de cumplir con los plazos del proceso de convergencia?
R. Nuestro problema en el proceso de convergencia es que todav¨ªa no hemos empezado. Los esfuerzos supuestamente tit¨¢nicos no se ven por ning¨²n sitio. El d¨¦ficit p¨²blico en 1994 va a situarse entorno al 7%. Hemos perdido mucho tiempo.
P. Ustedes suelen describir cr¨ªticamente el presente. Pero lo que hoy se espera de ustedes es la descripci¨®n de soluciones.
R. Pero perm¨ªtanme que diga que desde hace mucho tiempo se ha gobernado con un cierto despotismo, en el terreno econ¨®mico y en otros. No se puede, por ejemplo, dise?ar impuestos sin escuchar a los que van a pagarlos. Nosotros atenderemos la reclamaci¨®n sobre una mayor calidad en los servicios p¨²blicos. Vamos a realizar una reforma del sistema impositivo destinada a fomentar el ahorro y la inversi¨®n y a combatir e? fraude. Y emprenderemos una reforma estructural de mercados.
P. ?C¨®mo piensan mejorar la calidad de los servicios p¨²blicos?
R. Haciendo que el dinero p¨²blico siga al ciudadano en vez de seguir a la burocracia. En 1993 llev¨¢bamos la propuesta de elecci¨®n de m¨¦dico en el programa, y el PSOE dijo que era imposible; ahora dice que hay que hacerlo. Ahora llevamos la elecci¨®n de centro hospitalario; y el PSOE dice que es imposible. Cuanta m¨¢s competencia introduzcamos en la producci¨®n de bienes p¨²blicos m¨¢s rendimientos les sacaremos a la pesetas y mejor para los espa?oles, que, ya ponen 1,2 billones anuales en solidaridad.
P. ?Y c¨®mo se concilia la lucha contra el fraude con su propuesta de reducir de cinco a tres a?os el plazo en que prescribe el delito fiscal?
R. Queremos que se baje a tres a?os para los que siempre han declarado y qu¨¦ se aumente a seis para los que no han declarado. No es una propuesta que afecte al delito fiscal como figura penal sino al pago de la deuda tributaria. Queremos que la Agencia Tributaria realice todas las actuaciones en tres a?os...
P. Y si no las ha realizado en tres a?os, en vez de cinco, ?el defraudador se salva?
R. Se... salvar¨ªa del pago de la deuda, no del delito. Reconozco que es una medida discutible, por eso no va en nuestro programa electoral. Es una medida que debe ir unida a una reorganizaci¨®n de la Agencia Tributaria, que estar¨¢ m¨¢s orientada a investigar que a recaudar. Y simplificaremos el sistema fiscal.
P. ?C¨®mo piensan hacerlo?
R. Con impuestos m¨¢s justos, razonables y sencillos. En los ¨²ltimos diez a?os se han publicado 2.900 disposiciones de car¨¢cter tributario. La complejidad invita al fraude a los m¨¢s audaces o con m¨¢s medios para aprovechar posibles recovecos o contradicciones. Ya anuncio que con nosotros la gente tendr¨¢ que adaptarse a pagar lo que le corresponda. No habr¨¢ amnist¨ªa fiscal.
P. Ustedes dan por descontado que la reducci¨®n del tipo m¨¢ximo del IRPF del 56% al 40% aumentar¨¢ la recaudaci¨®n.
R. Eso depende tambi¨¦n del m¨ªnimo exento. Hay que plantearse un nuevo m¨ªnimo exento para favorecer que en los tipos medios pague m¨¢s quien m¨¢s tiene. Y est¨¢ en la doctrina hacend¨ªstica europea y espa?ola la conveniencia de acercar el ¨²ltimo tramo del tipo marginal al tramo del impuesto de sociedades. As¨ª las decisiones no se toman bajo el prisma de cu¨¢nto hay que pagar, sino de c¨®mo lograr la mayor rentabilidad.
P. ?En cu¨¢ntos tramos dejar¨¢n el IRPF?
R. Nuestro objetivo es tender a tres tramos. Puesto que ahora el PSOE, adem¨¢s de secundar nuestra propuesta de un Estatuto del Contribuyente, parece dispuesto a discutir una bajada de los tipos y discutir las deducciones cabe pensar que en la pr¨®xima legislatura sea posible una simplificaci¨®n del IRPF.
P. ?Qu¨¦ opina de la propuesta de reparto del trabajo?
R. Bajar el sueldo y trabajar enos horas es econ¨®micamente ineficaz, socialmente injusto y e atrever¨ªa a decir que moralmente una aberraci¨®n, porque grita el incentivo que supone era una persona progresar en la medida de su esfuerzo.
P. ?,Qu¨¦ van a hacer con los presupuestos?
R. Una nueva ley de presupuestos requiere una tramitaci¨®n e tres meses...
P. Luego recurrir¨¢n a un decreto de medidas urgentes.
P. Esa es una posibilidad.
P. ?Por qu¨¦ est¨¢ tan dudoso que lo que har¨¢ como ministro de econom¨ªa cuando usted no est¨¢ nada dudoso sobre qui¨¦n va a ser nuevo presidente del Gobierno?
R. ?Ah! Porque hay un candidate, ya elegido a presidente el Gobierno. Y el nombramiento del ministro de Econom¨ªa es prerrogativa exclusivamente suya.
P. ?La Oficina Presupuestaria estar¨¢ finalmente vinculada a la residencia del Gobierno?
R. Eso es un compromiso de Aznar.
P. Pues eso es algo que puede o gustarle a un ministro de Econom¨ªa.
R. Eso ser¨¢ un disgu... No lo s¨¦. No hay que desear acumular todo el poder.
P. Si es ministro ?aprovechar¨¢ la disponibilidad de Miguel oyer para pedirle consejo?
R.Todos los que han sido ministro de Econom¨ªa tienen cosas valiosas que aportar.
P. ?Aumenta la confianza en os jueces el hecho de que cuando tienen que depurar las responsablidades de uno de ellos por hacer revelado secretos de un usuario la sanci¨®n sea una multa e 300.000 pesetas?
R. Creo que los jueces deben adaptar sus sistemas disciplinarios internos a lo que exigen al conjunto de la sociedad. Y deben aumentar la severidad respecto a a filtraci¨®n de sumarios, porque so afecta a derechos fundamentales.
P. ?Le preocupa el corporatimismo en el poder judicial?
R. El corporativismo en Espa?a es bastante com¨²n, pero tampoco es un fen¨®meno exclusivamente espa?ol. Cuanta m¨¢s transparencia haya, menos corporativismo existir¨¢.
P. ?El PP va a poner todo su empe?o, nada m¨¢s llegar al Goiberno, en suspender la entrada en vigor de la reducci¨®n de penas el nuevo C¨®digo Penal?
R. Eso requiere una ley org¨¢ica y habr¨ªa que ver si disponemos de suficientes votos.
P. La pregunta es si tienen menci¨®n de promoverlo y si es ara ustedes una prioridad como a dicho alg¨²n compa?ero suyo.
R. Hay asuntos como el narcotr¨¢fico y el terrorismo en los que actuaremos de modo inmediato para conseguir el cumplimiento ¨ªntegro de las penas. Todo el mundo sabe que nuestra principal objeci¨®n al nuevo C¨®digo fue el sistema de penas. Pero no actuaremos sin escuchar otros argumentos.
P. ?Los asesinatos de ETA son la campa?a electoral de Herri Batasuna?
R. ?S¨ª! El asesinato de Tom¨¢s y Valiente va dirigido a los votantes de HB, para mostrarles el poder de ETA. Los terroristas pidert el voto para HB con asesinatos. Es un reflejo de que HB retrocede en las urnas y de que necesitan recurrir a la t¨¦cnica mafiosa del asesinato y la intimidaci¨®n en la calle.
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