El 'caso Morrison' reabre el debate del sida en el boxeo
Varios Estados de EE UU exigen generalizar la prueba del virus
C. L. SMITH MU?IZ El caso del boxeador Tommy Morrison ha vuelto a despertar las inquietudes sobre el sida en el deporte. La NBA recibi¨® recientemente a Magic Johnson con los brazos abiertos cuando ¨¦ste decidi¨® volver a las canchas. Pero Morrison y otros como ¨¦l se enfrentan a un futuro incierto, quiz¨¢s sin el derecho de continuar con su profesi¨®n. La pasada se mana, Nueva York se convirti¨® en el quinto Estado de la naci¨®n en exigir una prueba del sida de los boxeadores antes de cada combate.
Morrison ten¨ªa previsto celebrar un combate el pasado s¨¢bado en Las Vegas, y su suspensi¨®n ha resucitado un debate intenso y hasta hist¨¦rico. Seg¨²n la mayor¨ªa de los expertos m¨¦dicos, la posibilidad de contagio en un combate es infinitamente mayor comparado con un partido de baloncesto. Pero el boxeo es un deporte sangriento. El contacto f¨ªsico entre los p¨²giles es constante y en algunos instantes de larga duraci¨®n. La sangre, el sudor y la saliva salpica como lluvia sobre el cuadril¨¢tero y ba?a hasta a los espectadores de primera fila.
Por ello, el mundo del boxeo, y con ¨¦l los pol¨ªticos, no se fian de los m¨¦dicos. Basta con decir que Mills Lane, el ¨¢rbitro del ¨²ltimo combate de Morrison, el pasado 7 de octubre, fue uno de los muchos que se someti¨® a una prueba del sida despu¨¦s de la revelaci¨®n de Morrison. "Es taba cubierto de sangre", declar¨® Lane. "Morrison se desangr¨® sobre m¨ª y todos los dem¨¢s. Tengo una mujer y dos hijos. No estoy del todo preocupado pero me sentir¨¦ mucho mejor si conozco mi situaci¨®n con seguridad".
Los diputados estatales en California y New Jersey est¨¢n preparando leyes nuevas para exigir pruebas del sida. El American CP vils Liberties Union, un grupo que defiende casos de discriminaci¨®n por ideas, ha declarado que luchar¨¢ contra las leyes que exijan pruebas obligatorias sin causa alguna, pero la opini¨®n p¨²blica no est¨¢ a favor de derechos individuales. "No s¨¦ trata de derechos civiles, se trata de la salud p¨²blica", declar¨® el diputado republicano de California Gary Miller.
Ir¨®nicamente, el rival de Morrison en el combate del 7 de octubre declar¨® que no se someter¨¢ a una prueba de sida hasta su pr¨®ximo combate. "Me preocupa m¨¢s la salud de Morrison" afirm¨® el ingl¨¦s Lennox Lewis: ex campe¨®n mundial de pesos pesados y campe¨®n ol¨ªmpico en 1988. "No sufro paranoia-alguna. No hay raz¨®n para volverse loco. Me he educado sobre el virus y reconozco que el riesgo de contaminaci¨®n es m¨ªnimo", coment¨® Lewis.Nueva York se une a Nevada, Washington, Oreg¨®n y Arizona como los estados que insisten en pruebas del sida en el boxeo profesional. Puerto Rico tambi¨¦n mantiene un control. Sin embargo, el propio m¨¦dico de la comisi¨®n estatal de deportes de Nueva York, el doctor Bill Lathan, duda de la eficacia de la. nueva medida. "Me han salpicado con sangre durante los ¨²ltimos 15 a?os. Creo que lo que se siente en este momento es histeria", dijo Lathan en declaraciones al diario The New York Times.Morrison, de 27 a?os, sostuvo una rueda de prensa emotiva llena de remordimiento el pasado jueves. No supo precisar c¨®mo se infect¨® con el virus del sida salvo admitir que ¨¦l mismo se lo busc¨®. "He vivido una vida disipada, promiscua e imprudente", declar¨®. "Pens¨¦ que el sida era una enfermedad que s¨®lo conocen los drogadictos que comparten agujas y los homosexuales. Sinceramente pens¨¦ que era m¨¢s f¨¢cil ganar a la loter¨ªa que contraer el virus del sida. Nunca en mi vida me he equivocado tanto".
Morrison tiene un registro de 45 victorias frente a tres derrotas y un empate, con un total de 39 fueras de combate. Su mayor atractivo siempre fue ser la gran esperanza blanca. Grande y bien parecido, era m¨¢s conocido por sus conquistas sexuales que por sus habilidades dentro del cuadril¨¢tero. Lewis despach¨® a Morrison sin inconvenientes en seis asaltos el pasado 7 de octubre, haciendo de su rostro pulpa sangrienta.
Morrison ha jurado que nunca m¨¢s practicar¨¢ el boxeo y afirm¨® que todas las personas con las que ha podido contactar, incluyendo a viejas novias y a compa?eros de entrenamientos, no han dado positivo al virus del sida."Nunca he sido tan est¨²pido en mi vida", dijo Morrison. "Estoy aqu¨ª para decirles que pens¨¦ que era a prueba de balas y no fue as¨ª. Espero que sirva de aviso para otros que seguir esta vida conduce a un solo resultado, la miseria".
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