El 97% de los desint¨®xicados vuelve a caer
Los ¨ªndices de reca¨ªda dan una idea de hasta qu¨¦ punto puede ser ineficaz el tratamiento a corto plazo contra la droga. Por ejemplo, en algunos estudios, s¨®lo entre un 30% y un 50% de los pacientes se mantiene completamente alejado de las drogas durante el primer a?o posterior al tratamiento. Otros estudios han descubierto que los ¨ªndices de reca¨ªda tras programas de desintoxicaci¨®n para pacientes internos ascienden a un 55% despu¨¦s de seis meses y a un 97% despu¨¦s de un a?o.O'Brien y McLellan . comentan: "Frente a lo que generalmente se cree, la adicci¨®n no termina cuando se elimina la droga del cuerpo (desintoxicaci¨®n), ni cuando desaparece el agudo s¨ªndrome posterior al consumo de drogas (abandono). M¨¢s bien ,el trastorno adictivo latente persiste y esta persistencia provoca una tendencia a la reca¨ªda en el consumo activo de drogas".
Estos investigadores afirman que, por consiguiente, la gente que ha sido adicta habitualmente "necesitar¨¢ un tratamiento continuado de mantenimiento, psicosocial, farmacol¨®gico o de ambos tipos". Seg¨²n ellos, "como ocurre en el caso de otros trastornos cr¨®nicos, la ¨²nica expectativa realista es la mejora del paciente, en lugar de su curaci¨®n".
?Qu¨¦ hay que hacer entonces? Las oportunidades de ¨¦xito dependen en gran medida de la persona. Un paciente que tiene pocos problemas sociales y personales y que tiene una fuerte motivaci¨®n para dejar las drogas tiene la mayor oportunidad de ¨¦xito, al contrario que aqu¨¦llos que viven en un ambiente adverso.
?Pero hasta d¨®nde pueden llegar los programas de reducci¨®n de da?o? Algunos pol¨ªticos opinan que la guerra contra la droga se ha perdido y que habr¨ªa, que considerar seriamente la legalizaci¨®n, de, por lo menos, algunas de las drogas actualmente prohibidas, y, quiz¨¢ transferir el control de las autoridades, legales sobre estas sustancias a los profesionales de la sanidad. Para mucha gente, la idea de legalizar las drogas es un anatema.
Virginia Berridge, de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dice que la historia demuestra que las sociedades pueden cambiar su actitud ante el consumo de drogas. Por ejemplo, en Gran Breta?a, hasta 1868, el opio se pod¨ªa adquirir libremente, e incluso despu¨¦s de la puesta en pr¨¢ctica de restricciones legales, "el consumo regular de opio no se convirti¨® autom¨¢ticamente en un motivo de preocupaci¨®n o en objeto de intervenci¨®n m¨¦dica o legal". Seg¨²n Berridge, la creaci¨®n de una pol¨ªtica contra la droga es un proceso din¨¢mico en el que la estrategia de la aplicaci¨®n de la ley puede "quedar en segundo plano" y permitir que se prueben otros modelos.
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