Los saharauis piden, tras 20 a?os de exilio, negociar con Marruecos
El presidente de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica, Mohamed Abdelaziz, aprovech¨® ayer la conmemoraci¨®n de sus primeros 20 a?os de exilio en un inh¨®spito rinc¨®n del desierto argelino para pedir abiertamente negociar con Marruecos. Su n¨²mero dos, Bachir Mustafa Sayed, fue m¨¢s all¨¢. Dijo que "un poderoso pa¨ªs miembro permanente del Consejo de Seguridad" -dej¨® adivinar que EE UU- est¨¢ presionando a Marruecos para que se siente a negociar.
Por si no hay di¨¢logo, los saharauis reiteran su amenaza de guerra, con una novedad. Dicen que Marruecos est¨¢ concentrando tropas de ¨¦lite en el "¨¢ngulo" sureste de su frontera (sin contar el disputado S¨¢hara occidental) frente "a la parte m¨¢s sensible de la frontera argelina". Dejan caer que esto le gusta tan poco a Argel como a los saharauis."Hacemos un llamamiento al Gobierno de Marruecos para entablar negociaciones directas con nosotros en el plazo m¨¢s breve posible", declar¨® en la tarde de ayer Abdelaziz en la esplanada de la wilaya (provincia) de Smara, donde los saharauis hicieron desfilar a sus soldados, sus ni?os y representantes de sus oficios en conmemoraci¨®n del 200 aniversario.
Ese breve plazo, el ¨²ltimo tras un sinf¨ªn de aplazamientos, est¨¢ dado por la ONU: finales de mayo. Despu¨¦s la Minurso (Misi¨®n de Naciones Unidas para el S¨¢hara Occidental) se ir¨¢. ?No habr¨¢ nuevo aplazamiento? El presidente de la comisi¨®n de identificaci¨®n de la Minurso para el refer¨¦ndum, el holand¨¦s Van Dor Kloert, lo ve poco probable. "La amenaza de retiro de la ONU esta vez va m¨¢s en serio", responde Dor Kloert. Hay un motivo de peso. La Minurso se gasta tres millones de d¨®lares al mes (unos 375 millones de pesetas) en intentar organizar un refer¨¦ndum que cada d¨ªa parece m¨¢s improbable.
Desde noviembre del pasado a?o, los ocho centros de identificaci¨®n de votantes est¨¢n cerrados. El jefe de la Minurso dice que los saharauis han bloqueado la inscripci¨®n porque no reconocen a tres tribus que los marroqu¨ªes quieren incluir en el censo. Los saharauis, en boca de su coordinador con la Minurso, replican que ellos s¨®lo piden que se publiquen los hasta ahora identificados, que es un compromiso de la ONU y que si Marruecos se niega ser¨¢ "porque o albergan malas intenciones o lo sabe todo". Y los d¨ªas siguen pasando despacio en la hamada argelina, un desierto pedregoso donde los saharauis viven, sobre todo, de la ayuda internacional.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si la Minurso cumple su amenaza y se retira en junio o en alg¨²n momento cercano? Ser¨¢ la guerra, replica todo saharaui capaz de entablar una conversaci¨®n en castellano. Para mostrar esa disposici¨®n a la guerra ayer desfilaron j¨®venes y ancianos portando sus kal¨¢shnikov.
No qued¨® uniforme sin soldado. Primero marcharon unos 2.500 hombres de todas las edades y con alguna dificultad para mantener un ritmo marcial. Le siguieron las mujeres, unas 150, con mochilas para unas transmisiones que parecen imposibles desde esta esquina del mundo. Cuatrocientos hombres j¨®venes de aspecto castrense concluyeron la muestra de la infanter¨ªa saharaui. Detr¨¢s, 25 todoterrenos, 20 tanquetas, 10 blindados y 30 antia¨¦reos del Ej¨¦rcito saharaui, tambi¨¦n con el esquema de los m¨¢s oxidados primero, y los relucientes al final.
Abdelaziz calific¨® a sus soldados de "Ej¨¦rcito moderno con experiencia combativa y voluntad de sacrificio que le permitir¨¢ defender y restaurar los derechos del pueblo saharaui". El Frente Polisario ense?a sus armas para recordar que el alto el fuego es un hecho desde 1991, pero que en el futuro, como antes de esa fecha, pueden hacer mucho da?o al Ej¨¦rcito marroqu¨ª.
"Los jovenes llevan cinco a?os desmovilizados y no ven mejoras, no sabemos si les podremos seguir controlando". Esta frase de Bachir resume un estado de ¨¢nimo y una forma de amenazar que siempre va acompa?ada de deseos de paz.
La Rep¨²blica Saharaui ha estrenado con este aniversario moneda, la peseta saharaui. Tiene presidente, Gobierno, soldados, prisioneros y un pueblo capaz de aguantarlo todo. Pero no territorio ni modo de supervivencia. Habitan un rinc¨®n del desierto argelino pr¨®ximo a la ex colonia espa?ola del S¨¢hara que reclaman. Viven de las aportaciones de organizaciones humanitarias, muchas de ellas espa?olas, y de su orgullo. Ayer cumplieron 20 a?os. Falta por ver si de existencia o de subsistencia.
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