Morente en el laberinto

IV Festival Flamenco de Madrid: creadores

Cante: Enrique Morente.Toque: Tomatito, Paquete Porrina y Miguel ?ngel Cort¨¦s. Coros y palmas: Negri (tambi¨¦n percusi¨®n), ?ngel G¨¢barre, Antonio y Aurora Carbonell, Estrella y Sole¨¢ Morente.

Grupo: Lagartija Nick. Teatro Alb¨¦niz. Madrid, 28 de febrero.

Tengo la impresi¨®n de que Morente estuvo en este concierto m¨¢s que nunca condicionado por un laberinto de circunstancias que no pudo o no supo controlar. Es cierto que fue un concierto de gran complejidad con tres partes claramente definidas: los cantes con el ¨²nico acompa?amiento de la guitarra de Tomatito, quien se va adecuando a Morente con talento y sensibilidad; otros m¨¢s r¨ªtmicos con todos los flamencos y finalmente el tema Omega, una especie de cantata que se inicia con una marcha f¨²nebre y sigue con diversos palos flamencos, bas¨¢ndose en el poema de Garc¨ªa Lorca del mismo t¨ªtulo y al que presta su colaboraci¨®n adem¨¢s el grupo rockero Lagartija Nick; por cierto, alguien deb¨ªa haber explicado lo que se iba a o¨ªr.Morente hizo un gran esfuerzo y cant¨® entregado, pese a la reclamaci¨®n que alguien del p¨²blico le hizo -creo que injustamente- de que . pusiera sentimiento. Puso sentimiento sin perder la cabeza, puso voz, puso sabidur¨ªa cantaora, puso inventiva, puso riesgo... En fin, todo lo que hace de Morente un caso ¨²nico en el cante.

Lo que ocurri¨® es que los problemas a?adidos fueron surgiendo e incordiaron lo suyo. En plano dominante el sonido, que al principio se iba -en la ca?a, en una atrevida y bell¨ªsima versi¨®n que Morente hace de este dific¨ªl g¨¦nero-; despu¨¦s las palmas, que de vez en cuando hac¨ªan con tal entusiasmo los propios deudos del cantaor que imped¨ªan la audici¨®n de su voz; y finalmente en Omega, una obra con entidad propia que Morente est¨¢ comenzando a poner y que merec¨ªa correr mejor suerte. Al estar casi toda ella cantada y tocada con enorme fuerza, la sonorizaci¨®n s¨®lo fue capaz de transmitir al p¨²blico una especie de barullo en que ni la voz ni los instrumentos tomaban relieve propio.

A la salida, discusiones apasionadas entre la audiencia. Lo habitual cuando canta Morente.