El amigo de mi enemigo.
El p¨¢nico hacia los islamistas fue m¨¢s fuerte que el odio visceral que se profesan Mesut Yilmaz y Tansu ?ller. La primera ministra en funciones y l¨ªder del Partido de la Recta V¨ªa (DYP) no fue capaz de formar Gobierno cuando se lo encarg¨® hace un mes el presidente de Turqu¨ªa, Suleim¨¢n Demirel. ?iller se neg¨® a ceder a su rival el caramelo de encabezar el primer Gobierno salido de las elecciones del 24 de diciembre pasado. Pero, cuando d¨ªas atr¨¢s, tuvo que enfrentarse a la realidad de una coalici¨®n entre el Partido de la Madre Patria (ANAP), que lidera Yilmaz, y el islamista Partido del Bienestar (RP), de Necmettin Erbakan, la primera mujer que ha tenido Turqu¨ªa al frente de su destino dijo ?basta! y cedi¨®.Ayer fue un d¨ªa de fiesta para el mundo de los negocios y para todos aquellos que creen que Turqu¨ªa es la puerta europea de Asia. La alianza de la derecha prooccidental y laica era la gran aspiraci¨®n de todos los creen que el futuro del pa¨ªs pasa por estrechar al m¨¢ximo sus v¨ªnculos con Europa; v¨ªnculos que sirven de amuleto contra el oscurantismo del integrismo religioso.
Al fin y al cabo, aunque los islamistas fuesen el partido m¨¢s votado, s¨®lo obtuvieron el 21,32% de los votos emitidos, lo que quiere decir que el 78,68% restante del pa¨ªs quiere, en su mayor¨ªa, que los mul¨¢s prediquen en sus mezquitas y dejen la pol¨ªtica para los pol¨ªticos.
Si es cierto lo que afirmaba ayer Yilmaz de que para mediados de este mediados el nuevo Gobierno estar¨¢ en condiciones de obtener el voto de confianza del Parlamento, se puede decir que ha costado m¨¢s de cinco meses alumbrar una coalici¨®n que, sin duda, era y es la m¨¢s natural dentro del galimat¨ªas de la pol¨ªtica turca. Ambos partidos tiene la misma ideolog¨ªa, comparten los mismos intereses pro Uni¨®n Europea y pro Alianza Atl¨¢ntica, defienden los Mismos principios laicos y de econom¨ªa de mercado e incluso est¨¢n dirigidos por dos claros representantes de la nueva clase pol¨ªtica nacional.
Yilmaz y ?iller tambi¨¦n comparten el reto de introducir a Turqu¨ªa en el siglo XXI. Si definitivamente logran dejar de lado los viejos odios y se impone una reconciliaci¨®n amplia, podr¨ªan beneficiarse incluso de un extenso apoyo socialdem¨®crata que, al igual que la derecha, tiene como objetivos prioritarios la modernizaci¨®n del pa¨ªs y el impedir que la religi¨®n domine la vida de la naci¨®n.
De momento, ?iller,ha decidido que no formar¨¢ parte del Gobierno y se limitar¨¢ a su funci¨®n de diputada. Tal vez esa distancia sea la mejor forma d¨¦ empezar a entenderse una vez finalizada la etapa de la lucha entre la primera ministra y el jefe de la oposici¨®n parlamentaria.
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