La correlaci¨®n izquierda-derecha apenas var¨ªa
El PP concentr¨® el voto conservador, pero no rest¨® lo suficiente al PSOE para la mayor¨ªa holgada
El triunfo del centro derecha en Espa?a apenas ha modificado el mapa global de correlaci¨®n de fuerzas en el pa¨ªs. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, la diferencia porcentual de votos entre la derecha y la izquierda apenas var¨ªa, en beneficio de esta ¨²ltima. El pasado domingo, la suma porcentual del PSOE (37,5%) m¨¢s Izquierda Unida (10,61%) fue del 48,1%, cifra superior en 9,2 puntos al resultado obtenido por el Partido Popular (38,9% de los votos). Tal diferencia fue de 11,9 puntos en las anteriores legislativas de 1993, de 15 en las de 1989 y de 13,5 en las de hace diez a?os (en estos dos ¨²ltimos a?os sumando Alianza Popular, CDS y UCD). El dato es especialmente significativo si se tiene en cuenta que, el pasado domingo, el PP concentr¨® por primera vez el voto que va desde la extrema derecha hasta parte del centro izquierda y, aun as¨ª, su techo electoral no fue suficientes para disfrutar de una mayor¨ªa holgada.
Los primeros an¨¢lisis efectuados por t¨¦cnicos sobre los resultados del pasado domingo indican que Espa?a contin¨²a siendo un pa¨ªs en el que la relaci¨®n izquierda derecha es muy estable, tanto en votos como en porcentaje, a pesar del esfuerzo del PP por hacer se con todo el apoyo conservador y parte del centro izquierda. As¨ª, PSOE m¨¢s, Izquierda Unida superaron en 2,4 millones de votos al PP, y la cifra fue muy similar en las tres anteriores legislativas: 2,7 millones en 1993; 3,1 en 1989 y 2,7 millones en 1986. En estos c¨¢lculos, no, se tienen en cuenta los partidos nacionalistas, con un comportamiento electoral muy espec¨ªfico.
Tres condiciones
De estos datos se deduce que el centro derecha espa?ol s¨®lo puede dar un vuelco a tal situaci¨®n si cumple hasta sus ¨²ltimas consecuencias estas tres condiciones: concentrar todo el voto conservador; arrancar una importante bolsa de votos a simpatizantes de centro izquierda del PSOE, y lo Zrar una izquierda profundamente dividida que, al repartirse el voto, acabe beneficiando neta rnente al partido mayoritario. El domingo, el PP cumpli¨® la primera condici¨®n y logr¨® ser el partido m¨¢s votado. Pero apenas se- aproxim¨® al 40% de los votos, que fue su techo en las europeas de 1994. Por el contrario, la con centraci¨®n del voto de la izquierda, como cuando se produjo en 1982 entonces el PCE s¨®lo cont¨® con el 4% de los votos alcanza porcentajes de apoyo que superan el 50%.
Al partido de Aznar le falla ron, a pesar del ambiente favorable a priori los otros dos ingredientes que, seg¨²n los expertos, deben jugar a favor del partido que concentre el voto conservador. Y eso ocurri¨® porque el PSOE defendi¨® bien sus fronteras (mantuvo y hasta ampli¨® sus m¨¢s de 9 millones de votos) y porque el reparto del voto entre PSOE e IU perjudic¨® al primero pero apenas benefici¨® al segundo. Cabe se?alar que en muchas provincias peque?as (como Burgos, Cuenca o La Coru?a) los votos a IU no dieron esca?os a esta formaci¨®n pero se los hubieran dado al PSOE si hubieran ido a esta formaci¨®n. Los socialistas tendr¨ªan una veintena m¨¢s de esca?os en el hipot¨¦tico caso de sumar los votos de IU all¨ª donde esta formaci¨®n no obtiene acta.
En comparaci¨®n con la ¨²ltimas generales de 1993, el PP logr¨® 1,4 millones m¨¢s de votos. Es de suponer algunos centenares de miles de votos proceden de simpatizantes de partidos que ahora no se presentaban (CDS, Par, Ruiz Mateos, Jes¨²s Gil ... ). Otras decenas de miles, o centenares de miles, proceder¨¢n de parte de los 1,3 millones de nuevos votantes. Por tanto, queda ya un resto poco significativo de votos que han podido trasvasarse del PSOE al PP porque, de hecho, los socialistas han tenido m¨¢s votos que en 1993.
El partido de Aznar ha mejorado posiciones en casi todas las provincias -ha sido el m¨¢s votado en 34 de las 52 circunscripciones- y ha obtenido alguno de sus avances m¨¢s notables en viejos fortines del PSOE, como Castilla-La Mancha. Extra?amente, sin embargo, apenas consigui¨® mejoras de consideraci¨®n en autonom¨ªas gobernadas por el centro derecha. En Galicia, incluso pierden un diputado (en Pontevedra, donde sin embargo aumenta su apoyo en 15.000 votos). Y en Madrid, Aznar qued¨® por debajo del porcentaje de votos logrado por Alberto Ruiz Gallard¨®n en las auton¨®micas del a?o pasado, aunque consigui¨® un acta m¨¢s que en 1993.
Frenos al PP
Pero donde el PP se ha encontrado con aut¨¦nticos frenos a su planeado despegue ha sido en Andaluc¨ªa y Catalu?a. En Andaluc¨ªa, donde los socialistas ganaron el domingo en las ocho provincias, se produjo un fen¨®meno similar al registrado en dos ocasiones anteriores en las que el PSOE, y personalmente Felipe Gonz¨¢lez, se jugaba buena parte de su futuro: en el refer¨¦ndum de la OTAN y en 1993. En Catalu?a, Aznar invirti¨® grandes esfuerzos durante la campana en su objetivo de limar votos al PSC-PSOE y a CiU. No s¨®lo no lo logr¨® sino que incluso no sum¨® ning¨²n diputado m¨¢s y hasta descendi¨® de votos -1.500- en Lleida.
Como estaba previsto, los analistas insisten en que el alto nivel de participaci¨®n (m¨¢s del 78%) ha beneficiado netamente al PSOE. En este terreno, afirman que, alrededor de un 15% de los votantes del PSOE -dato que deducen de estudios efectuados en anteriores convocatorias electorales- son personas que dif¨ªcilmente votar¨ªan a otras formaciones, pero que tienen una importante tendencia a la abstenci¨®n. Por eso, se?alan que la llamada de ¨²ltima hora a esos electores para que acudieran a las urnas benefici¨® casi en exclusiva a los socialistas. El suelo electoral del PSOE sigue estando en el 30,7% de votos, resultado que obtuvo en las elecciones europeas de 1994.
En el ¨¢mbito de los partidos nacionalistas, destaca la p¨¦rdida de 26.000 votos de HB en Euskadi, m¨¢s otros 5.000 en Navarra. El PNV recupera casi todo el apoyo perdido por HB, pero hay que precisar que los abertzales radicales s¨®lo bajan 7.500 votos respecto a las municipales del ano pasado. En Catalu?a, los independentistas de ERC pierden 30.000 votos y CiU, otros 50.000, mientras el PSC gana 200.000. El panorama nacionalista se completa con la incorporaci¨®n, por primera vez, del Bloque Nacionalista Galego, que consigue dos diputados -en La Coru?a y Pontevedra- con el apoyo de m¨¢s de 167.000 votos.
De otro lado, los acuerdos y/o apoyos que PP e IU protagonizan desde 1993 apenas est¨¢ beneficiando a ambos en las sucesivas elecciones, y sobre todo a la coalici¨®n de Anguita. En 1993, IU obtuvo el 9,6% de los votos, cifra que se elev¨® al 13,5% en las europeas, descendi¨® al 12% en las locales de 1994 y se redujo al 10,6% el pasado domingo.
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