Los rectores debaten c¨®mo reformar los nuevos planes evitando la contrarreforma

Los rectores se han puesto en cabeza para buscar soluciones a los efectos perversos que la implantaci¨®n de los nuevos planes de estudios ha generado. La Conferencia de Rectores de Universidades Espa?olas (CRUE), una organizaci¨®n no oficial revitalizada en octubre de 1994, est¨¢ reunida desde la tarde de ayer en la capital valenciana debatiendo un documento elaborado por el equipo rectoral de la Universidad de Valencia, que preside Pedro Ruiz. Un total de 46 universidades espa?olas (39 p¨²blicas y siete privadas) est¨¢n representadas en el encuentro, que pretende encontrar el camino para reformar la reforma sin caer en la contrarreforma, seg¨²n la afortunada expresi¨®n que utiliza Josep Mart¨ªnez Bisbal, ex vicerrector de Valencia, en su aportaci¨®n a un libro colectivo sobre el asunto presentado ayer, coincidiendo con la reuni¨®n.Presidida por el responsable de la Universidad de Sevilla, Juan Ram¨®n Medina, la Conferencia de Rectores dar¨¢ a conocer hoy sus conclusiones, que podr¨ªan incluir la recomendaci¨®n de modificar las directrices de los nuevos t¨ªtulos universitarios para que se reduzcan los l¨ªmites m¨ªnimos de cr¨¦ditos por cada carrera. Los ecos de lo que decida, en todo caso, se har¨¢n sentir en la sesi¨®n del Consejo de Universidades que se desarrollar¨¢ ma?ana en Tarragona.

"La reforma de los planes de estudio es enormemente ambiciosa", asegur¨® el rector de Valencia, Pedro Ruiz, "y en estos momentos es importante una reflexi¨®n para subsanar los problemas planteados, que en algunos casos son muy graves".

Ruiz habla con conocimiento de causa. Su universidad, que ha sido pionera en apuntar los problemas de los nuevos planes, ha elaborado un documento a partir de una encuesta respondida por 38 universidades, en el que se destacan varias distorsiones fundamentales. El vicerrector de Estudios, Francisco Morales, las enumer¨® ayer: excesiva carga lectiva, elevado n¨²mero de abandonos, una duraci¨®n real de las carreras que no se corresponde con la reducci¨®n de las mismas que pretend¨ªa la reforma, graves problemas de organizaci¨®n administrativa, escasa troncalidad de los estudios afines y dif¨ªcil ejercicio efectivo por los alumnos de la optatividad.

Como soluciones, el borrador redactado por la Universidad de Valencia propone reducir el n¨²mero de cr¨¦ditos por carrera o redefinir su significado, de manera que no necesariamente se traduzcan, como ahora, en 10 horas presenciales de clase; fijar m¨ªnimos de cr¨¦ditos por asignatura para garantizar que sus contenidos acad¨¦micos sean razonables; extender la transversalidad de materias que puedan ser v¨¢lidas para diferentes titulaciones; dise?ar las pr¨¢cticas de manera coordinada entre todas las ¨¢reas de conocimiento implicadas para evitar el actual aislamiento de las diferentes ofertas y reorganizar la estructura de las universidades en ¨¢reas para facilitar una gesti¨®n racional de los estudios.

Superar el feudalismo de los departamentos y la vieja estructuraci¨®n en facultades y escuelas parece subyacer en una parte de las soluciones propuestas para eliminar los efectos negativos de unos planes que, por otra parte, se consideran positivos por facilitar a los estudiantes la posibilidad de conformar flexiblemente su curr¨ªculo, al tiempo que se da una mayor importancia a la faceta pr¨¢ctica de cada titulaci¨®n.

El ex consejero de Educaci¨®n de la Generalitat Valenciana, el socialista Joan Romero, otro de los autores que han participado en el libro sobre la reforma presentado ayer y uno de los responsables pol¨ªticos que plante¨® primero el problema en el Consejo de Universidades, se mostr¨® optimista. Seg¨²n ¨¦l, tras la implantaci¨®n de los nuevos planes, hay que "pararse y evaluar" para corregir una situaci¨®n que hace "acad¨¦micamente ingobernables y econ¨®micamente infinanciables" las carreras surgidas de la reforma.

Romper el blindaje de los nuevos t¨ªtulos, provocado en buena medida por las presiones de grupos y de gremios o colectivos profesionales parece ser el primer objetivo que persiguen los debates iniciados ayer en Valencia.