Polonesa

A punto de pasar a la oposici¨®n, el PSOE advierte que el PP puede excederse en las concesiones a los nacionalismos, y sobre todo al polaco; es decir, el PSOE se predispone a asumir el papel de arc¨¢ngel vertebrador de Espa?a tras un periodo de vacaciones de nacionalismo espa?ol. A punto de presentarse a la investidura, el PP retira la demanda de investigar posibles corrupciones atribuidas a CiU, no porque le conste su inocencia, sino porque necesita respaldos legislativos.Estas dos disposiciones t¨¢cticas demuestran que en pol¨ªtica la verdad no es, la verdad, la digan Agamen¨®n o su porquero, sino que la verdad es la verdad seg¨²n la correlaci¨®n de fuerzas y la pol¨ªtica de alianzas. Si en el pasado el PP y sus intelectuales org¨¢nicos arremetieron contra la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica pujolista, no fue para defender a los castellanohablantes catalanes de un genocidio idiom¨¢tico de los polacos, sino para crear dificultades al pacto Pujol-Gonz¨¢lez. Y si el PSOE demostr¨® una inusitada sensibilidad proclive al nacionalismo catal¨¢n, no fue porque hubiera renunciado a su estatalismo unitario, sino porque necesitaba mayor¨ªas parlamentarias para llevar adelante la legislatura y ganar tiempo al acoso judicial.

Pujol parece el vencedor estrat¨¦gico, pero puede ser v¨ªctima del abrazo de dos osos. Ayud¨® a gobernar al PSOE al precio de una rabiosa campa?a de intoxicaci¨®n antipolaca y ahora, si ayuda a gobernar al PP, la campa?a se la har¨¢ el PSOE, y si no ayuda, se la volver¨¢ a hacer el PP. Si colabora con el PP sin cobrar suficientemente, se, sublevar¨¢n esas capas populares y medias polacas mucho m¨¢s sensibles al nacionalismo que la burgues¨ªa catalana. ?sa, como la espa?ola, s¨®lo quiere reformas laborales y, privatizaciones. Se vertebre, se desvertebre, se revertebre Espa?a, Catalu?a, Orcasitas o la madre que las pari¨®.