Desbarrar en bruto
EL FRENTE literario de ETA ha tardado un mes en encontrar argumentos para justificar el asesinato del profesor Francisco Tom¨¢s y Valiente. Todo lo que se les ha ocurrido es que se trataba de una de las personas que "inspiran y custodian el sistema pol¨ªtico que dio continuidad a la opresi¨®n" del pueblo vasco. No se han esmerado los autores de este mensaje que compite en vileza con el crimen reivindicado. Los redactores del mismo, por el que ETA se responsabilizaba ayer de dos muertes, no han le¨ªdo los art¨ªculos y rese?as de actos acad¨¦micos sobre el pensamiento del profesor asesinado. ?Por qu¨¦ iban a hacerlo? Es demasiado trabajo. Hace tiempo, adem¨¢s, que la lectura o la reflexi¨®n est¨¢n proscritas entre esos mensajeros del odio y la muerte. Es m¨¢s f¨¢cil desbarrar en bruto, desde la ignorancia y la obcecaci¨®n. Al fin y al cabo, para los redactores de estas ostentaciones del crimen, no son los actos de la v¨ªctima los que hacen a ¨¦sta merecedora de la muerte, sino la muerte a manos de ETA lo que la convierte en culpable.El escrito tambi¨¦n asume el asesinato del ertzaina Ram¨®n Doral y culpa de ello al PNV, partido en el que la v¨ªctima militaba, por haber "profundizado en la estrategia contra Euskal Herria" a trav¨¦s de la polic¨ªa auton¨®mica y de la televisi¨®n vasca. El car¨¢cter surrealista de la argumentaci¨®n es el habitual de todo comunicado de ETA. Reforzado por el hecho de que la existencia de una polic¨ªa y una televisi¨®n propias han sido siempre dos reivindicaciones esenciales del nacionalismo vasco. Pero con estrategias tales, los escribientes etarras han de prescindir tanto de la realidad como de la memoria.
El empe?o de un sector del PNV por descubrir en ETA y su entorno unos fines compartibles por el nacionalismo democr¨¢tico resulta desde hace mucho tiempo ya incomprensible. S¨®lo desde la confusi¨®n puede afirmarse, como ha hecho alg¨²n l¨ªder destacado de ese partido, que la negociaci¨®n propuesta por ETA en el comunicado en que reivindicaba el intento de asesinato de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, "sin las amenazas, ser¨ªa asumible". O considerar motivo para tom¨¢rselo en serio el hecho de estar redactado en "un lenguaje m¨¢s nacionalista" que otros anteriores. El lehendakari ha tenido que llamar la atenci¨®n a quienes, en esta confusi¨®n, afirman qu¨¦ el Pacto de Ajuria Enea es un instrumento in¨²til para la pacificaci¨®n. Lo ser¨¢ si los principios democr¨¢ticos siguen supedit¨¢ndose a estrategias. aventureras de unidad nacionalista.
Del desprecio de ETA a esos principios ofrece una muestra el comunicado difundido ayer cuando, a prop¨®sito de las elecciones del 3-M, afirma que los ciudadanos vascos "tenemos tareas m¨¢s apremiantes que decidir qui¨¦n gobernar¨¢ Espa?a". Ocurre, sin embargo, que en esas elecciones se ha registrado una participaci¨®n del 72%, 12 puntos m¨¢s elevada que la de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas. Tras ese desprecio se esconde la idea antidemocr¨¢tica seg¨²n la cual el censo debe ser depurado porque no todos los votos valen lo mismo. Al respecto, resulta oportuna la referencia de los obispos del Pa¨ªs Vasco y Navarra, en una pastoral tambi¨¦n difundida ayer, a quienes no s¨®lo "niegan los derechos humanos", sino que "desprecian una y otra vez la voluntad mayoritaria de este pueblo". Herri Batasuna obtuvo el 3-M el sufragio del 8% de los votantes de esos territorios. Pastoral, por otra parte, que no deja de tener alg¨²n que otro aspecto m¨¢s bien sorprendente, como el silencio en tomo a Aldaya y Ortega Lara.
La situaci¨®n del sindicalismo vasco es el ejemplo m¨¢ximo de la socializaci¨®n de esa confusi¨®n. El sindicato ELA-STV, al que estaba afiliado el ertzaina asesinado hace dos semanas, mantiene su pacto de hierro con LAB -la secci¨®n sindical de KAS, coordinadora de la que forma parte ETA- con el argumento de que ambos comparten la misma concepci¨®n de la naci¨®n vasca, soslayando el detalle de que esos aliados tambi¨¦n comparten mesa con quienes asesinan a sus propios afiliados.
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