?Se puede llamar suicidio a la eutanasia?
Este diario titul¨® una informaci¨®n, recogida de agencias, Absuelto otra vez Kevorkian, el doctor que ayuda a suicidarse. Y algunos lectores, entre ellos Emilio Silva, de Madrid, se han dirigido al Defensor del Lector extra?ados de que EL PA?S identifique, sin m¨¢s, suicidio con eutanasia.Malen Azn¨¢rez, redactora jefa de la secci¨®n de Sociedad, donde suelen tratarse con mayor frecuencia los temas sobre la eutanasia y donde apareci¨® el tema en cuesti¨®n, explica que en dicha secci¨®n no se suele identificar ling¨¹¨ªsticamente el t¨¦rmino "suicidarse", que seg¨²n el Diccionario de la lengua significa "quitarse voluntariamente la vida", con el de eutanasia, que seg¨²n su etimolog¨ªa griega significa "muerte dulce".
Lo que ha ocurrido con el t¨ªtulo de la informaci¨®n referida en EE UU a Jack Kevorkian, llamado doctor muerte, afirma Malen, es que precisamente se le acusa de ayudar a la gente "a suicidarse" y que de dicha culpa hab¨ªa sido absuelto por los tribunales. El t¨ªtulo, en realidad, reflejaba la informaci¨®n referida por las agencias llegadas de Washington y usadas por EL PA?S para hacer la cr¨®nica. Pero cuando se trata de informaciones elaboradas lor nuestro diario, seg¨²n la responsable de Sociedad, usamos el t¨¦rmino "eutanasia" y no el de "suicidio" como sin¨®nimo de la llamada "muerte digna". ?Existe en realidad una diferencia sustancial entre la eutanasia y el suicidio como tal? ?No es en ambos casos la libre voluntad de acabar con la propia vida? Ya que la eutanasia, incluso donde est¨¢ legalizada -cosa que no ocurre en Espa?a-, es consentida s¨®lo bajo la libre decisi¨®n del paciente, ya que de lo contrario s¨¦ considerar¨ªa un homicidio.
Seg¨²n el escritor Salvador P¨¢niker, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola por el Derecho a Morir Dignamente, en dicha asociaci¨®n no utilizan el t¨¦rmino "ayudar a suicidarse", sino m¨¢s bien el de "autoliberaci¨®n". Seg¨²n el catedr¨¢tico, en realidad se trata siempre de un suicidio, es decir, de la voluntad de acabar con la propia vida., pero que en el caso de la eutanasia se tratar¨ªa de un "suicidio racional", mientras que fuera de la esfera de la eutanasia existen muchos suicidios "patol¨®gicos" con sem¨¢nticas muy dirstintas.
Y hay m¨¢s. Seg¨²n P¨¢niker, la autoliberaci¨®n que emana de la llamada eutanasia o "muerte dulce" se refiere siempre a los casos concretos de enfermos -no importa si se trata de j¨®vnes o ancianos- "irreversibles y terminales". Y ¨¦sa es una diferencia fundamental con el suicida propiamente dicho, el cual puede decidir voluntariamente acabar con su vida aun estando muy sano.
Por ello, creo que, incluso a nivel sem¨¢ntico e informativo, conviene siempre distinguir entre el suicidio como tal, una decisi¨®n que -prescindiendo (le consideraciones religiosas- pertenece a uno de los derechos primordiales del hombre de decidir sobre su propia vida, y el derecho a la eutanasia, es decir, a morir serenamente sin prolongar in¨²til y artificialmente una vida ya sin esperanzas y llena de sufrimientos.
La distinci¨®n fundamental -que es quiz¨¢ lo que han intuido algunos lectores- es que el suicidio puede darse sin motivo alguno, mientras que la eutanasia se encuadra en un ambito de condiciones muy concretas y no en la simple voluntad de acabar con la propia vida.Quemoy no es como Ibiza
El domingo pasado, 17 de marzo, Georgina Higueras public¨® un interesante reportaje sobre la isla de Quemoy, situada a dos kil¨®metros de la costa sureste de China. El lector Antonio V¨¢zquez, de Bilbao, se queja de que se afirme en el reportaje que la isla de Quemoy tiene 47 kil¨®metros cuadrados y "la extensi¨®n aproximada de Ibiza ya que, seg¨²n ¨¦l, Quemoy tiene 150 kil¨®metros cuadrados e Ibiza 600, por lo que dif¨ªcilmente se las puede equiparar.
Luis Mat¨ªas L¨®pez, redactor jefe de la secci¨®n de Internacional, admite que se ha tratado sin duda de un error del que se dieron cuenta tarde.
El mismo lector lamenta que en el mismo peri¨®dico, en la p¨¢gina 2, la capital de Kazajst¨¢n aparezca en el pie de foto con su nombre en ruso (Alm¨¢ At¨¢), y sospecha que haya sido tomado de un mapa de cuando exist¨ªa la URSS, cosa que tras la independencia podr¨ªa ser mal intoerpretado. Lleva raz¨®n, deb¨ªa haberse escrito Almaty (antigua Alma Aty).
?Sidney o Sydney?
Este diario prescribe en su Libro de estilo que se escriba Sidney y no Sydney. Pero un lector de la Universidad de Murcia, Michael Walker, escribe al Defensor del Lector pregunt¨¢ndose extra?ado por el hecho de que este diario se separe de lo que aparece, por ejemplo, en el Atlas de El Pa¨ªs-Aguilar y en muchos otros atlas y diccionarios espa?oles. Por otra parte, a?ade el lector, "EL PA?S nunca intenta aproximarse a nuestra pronunciaci¨®n ant¨ªpoda de Melban (Melbourne) o Canbra (Canberra)".
Seg¨²n el lector, debe usarse Sydney para denominar la capital de Nuevo Gales del Sur y Sidney para tres poblaciones norteamericanas. Y lo explica de este modo: "Melbourne se nombr¨® en honor a lord Melbourne (primer ministro de la reina Victoria) y Sydney en honor a lord Sydney (ministro del Interior del rey Jorge III), y no en honor de la familia Sidney, a la que pertenec¨ªa el c¨¦lebre poeta y escritor del siglo XVI sir Philip Sidney, en cuyo honor, eso s¨ª, se puso el nombre de Sidney a una ciudad estadounidense de Ohio". Y subraya el lector que "los top¨®nimos que recogen nombres o apellidos propios no deber¨ªan sufrir deformaci¨®n por resabios de la fon¨¦tica".
El Defensor del Lector ha pasado la nota a los responsables de actualizar el Libro de estilo de EL PA?S, del que se prepara una nueva edici¨®n, para que estudien si se acepta la rectificaci¨®n propuesta por el lector de Murcia. En dicho caso, este diario escribir¨ªa en adelante Sydney, y no Sidney como viene haciendo desde el principio de su fundaci¨®n.Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al n¨²mero (91) 337 78 36.
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