Lagartos de tres colores compiten con tres estrategias de apareamiento
Encontrar pareja no es tarea f¨¢cil, sino que exige una estrategia eficaz, primero, para atraer al sexo opuesto, y segundo, para mantener a distancia la atenci¨®n de machos rivales. Especies diferentes utilizan estrategias diferentes. En algunos casos, una estrategia se generaliza gracias a su ¨¦xito a lo largo de generaciones. En otros casos, como en el del lagarto ocelado, los miembros masculinos exhiben toda una gama de t¨¦cnicas para competir por la atenci¨®n de las hembras.En una zona monta?osa de California (EE UU) vive una poblaci¨®n de estos igu¨¢nidos ocelados. Un estudio publicado en el ¨²ltimo n¨²mero de Nature revela las ingeniosas t¨¦cnicas empleadas por machos de diferente coloraci¨®n para atraer y mantener a las hembras.
Los lagartos ocelados macho, Uta stansburiana, parecen peque?as iguanas y pueden ser de. tres clases diferentes, que se distinauen nor el color de la garganta: los machos de garganta naranja son muy agresivos y defienden grandes territorios con muchas hembras; los de garganta azul son menos agresivos y defienden territorios m¨¢s peque?os, a menudo, con s¨®lo una hembra; los de garganta a rayas amarillas no defienden ning¨²n territorio, pero utilizan su parecido con las hembras para introducirse en los territorios de otros machos y aparearse con las hembras.
B. Sinervo y C. M. Lively, de la Universidad de Indiana en Bloomington (EE UU), observaron a estos igu¨¢nidos durante seis a?os. Cuando iniciaron su estudio, los machos de garganta azul eran los m¨¢s numerosos, pero fueron r¨¢pidamente tomados por un n¨²mero menor de machos m¨¢s agresivos, con la garganta naranja, aferrados a su estrategia de controlar grandes territorios con varias hembras en cada uno.
Al a?o siguiente, los descendientes de los machos de garizanta naranja llenaban la zona, pero se infiltraron los de rayas amarillas y se apoderaron r¨¢pidamente de las hembras; dominaron durante el tercer y cuarto a?os de observaci¨®n, pero en el quinto a?o su falta de defensa adecuada dio paso a la conquista de los lagartos de garganta azul. Luego volvieron a dominar los naranjas.
El color de la garganta y el comportamiento asociado est¨¢n determinados gen¨¦ticamente: los machos de garganta naranja tienden a producir m¨¢s machos de esta coloraci¨®n y lo mismo sucede con los de garganta azul o amarilla. El lagarto ocelado tiene un ciclo de apareamiento anual y el n¨²mero de los diferentes tipos de machos en la poblaci¨®n fluct¨²a considerablemente de un a?o para otro.
Sinervo y Lively han descubierto que la fluctuaci¨®n no es fortuita ni debida a influencias medioambientales, sino que sigue un ciclo debido a las pautas de comportamiento heredadas. Esta estrategia c¨ªclica es un caso rar¨ªsimo en la evoluci¨®n.
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