El imitador de crimenes
Las bases del cine policiaco son el enfrentamiento de una mente maligna con una justiciera a trav¨¦s de un crimen para que la segunda atrape a la primera ante la atenta mirada de un espectador. Sin embargo, en la degradaci¨®n en que hace alg¨²n tiempo est¨¢ sumido el cine policiaco se ha roto este tradicional esquema. El asesino y la polic¨ªa siguen enfrent¨¢ndose, pero como si s¨®lo fuese, un violento juego. Buena prueba de estas normas que rigen el cine policiaco es Copycat, donde una psic¨®loga criminalista y una detective de la polic¨ªa se enfrentan con un asesino en serie, obsesionado con hacerse famoso al reproducir conocidos cr¨ªmenes, convencido de que se han escrito m¨¢s libros sobre Jack el Destripador que sobre Lincoln.El principal defecto de Copycat es que al no tener una estructura dram¨¢tica propiamente dicha, al estar integrados por una sucesi¨®n de asesinatos, la historia resulta en exceso repetitiva y s¨®lo concluye cuando el asesino decide enfrentarse directamente con la polic¨ªa.,
Copycat
Director: Jon Amiel. Guionistas: Ann Biderman y David Madsen. Fotograf¨ªa: Laszlo Kovacs. M¨²sica: Christopher Young. Estados Unidos, 1995. Int¨¦rpretes: Sigourney Weaver, Holly Hunter y Dermot Mulroney. Estreno en Madrid: Palacio de la M¨²sica, Palafox, Acte¨®n, La Vaguada e Ideal (versi¨®n original subtitulada).
No obstante, Copycat tiene un buen principio, que, tras una parte central que parece que no acaba nunca, enlaza con un brillante final. Adem¨¢s de un personaje tan interesante y desaprovechado como el de la psic¨®loga, que vive encerrada en una lujosa casa y muerta de miedo.
Por culpa de la falta de s¨ªntesis que tiene el poco experimentado director Jon Amiel, como muchos de los que provienen de la televisi¨®n, la pel¨ªcula es demasiado larga y se pierde entre personajes que sobran y largos paseos donde los protagonistas hablan seguidos por una c¨¢mara montada en un steadicam, otro de los nuevos vicios del cine norteamericano. Gracias al eficaz traba o de Sigourney Weaver y Holly Hunter Copycat no s¨®lo tiene un buen principio y un mejor final.
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