Se abre el tel¨®n del f¨²tbol a la americana
La primera Liga en Estados Unidos se inaugura con 10 clubes el pr¨®ximo S¨¢bado
Dos a?os despu¨¦s del Mundial de F¨²tbol, Estados Unidos por fin cumple con su compromiso y lanza una Liga profesional. 10 equipos y 180 jugadores componen la edici¨®n inaugural de la Major League Soccer (MLS). El concepto rompe con los esquemas tradicionales: no han existido fichajes propiamente dichos; la organizaci¨®n ha contratado los servicios de los jugadores y los ha repartido entre los clubes en condiciones de igualdad. El tel¨®n sube el pr¨®ximo s¨¢bado y baja en septiembre; existe un tope salarial y las grandes estrellas como el italiano Roberto Donadoni y el mexicano Jorge Campos se han repartido seg¨²n su origen nacional. Es f¨²tbol a la americana. En juego est¨¢ el futuro de este deporte en el pa¨ªs.A primera vista es una Liga de mercenarios y viejas glorias, un invento para explotar la ¨²ltima frontera comercial del f¨²tbol. Pero Alan Rothenberg, el presidente de. la federaci¨®n estadounidense y el fundador de la MSL, prefiri¨® resistir las presiones de la FIFA antes de comenzar prematuramente su Liga y ahora su fe est¨¢ a punto de cobrar grandes beneficios. La lista de patrocinadores es impresionante. Incluye a multinacionales como Honda, ATT, Budweiser, Fujifilm, Adidas, Nike y Reebok. Tampoco faltar¨¢ la difusi¨®n televisiva. ESPN y ESPN2, dos canales por cable dedicados al deporte, retransmitir¨¢n 35 partidos en ingl¨¦s y ABC pasar¨¢ la final en abierto. Univisi¨®n tiene derecho a otros 26 partidos retransmitidos en castellano. Por ¨²ltimo, ESPN International retransmitir¨¢ su propio calendario en varios idiomas al resto del mundo.
Es un concepto con prop¨®sitos capitalistas pero fundamentos socialistas. La Liga ha sido planificada hasta el ¨²ltimo detalle. Decena de inversores son due?os de toda la MSL, incluyendo las porter¨ªas. La Liga asign¨® los jugadores de primera fila seg¨²n su atractivo a las poblaciones ¨¦tnicas del pa¨ªs. El tope salarial es de 1,3 millones de d¨®lares (unos 162 millones de pesetas) lo que supone un salario medio de 72.220 d¨®lares por jugador (unos diez. millones de pesetas). El deseo de Rothenberg es evitar los excesos de la antigua Nort American Soccer Leage (ASL), la Liga de Pel¨¦, Cruyff y Bekenbauer. Claro est¨¢ que sin estrellas quiz¨¢ no haya imagen.
"Conozco a cuatro jugadores en los MetroStars de Nueva York", dice Tab Ramos, el mediocampista de origen uruguayo que pas¨® varias temporadas con el Figueres y el Betis, antes de fichar con el Monterrey de M¨¦xico. "Vi los nombres de los jugadores en nuestro equipo despues del draft [selecci¨®n de jugadores] y no conoc¨ª a mucha gente. No tengo idea de qu¨¦ podemos hacer".
La MSL apuesta que Hugo S¨¢nchez, la ex estrella del Madrid, con todos sus 37 a?os a cuestas, todav¨ªa podr¨¢ atraer a la clientela mexicana a los partidos del Dallas Burn. Carlos Valderrama ha sido asignado al Tampa Bay Mutiny en un intento de atraer a la poblaci¨®n colombiana del sur de Florida. En Washington hay dos bolivianos, Marco El diablo Etcheverry y Juan Berthy Su¨¢rez en reconocimiento de la gran concentraci¨®n de centros suramericanos en la capital del pa¨ªs.
"Tenemos que levantar esta Liga. Lo haremos con mucho trabajo y esfuerzo", afirm¨® Valderrana. Quiz¨¢ sea mucho el trabajo. Cuando se le pregunt¨® sobre su entrenador, el holand¨¦s Thomas Rongen, Valderrama contest¨®: "?Qui¨¦n es Thomas?".
La federaci¨®n estadounidense ha hecho un llama miento a los jugadores de su selecci¨®n y 13 de ellos, incluyendo a 10 que han sido titulares en un momento u otro, han regresa do a casa para contribuir a este evento hist¨®rico. Muchos de ellos, como en el caso de Ramos, regresan con un coste econ¨®mico. Pero casi todos tienen la misma fe de Rothenberg y creen que es la ¨²ltima oportunidad de levantar el f¨²tbol en Estados Unidos.
"Me siento responsable por el deporte. Los jugadores que regresan de la selecci¨®n, tambi¨¦n", afirma Ramos. "No lo hacemos por dinero. Podemos ganar mucho m¨¢s en cualquier otra Liga. Pero creo que es la ¨²ltima oportunidad para el f¨²tbol profesional durante los pr¨®ximos 20 a?os. Si no tenemos ¨¦xito quiz¨¢ pase toda una generaci¨®n antes de que vuelva a resurgir".
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