Se reactiva el debate sobre cine y violencia
Los expertos dudan de medidas como la retirada del v¨ªdeo de 'Asesinos natos'
ANDR?S FERN?NDEZ RUBIO Los estudios psicol¨®gicos demuestran que las im¨¢genes violentas en cine y televisi¨®n pueden influir en menores de 22 a?os con predisposici¨®n a conductas agresivas, pero. diversos expertos rechazan la censura como soluci¨®n al problema e insisten en la educaci¨®n y el cambio del modelo de sociedad. Varios de los ¨²ltimos episodios de censura cinematogr¨¢fica tienen que ver con la violencia, y Oliver Stone ostenta el r¨¦cord con su pel¨ªcula Asesinos natos. La retirada del v¨ªdeo de las tiendas francesas (y la cancelaci¨®n de su llegada a los videoclubes brit¨¢nicos coincidiendo con la tragedia de Dunblane) ha reactivado el debate sobre la eficacia de estas medidas y sobre si no se trata de simples actos de censura intelectual.
Con gui¨®n de Quentin Tarantino, la pel¨ªcula ofrece escenas de m¨¢s de 50 cr¨ªmenes, y la peripecia de su pareja asesina ha sido relacionada con al menos seis muertes en Estados Unidos y una en Francia. Pero seg¨²n el psiquiatra Luis Rojas-Marcos, director de la Corporaci¨®n de Salud y Hospitales de Nueva York, las im¨¢genes violentas no generan violencia en la mayor¨ªa de los j¨®venes. "Sin embargo, lo que s¨ª se ha demostrado es qu¨¦ im¨¢genes violentas o, sobre todo, donde la violencia es m¨¢s bien amoral, donde no est¨¢n claros los papeles de bueno y malo, donde la violencia sexual se relaciona con el placer o donde conductas psicop¨¢ticas violentas no van acompa?adas por un sentido de culpa o remordimiento, pueden producir reacciones agresivas a corto plazo en j¨®venes menores de 22 a?os con predisposici¨®n a conductas impulsivas de car¨¢cter agresivo. En mi opini¨®n, s¨ª creo que hay que cuidar el tipo de espectadores que mira estas im¨¢genes, pero sabiendo que se trata de proteger a los ni?os y j¨®venes, y no de censurar al p¨²blico en general".Scorsese y Suecia
El de Oliver Stone y su Asesinos natos no es el ¨²nico caso, aunque s¨ª el m¨¢s espectacular. La censura une a Scorsese y Suecia. En 1992, la Oficina Estatal Cinematogr¨¢fica censur¨® una escena de El cabo del miedo en la que el violador muerde y arranca un pedazo de la mejilla de su v¨ªctima. El pasado mes de enero, el mismo, organismo censur¨® dos escenas de su ¨²ltima pel¨ªcula, Casino: en una, la cabeza de un personaje es aplastada por un torno, y en otra, una banda pega hasta la muerte con bates de b¨¦isbol a sus v¨ªctimas.
Los l¨ªmites entre creaci¨®n y regodeo son extremadamente difusos. Scorsese dijo: "Yo nunca he hecho un filme o filmado una escena con la sola intenci¨®n de poner a prueba los l¨ªmites de la sensibilidad del p¨²blico". El prestigio y la calidad del trabajo de Scorsese dan cr¨¦dito a su declaraci¨®n. Hay quien piensa, sin embargo, que en los trabajos de directores como Stone y su guionista Quentin Tarantino, a quienes se unir¨ªa Robert Rodr¨ªguez y otros imitadores, la violencia es gratuita, no refleja ninguna subcultura ni se atiene a c¨®digo ¨¦tico alguno. "No tengo nada contra ellos", declaraba recientemente el cineasta independiente Tom DiCillo, director de Vivir rodando, respecto a Tarantino y Rodr¨ªguez. "S¨®lo cuestiono si lo que se necesita para atraer a la gente al cine es volarle la cabeza a alguien en un coche".
"Es un tema muy complicado", afirma Agust¨ªn D¨ªaz-Yanes, director de Nadie hablar¨¢ de nosotras cuando hayamos muerto. "Me ha afectado mucho la noticia, el que gente se mueva por las pel¨ªculas y haga lo mismo", a?ade en referencia a la pareja francesa de j¨®venes que cometi¨® un crimen al parecer inspirado en la parafernalia de Asesinos natos. "Con todos mis respetos por Oliver Stone, que ha hecho cosas que me han gustado mucho, Asesinos natos me repugn¨®. Aunque, al final, a lo que estamos enfrent¨¢ndonos es a un problema de censura, que no s¨¦ c¨®mo se puede resolver, porque empiezas quitando Asesinos natos del videoclub y puedes acabar quitando cualquier cosa. Mi idea es que cuanto menos censura haya mucho mejor. La censura me pone los pelos de punta".
"Yo no creo que el cine tenga tant¨ªsima influencia", a?ade D¨ªaz-Yanes. "En mi caso he procurado, tanto en los guiones como en la pel¨ªcula que he hecho, que tiene escenas fuertes, que no sean innecesarias, se ci?an a la historia y obedezcan a un punto de vista moral. Me molestan las pel¨ªculas cuando la violencia no responde a nada. Una de las m¨¢s violentas que he visto ¨²ltimamente es Poli de guarder¨ªa, donde Schwarzenegger mata al padre del ni?o al que quiere salvar y se casa con su madre. Sin embargo, las de Scorsese son pel¨ªculas siempre para mayores en las que nunca he visto secuencias de violencia gratuitas".
Para el te¨®logo Enrique Miret Magdalena, el impacto de la violencia del cine y la televisi¨®n puede tener consecuencias en personas j¨®venes con tendencias neur¨®ticas, sobre todo en una sociedad "internamente desorganizada, con pocos valores y. muy desorientada". "Yo creo que es muy dif¨ªcil, en una persona normal ps¨ªquicamente, que esos ejemplos de violencia produzcan reacciones negativas; pero como todos somos un poco neur¨®ticos y hay mucha morbosidad en esta sociedad tan prosaica, es f¨¢cil que se caiga en la imitaci¨®n de ese tipo de acciones, sobre todo por la insatisfaccion interna del ser humano en el momento presente y por la distancia entre lo que la sociedad le ha prometido y lo que le da".
Miret Magdalena piensa que cualquier forma de censura es contraproducente porque, al final, "de una manera subrepticia, se crear¨¢ un gran negocio y la prohibici¨®n producir¨¢ cierto atractivo morboso". En su opini¨®n, el gran problema, "y no es a corto plazo, es el de la educaci¨®n, que, desde ni?os, tendr¨ªa que ser una educaci¨®n inteligente en la no violencia".
V¨¦ronique Diabolique
En Francia, hace unas semanas, una cinta del v¨ªdeo de Asesinos natos apareci¨® en la habitaci¨®n de un joven de 17 a?os que hab¨ªa asesinado a otro de 16, Abdel Gharbiche, cuyo cad¨¢ver presentaba 40 cuchilladas. El asesino, S¨¦bastien, y su novia de 18 a?os, V¨¦ronique Herbert, prepararon una escenograf¨ªa parecida a la de la pel¨ªcula de Oliver Stone. Juntos planearon que V¨¦ronique seducir¨ªa y llevar¨ªa a la cama a Abdel, un ex compa?ero de colegio. S¨¦bastien los descubrir¨ªa acostados y comprobar¨ªa si se pon¨ªa lo suficientemente celoso como para matar. Tras el descubrimiento del cad¨¢ver de Abdel, la persecuci¨®n dur¨® dos d¨ªas hasta que fueron capturados. Una de las pel¨ªculas favoritas de V¨¦ronique Herbert, autora de poemas macabros, era El silencio de los corderos. V¨¦ronique Diabolique, seg¨²n fue bautizada por la prensa, ha sido considerada como el cerebro de la operaci¨®n: una joven con problemas familiares que desde peque?a estaba obsesionada con la muerte. En Francia, el hecho ha suscitado un debate sobre la creciente cultura de la violencia importada de Estados Unidos.
Babelia
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