Visita al museo de la mano del abuelo

Un grupo de 22 ni?os de cuatro a?os rodean ensimismados a Francisco Junoy, de 69 a?os, parado delante de una inmensa locomotora antigua de vapor. Atentos, quietos, han callado su incesante piar para escuchar lo que cuenta el gu¨ªa, que para ellos es ahora una especie de abuelo que les descubre todos los secretos de los trenes. "?Sab¨¦is qu¨¦ personas van aqu¨ª dentro?", pregunta Junoy, mientras se?ala la cabina de la locomotora. La respuesta es un¨¢nime: "??Yo, yo!!", gritan los ni?os, con las manitas en alto. Pero el gu¨ªa, sonriente, les corrige: "Vosotros vais a subir ahora, pero las personas que van aqu¨ª son el maquinista y el fogonero, que le ayuda a echar el carb¨®n para que ande la m¨¢quina". Junoy tiene buena mano con los ni?os, no en vano dedic¨® 45 a?os de su vida a la ense?anza primaria, y lleva ya tres a?os como gu¨ªa.Los ni?os est¨¢n en segundo curso de preescolar en el colegio Fray Jun¨ªpero Serra, y hoy es su d¨ªa de excursi¨®n al Museo Nacional del Ferrocarril, el jueves anterior al comienzo de sus vacaciones de Semana Santa. Su, gu¨ªa es una de las 18 personas mayores que dedican sus horas libres a acompa?ar a las visitas escolares, o a todos aquellos grupos que lo soliciten, en sus recorridos por este museo.

"Su labor es impagable", dice Enrique Alhama, jefe de relaciones externas del museo, que aprovecha para hacer un llamamiento a futuros gu¨ªas voluntarios. "Ha tenido tanto ¨¦xito esta iniciativa, que estamos desbordados, las visitas se han incrementado much¨ªsimo respecto a los a?os en que no hab¨ªa gu¨ªas", explica Alhama.

Pero este caso no es ¨²nico. En otros 17 museos en Madrid hay 273 gu¨ªas voluntarios mayores de 60 a?os. Es el fruto de los tres primeros a?os en que ha funcionado este programa, patrocinado por la Confederaci¨®n Espa?ola de Aulas de la Tercera Edad, dependiente del Ministerio de Cultura, y la Fundaci¨®n Cajamadrid.

Estos gu¨ªas, que no perciben remuneraci¨®n alguna, s¨®lo se dedican a los museos que no cuentan con gu¨ªas profesionales. Ellos eligen los d¨ªas y las horas a las que est¨¢n disponibles, as¨ª como el museo al que prefieren dedicarse. Durante el a?o 1995, estos gu¨ªas ense?aron los museos de Madrid a 178.846 escolares.

"Lo importante para nosotros no es s¨®lo la labor que los mayores desempe?an en los museos, sino lo que esta actividad significa para ellos", remarca Jos¨¦ Luis Jordana, secretario general de las Aulas de la Tercera Edad y jefe del departamento de Difusi¨®n del Museo de Am¨¦rica, donde colaboran en estos momentos 50 gu¨ªas. "Se sienten ¨²tiles para la sociedad, rompen el aislamiento y la soledad y act¨²an como un puente entre generaciones", contin¨²a Jordana. "El principal beneficiario de este programa es el propio voluntario, que permanece activo despu¨¦s de la jubilaci¨®n y lucha contra el aburrimiento y la depresi¨®n a trav¨¦s del contacto con gente muy joven y de la amistad con las personas que est¨¢n con ellos en los museos", explica emocionado Jordana, "muchos nos comentan que han vuelto a la vida, que esta actividad les ha quitado a?os". El Museo de Am¨¦rica tiene previsto ampliar su plantel de voluntarios en otros 20 gu¨ªas, una vez que se programen visitas tambi¨¦n en horario de tarde.

Entre las 850 solicitudes de personas mayores que quieren ser gu¨ªas de museos existen representantes de las m¨¢s variadas profesiones, de amas de casa a pilotos comerciales, economistas, abogados, administrativos de banca, profesores, funcionarios, comerciantes o sex¨®logos. "Para el Museo del Aire hemos tenido un voluntario que es ingeniero aeron¨¢utico y otro que fue piloto de las l¨ªneas a¨¦reas paquistan¨ªes", comenta Jordana. "Todos tienen un lugar aqu¨ª, s¨®lo cuenta su propio inter¨¦s", insiste Jordana. Eso s¨ª, una vez que se deciden, tienen que hincar los codos. Primero pasan una fase de formaci¨®n como voluntarios y despu¨¦s, una vez en el museo de destino, se preparan a fondo sobre los temas que all¨ª se traten. Es decir, estudian.

"Al principio me asust¨¦ porque el profesor era muy exigente", comenta Poli de la Fuente, de 65 a?os, que antes de ser gu¨ªa fue modista, aficionada al teatro en sus ratos libres. "Pero luego me encontr¨¦ con un compa?erismo fabuloso y con el continuo apoyo del profesor, y, adem¨¢s, me apasionan los ni?os, as¨ª que cog¨ª los libros y me puse a estudiar como cuando iba a la universidad", dice Poli de la Fuente. Tard¨® tres meses en completar su formaci¨®n, y ahora lleva ya dos a?os, ella tambi¨¦n, en el Museo del Ferrocarril. "A nadie le dicen t¨² no vales; si a alguien le cuesta m¨¢s aprender el temario, pues est¨¢ m¨¢s tiempo en el cursillo, hasta que est¨¦ preparado", explica esta viuda, madre de tres hijos, que vive sola. "Se lo recomiendo a todas las personas mayores, lo ¨²ltimo que debemos hacer es quedarnos sentados frente al televisor".

Gu¨ªas voluntarios de la tercera edad. Museo Arqueol¨®gico Nacional. Museo de Am¨¦rica. Museo Centro de Arte Reina Sof¨ªa. Museo de la Ciudad. Museo del Aire. Museo del Ej¨¦rcito. Museo Nacional del Ferrocarril. Museo Municipal. Museo de Antropolog¨ªa. Museo de Ciencias Naturales. Museo Rom¨¢ntico. Museo Geo-Minero. Museo Naval. Museo Sorolla. Museo de Artes Decorativas. San Antonio de la Florida. Casa de Am¨¦rica. Museo Nacional de Reproducciones Art¨ªsticas.