"En Madrid no quedan m¨¢s de mil rockeros"

Con toda la aspereza que concentra la voz de un rockero indignado, el cantante madrile?o de 29 a?os, antiguo fajador de rugby, se mesa el tup¨¦ al recordar que el ¨²ltimo concierto de Carl Perkins, no movi¨® m¨¢s de 800 seguidores. Montana, como grupo, naci¨® hace nueve a?os y desde entonces, su imagen ha sido la de un cantante de 125 kilos de peso y casi dos metros de altura, que acent¨²a sin necesidad un sombrero de cowboy. Es uno de esos grupos que mantiene el entusiasmo sin haza?as de mercado. No hay discos de oro ni ascensi¨®n al podio de los superventas, pero nunca dejan de actuar. Dicen que si la suerte les visita hoy y no antes, es s¨®lo por falta de una buena promoci¨®n. Con la presentaci¨®n por todo lo alto de su ¨²ltimo disco, Montana tiene ocasi¨®n y obligaci¨®n de demostrarlo.Pregunta. Usted intenta parecerse a Elvis?

Respuesta. Yo no me parezco a nadie. Cualquiera que se pone un tup¨¦ ya se parece a Elvis, pero igual podr¨ªan compararme con cualquier cantante de los sesenta.

P. ?Representa a alguna tribu con su est¨¦tica?

R. En Madrid no hay tribus, sino mucho macarra sin trabajo que, en lugar de conformarse con el f¨²tbol, les da por pegar a la gente que no puede defenderse. Atacan a un mendigo como podr¨ªan meterse con un gato. Los ¨²nicos grupos que yo entiendo como tribu son los okupas. No molestan a nadie y tienen clar¨ªsima su posici¨®n.

P. ?C¨®mo ha cambiado Madrid en los nueve a?os que tiene el grupo?

R. En Madrid hay gente con mucho morro y demasiadas ganas de dinero. Hace 10 a?os los barrios eran como deb¨ªan ser. Un ejemplo, Malasa?a. Un mont¨®n de bares y no pasaba nada. Ahora es imposible organizar conciertos porque s¨®lo para abrir un sitio hacen falta mil permisos.

P. Pero los locales han de ser seguros.

R. Para las autoridades la seguridad es una excusa. La exigen ahora, igual que a los vecinos, de repente, les molesta el ruido. Y todo porque a alguien se le ha ocurrido que puede ser rentable comprar pisos en el centro. El buen ambiente de Madrid se ha terminado por culpa de la especulaci¨®n. Cada vez que se cierra un local se pierden muchos puestos de trabajo.

P. Trace una ruta rockera madrile?a.

R. En Madrid no hay rock and roll y lo digo con letras grand¨ªsimas. Lo comprob¨¦ viendo que s¨®lo 800 personas asistieron al ¨²ltimo concierto de Carl Perkins.

P. ?Qu¨¦ le compensa de su profesi¨®n?

R. Poder vivir de ella, hacer siempre lo que te d¨¦ la gana, levantarte a las tres de la tarde y no tener jefes.

Tama?o real, Montana. Omni Records.