La reforma universitaria

No entiendo bien qu¨¦ tipo de actividad "docente" es aquella en la que no hay "docencia" te¨®rica ni pr¨¢ctica, ni qu¨¦ tipo de "c¨®mputo horario" se puede hacer sobre la actividad que el alumno desarrolle en la biblioteca, en el laboratorio, en tutor¨ªas o en su domicilio.Tampoco entiendo que se carguen las tintas sobre la duraci¨®n de las carreras y el n¨²mero de clases, y no se oiga la m¨¢s m¨ªnima cr¨ªtica a otros aspectos de la reforma (sobreabundancia de asignaturas optativas, cr¨¦ditos pr¨¢cticos junto a practicum integrados, cr¨¦ditos de libre configuraci¨®n) que dificultan la organizaci¨®n de la docencia, obligan normalmente al solapamiento de horarios, se aprueban en muchos casos con una mera asistencia y generan, a la postre, el desconcierto de los alumnos.

No entiendo, en fin, que se tenga tanto pudor en hablar de reforma y que, por el contrario, se vayan introduciendo continuos retoques en un sistema que cuesta asimilar.

Viene todo esto a cuento por algunas de las conclusiones a las que (seg¨²n nos dicen los medios de comunicaci¨®n) han llegado recientemente la Conferencia de Rectores y el Consejo de Universidades. Yo rogar¨ªa a dichos ¨®rganos prudencia en la aprobaci¨®n de nuevas medidas, al menos hasta que podamos tener un balance aproximado sobre la ejecuci¨®n de las vigentes; y les pedir¨ªa que las propuestas de modificaci¨®n fueran sometidas previamente a la comunidad universitaria, profesorado incluido. Hay quien piensa, acaso con raz¨®n, que el ¨ªndice de fracaso escolar es tan alarmante que m¨¢s valdr¨ªa replantearse, de una manera general, la idoneidad de los nuevos planes, al menos en algunas disciplinas.-