Los boticarios llegan a triplicar los precios de los productos de parafarmacia
Los consumidores critican las diferencias en pa?ales, cosm¨¦ticos, potitos y dent¨ªfricos
Liberalizar las leches maternas ha demostrado, que una familia puede ahorrarse por este concepto hasta un 35%. Pero hay otras muchos productos de venta libre -la parafarmacia- en los que el porcentaje de ahorro es a¨²n mayor. Pa?uelos de papel, pa?ales, preservativos o pastas de dientes cuestan dos y hasta tres veces m¨¢s en la farmacia. Los boticarios alegan problemas ajenos, como la distribuci¨®n, y su propia especializaci¨®n, pero las organizaciones de consumidores niegan que haya una raz¨®n l¨®gica para este dislate en la diferencia de precios.
Pertrechar al ni?o con pa?ales puede diferir de media cerca de 500 pesetas sin cambiar siquiera de marca, ni de modelo, ni de empaquetado. Id¨¦nticos absorbentes, 28 unidades para los que empiezan a andar, cuestan 1.866, 1.490, 1.449 o 1.195 pesetas seg¨²n se opte, por orden, por acudir a una farmacia, a una gran superficie, a un supermercado o a una droguer¨ªa de barrio.Las farmacias tienen el monopolio del despacho de f¨¢rmacos. S¨®lo para el Insalud facturan anualmente 675.000 millones de pesetas. Pero, adem¨¢s, manejan otros productos: una gama amplia de parafarmacia que va desde preservativos a productos di¨¦teticos, pasando por pulseras magn¨¦ticas o los mentados pa?ales, y que representa alrededor de un 18% de las ventas. Un porcentaje protegido por unos precios que ninguna de las partes en conflicto duda en calificar de caros; aunque dan razones completamente diferentes.
El secretario del Consejo General de Colegios de Farmacia, Jos¨¦ V¨¦lez, se?ala: "No es verdad que las farmacias trabajen con un margen alt¨ªsimo. Al rev¨¦s, se oferta con un precio recomendado impuesto por el fabricante seg¨²n sus gastos de distribuci¨®n. Es ¨¦l, en definitiva, el que no tiene pegas en que su producto salga m¨¢s caro a la venta. Las explicaciones las deber¨ªa dar ¨¦l".
Laboratorios de cosm¨¦tica
La r¨¦plica es ofrecida por el responsable de programas de la -Uni¨®n de Consumidores de Espa?a (UCE), Rafael Urralde: "Lo importante es garantizar que cualquier producto se va a poder encontrar fuera del dispensario". Y alude a 42 laboratorios de cosm¨¦tica investigados por el Tribunal de Defensa de la Competencia, ya que vend¨ªan supuestamente de forma exclusiva en farmacias.
"Lo que no es l¨ªcito es que el fabricante intente aprovecharse del prestigio que da el s¨®lo de venta en farmacias e impida que la competencia del mercado pueda facilitar un precio asequible", insiste. Da m¨¢s ejemplos: cuatro papillas infantiles y dos chicles, que "de forma inexplicable s¨®lo se localizan en la farmacia".
V¨¦lez, por su parte, sostiene que no es verdad que exista de forma reglada, y para determinados productos que no son f¨¢rmacos, alg¨²n tipo de exclusividad. "Cada uno tiene que estar en disposici¨®n de poder elegir la forma de distribuci¨®n. Es l¨®gico que sea m¨¢s caro convencer a la clase m¨¦dica que a un gerente de un h¨ªper", dice.
Su razonamiento intenta cumplir un doble objetivo: desautorizar por un lado las acusaciones de connivencia entre laboratorios o fabricantes y farmac¨¦uticos para distribuir alg¨²n producto de espaldas al libre mercado, a la vez que arrojar luz sobre la relaci¨®n calidad-precio. "No se debe calcular todo en pesetas. El servicio de un facultativo no se puede comparar con el que presta un empleado de un comercio. Y eso tambi¨¦n hay que pagarlo", insiste V¨¦lez. En contra de este ¨²ltimo razonamiento habla un informe de la UCE sobre, otra vez, las leches maternizadas: un tercio de los farmac¨¦uticos (de 400) remit¨ªa sin problemas, y sin que pesasen los a?os de carrera, al etiquetado del envase ante las preguntas del cliente. Que la farmacia llega a todos los puntos de Espa?a (18.000) y la preparaci¨®n acad¨¦mica del farmac¨¦utico son algunas de las causas que encarecen el producto y en las que ambas artes s¨ª coinciden.
Sin embargo, algunos peque?os farmac¨¦uticos apuntan directamente a sus compa?eros de m¨¢s peso como los directos responsables de las, a su juicio, "injustificadas de todo punto" diferencias de precio. Apuntan a la pol¨ªtica de bonificaciones seguida por los fabricantes como la madre de todos los desequilibrios. "Los distribuidores acostumbran a regalar material por un volumen determinado de compra", dice el boticario de un dispensario que factura alrededor de 30.000 pesetas al d¨ªa. "Si compras 100 te facilitan, por ejemplo, 50 que no figuran en el albar¨¢n. Esto quiere decir que completamente de espaldas a Hacienda aumentan de forma geom¨¦trica los m¨¢rgenes".
Desde la Asociaci¨®n de Farmac¨¦uticos en Paro se apunta otro perspectiva. "Donde hay monopolio existe por fuerza un precio alto que imponen fabricantes y Colegio, mano a mano. Si no existiera, en lo que refiere a los productos que no son medicamentos, las farmacias podr¨ªan asociarse en cooperativas como los comercios de barrio y salir a competir con todas las garant¨ªas. El beneficiado ser¨ªa el consumidor", concluye el presidente de la asociaci¨®n, Emilio Benecet.
Cifras y dislates
Leches, pa?ales y pa?uelos aparte, lo que se podr¨ªa considerar un aut¨¦ntico psiqui¨¢trico de precios alcanza al m¨¢s variado rosario de productos necesitados de farmacia (o juzgado) de guardia. Valgan unos ejemplos.
Compresas y tampones. Los productos de higiene femenina encabezan la lista de damnificados. La marca Tampax sirve, en cajas de 32 unidades, un mismo tamp¨®n a 728, 700, 639 y 510 pesetas. El precio de las compresas Evax ultra con alas puede volar entre las 395 y las 295. En los dos casos el precio m¨¢s alto corresponde a la farmacia y el m¨¢s bajo a una gran superficie. De por medio, un supermercado y una droguer¨ªa.
Dent¨ªfricos. Contrariamente a la opini¨®n extendida de que en farmacias s¨®lo se encuentran pastas de dientes de dif¨ªcil pronunciaci¨®n (Fluorkin o Parodontax), tambi¨¦n aparecen marcas l¨ªderes y de f¨¢cil localizaci¨®n: un tubo espec¨ªfico de Colgate ofrece un precio de 344 pesetas (frente a 218); Licor del Polo, 435 (frente a. 199), y un cepillo de dientes Oral B, 485 pesetas (frente a 395). La comparaci¨®n es entre productos id¨¦nticos en presentaci¨®n y contenido. Hay otras marcas, pero son m¨¢s caras.
Potitos. En este apartado, las coincidencias de marcas son raras, como en el caso de las leches maternizadas. Los tarros de Heinz, Bledine o Hero se ofrecen en los supermercados a un precio que oscila entre las 135 y las 160 pesetas. Las marcas Nestl¨¦ o Nutrib¨¦n lanzan en las farmacias productos que no bajan de las 200 pesetas.
Preservativos. Indefectiblemente las marcas de farmacia (Durex, Control o Prime) doblan o triplican el precio de las que aparecen en droguer¨ªas o grandes superficies. La misma cantidad y, aparentemente, prestaci¨®n equivalente.
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