Rivalidades ¨¦tnicas para la nueva era de terror
Cuando en agosto de 1995 los seis principales se?ores de la guerra liberianos firmaron en Abuja (Nigeria) un acuerdo de alto el fuego la paz segu¨ªa siendo un horizonte lejano para clausurar seis a?os de devastaci¨®n y terror. Charles Taylor lanz¨® en la Navidad de 1989 a su Frente Nacional Patri¨®tico de Liberia (NPFL, en sus siglas en ingl¨¦s) contra el dictador Samuel Doe. El conflicto acab¨® degenerando en una guerra entre facciones y los argumentos pol¨ªticos acabaron cediendo al pillaje. El resultado: 150.000 muertos, 750.000 refugiados en los pa¨ªses lim¨ªtrofes y casi un mill¨®n de desplazados dentro de Liberia. Cuando las guerrillas se cansaron de matar no quedaba pa¨ªs que saquear. Pero la lucha por el poder sigue viva. La operaci¨®n de repatriaci¨®n que iba a poner en marcha la ONU ha quedado en el aire. Un aire envenenado.La nueva fase de la lucha, que amenaza con adoptar perfiles ¨¦tnicos m¨¢s n¨ªtidos y duros que en los peores a?os de la guerra, se desencaden¨® el s¨¢bado en Monrovia al intentar la polic¨ªa de Taylor detener a Roosevelt Johnson, miembro de la etnia krahn, ministro de Desarrollo Rural destituido del estado mayor de su Movimiento Unido de Liberaci¨®n (Ulimo) "por entorpecer el proceso de paz". Junto a Johnson se alinean antiguos soldados de Doe y guerrilleros krahn que antes combat¨ªan en facciones enfrentadas y ahora han encontrado un punto de encuentro.
Frente a Johnson se alza una alianza encabezada por Taylor, descendiente de los inmigrantes norteamericanos que en 1847 crearon esta primera rep¨²blica africana para dar un pa¨ªs a los esclavos libertos. La llegada de estos norteamericanos de costumbres y cultura diferente de los nativos provoc¨® un abismo social que nunca termin¨® de borrarse. Taylor y Alhaji Kromah, l¨ªder de la facci¨®n mandinga del Ulimo, respaldados por americo-liberianos, mano, gio y mandingas, controlan la presidencia colegiada y pretenden hacerse con todo el poder en Liberia.
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