"El mancebo, ni muy listo ni muy tonto"
Dialogar, hablar con la guerrera l¨ªder de la guerra de las 24 horas de las farmacias abiertas es una dicha. Y m¨¢s: es un regalo moderno y ancestral, porque nos aposentamos en la rebotica de su farmacia madrile?a de la calle de Conde de Pe?alver. ?Qu¨¦ sue?o!,Pregunta. Hay colegas suyos que no venden preservativos por la ley de su dios.
Respuesta. En la facultad nos ense?aron que los preservativos son profil¨¢cticos.
P. ?Se llegar¨¢ a vender vinos con receta?
R. Ser¨ªa muy triste.
P. ?Tendr¨ªa que ser nocturno el transporte urbano?
R. Si la gente lo necesita, ?por qu¨¦ no?
P. Si se tiraran todos los medicamentos al mar, ?qu¨¦ pasar¨ªa?
R. Es inaudito: podr¨ªan crecer ¨¢rboles hacia el exterior, alg¨²n pez ser¨ªa presidente, podr¨ªan morirse todos los peces en un mar amarillo...
P. ?Por qu¨¦ es farmac¨¦utica?
R. Porque me encanta.
P. Un farmac¨¦utico nace, se hace o es consecuencia de la metaf¨ªsica de algo?
R. Yo ech¨¦ los dientes dentro de una farmacia.
P. Usted, chispa de la guerra de las 24 horas, ?es una guerrera?
R. En mi tierra, Asturias, empez¨® la reconquista.
P. ?Cu¨¢l debe ser la cualidad m¨¢xima de un mancebo?
R. Ni muy listo ni muy tonto.
P. Su mancebo m¨¢s inteligente, ?por qu¨¦ es el m¨¢s inteligente?.
R. Es una persona de color sin complejos, muy inteligente.
P. ?Por qu¨¦ el PP no est¨¢ con usted a tumba abierta?
R. Estoy esperando a que me pregunten.
P. ?A qui¨¦n vender¨ªa ars¨¦nico por compasi¨®n?
R. Le dar¨ªa placebo.
P. ?Qu¨¦ le negar¨ªa a un prelado?
R. El ars¨¦nico.
P. ?Cu¨¢l es el vicio mayor, farmac¨¦utico, de los espa?oles?
R. De los hombres, remedios para ser mas viriles.
P. ?Y de las mujeres?.
R. Remedios para envejecer despu¨¦s.
P. ?Son vagos los farmac¨¦uticos?
R. En botica hay de todo.
P. ?Son bur¨®cratas los farmac¨¦uticos?
R. Nos obligan.
P. ?Qu¨¦ es crear en farmacia?
R. Ser como yo, sin m¨¢s.
P. ?Qu¨¦ es la Espa?a negra?
R. Somos todos, y aqu¨ª lo vivimos intensamente.
P. Si la investidura tarda, ?vender¨¢ m¨¢s calmantes?
R. M¨¢s que calmantes, ansiol¨ªticos.
P. Si tarda y tarda, ?llegaremos al strip-tease?
R. Entonces, calmantes para todos.
P. !Si la investidura no llega, ?qui¨¦n se suicidar¨¢?
R. El due?o de la sastrer¨ªa.
P. ?Escucha a curanderos?
R. Los he escuchado, merecen respeto.
P. Diga algo for¨¢neo respecto a la farmacia.
R. Tengo el mejor marido del mundo.
P. Diga algo de ¨¦l.
R. Me apoya con su sentido de la libertad.
P. ?Se priva de algo en su farmacia?
R. De nada.
P. ?La llamamos la Agustina de Arag¨®n m¨¢s la Juana de Arco m¨¢s la aspirina de la libertad de nuestros tiempos?
R. Quiero ser la boticaria.
P. ?Por qu¨¦ las farmacias no abren los s¨¢bados por la tarde como en toda Europa?
R. En cualquier pa¨ªs de Europa hay menos paro.
P. ?Est¨¢ contenta?
R. Casi siempre.
P. Cuando est¨¢ enfadada, ?qu¨¦ toma?
R. La mano de mi marido.
P. ?Hay alg¨²n afrodisiaco eficaz sin receta?
R. La felicidad.
P. ?Llegar¨¢n en la farmacia a tener probador de condones?
R. Probablemente.
P. D¨ªgale algo a alguien que pueda algo en la guerra de las 24 horas.
R. Presidente, incl¨²yame en la regulaci¨®n de horarios de farmacias, fijas 24 horas.
P. ?Qu¨¦ es una pastilla?
R. Algo muy necesario a veces.
P. ?Qu¨¦ es la muerte con una farmacia al hombro?
R. Quiz¨¢ la vida.
P. ?Diferencia a un farmac¨¦utico y a una farmac¨¦utica?
R. La sensibilidad.
P. ?Por qu¨¦ son tan charlatanes, los farmac¨¦uticos y los clientes?
R. Sustituimos a veces a los psiquiatras y a los sacerdotes.
P. ?C¨®mo acabar¨¢ la guerra?
R. Abriendo 24 horas todos los que quieran.
P. Acabo de salir de un bar donde el cliente le interrog¨® al due?o: "?Qu¨¦ opinas del Atl¨¦tico?". "Nada", respondi¨® el del bar. Y se liaron a pu?etazos. ?Hay que medicar a esta gente?
R. Esto no tiene remedio.
P. Termine digna o indignamente esta charla cari?osa.
R. Gracias por este rato agradable.
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