Clinton advierte en Jap¨®n que la retirada de tropas de EE UU causar¨ªa una "costosa carrera de armamentos"
El presidente Bill Clinton advirti¨® ayer, en un discurso destinado a vencer la tendencia aislacionista en Estados Unidos y los brotes antinorteamericanos en Jap¨®n, que la retirada de tropas estadounidenses de Asia provocar¨ªa "una costosa carrera de armamentos" y podr¨ªa desestabilizar la regi¨®n entera. Clinton lament¨® ante el Parlamento nip¨®n el suceso de la violaci¨®n, el pasado mes de septiembre, de una ni?a japonesa por tres soldados norteamericanos en Okinawa, y llam¨® a este pa¨ªs a tener un papel m¨¢s activo en el combate contra las actuales amenazas a la seguridad internacional.
"Nuestras dos naciones saben que la paz tiene un precio, pero que es mucho menor que el podr¨ªamos pagar por poner en peligro esa paz", declar¨® Clinton, quien ha sido el segundo presidente norteamericano, tras Ronald Reagan, en hablar ante la Dieta, Parlamento japon¨¦s.Clinton dijo que la retirada de tropas norteamericanas "podr¨ªa debilitar el poder de disuadir a Estados, como Corea del Norte, que todav¨ªa amenazan la paz". Sin embargo, no aludi¨® a China, pese a que el reciente despliegue militar de ese pa¨ªs frente a las costas de Taiwan ha sido considerado como una de las pruebas de que la paz est¨¢ a¨²n amenazada en Asia.
El presidente norteamericano dirigi¨® sus palabras principalmente a quienes, tanto en EE UU como en Jap¨®n, creen que ya es hora de poner fin al tutelaje militar de Washington. "Ninguna naci¨®n puede permanecer aislada", dijo. "Para aprovechar las oportunidades y hacer frente a los desaf¨ªos del siglo XXI, Jap¨®n y EE UU tienen que seguir siendo socios. Tenemos que unir fuerzas".
"Alguna gente en mi pa¨ªs cree que nuestra alianza de seguridad favorece a Jap¨®n, y alguna gente en Jap¨®n cree que nuestra alianza de seguridad favorece a EE UU", a?adi¨®. "Nuestra alianza beneficia a ambos pa¨ªses a la regi¨®n entera y al mundo".
Fuerzas en Asia
Clinton y el primer ministro de Jap¨®n, Ryutaro Hashimoto, firmaron el mi¨¦rcoles un acuerdo por el que EE UU se compromete a mantener unos 100.000 soldados en Asia y un n¨²mero de tropas similar al actual (47.000) en Jap¨®n. Ese acuerdo, que se une a la decisi¨®n norteamericana de cerrar una de sus mayores bases militares en Okinawa, fue alcanzado tras la pol¨¦mica suscitada por la violaci¨®n en la que participaron soldados estadounidenses. Clinton reconoci¨® que "la hospitalidad del pueblo japon¨¦s hab¨ªa sido sometida a una terrible prueba" por ese incidente, y asegur¨® que "el pueblo norteamericano lamenta la horrible violencia cometida contra una joven colegiala".Con este gesto ante la m¨¢s alta representaci¨®n de la democracia japonesa, Clinton cubri¨® la segunda y ¨²ltima jornada de una visita en la que ha querido resaltar el car¨¢cter estrat¨¦gico de la alianza norteamericano-nipona, que abarca desde los aspectos de seguridad hasta la colaboraci¨®n en la prevenci¨®n de terremotos o la erradicaci¨®n de plagas en pa¨ªses del Tercer Mundo.
Esa alianza, seg¨²n reconoci¨® ayer Clinton, "no est¨¢ enteramente libre de fricciones", referidas, fundamentalmente, al comercio. "Hay m¨¢s que hacer para aplicar los acuerdos que tenemos firmados y hay que negociar nuevos acuerdos", pidi¨® el presidente, quien todav¨ªa se queja de las dificultades que los productos de su pa¨ªs encuentran en el mercado japon¨¦s. "Pero la parte m¨¢s importante es que despu¨¦s de a?os de frustraci¨®n, por primera vez hemos establecido un camino para trabajar con vistas a resolver nuestras diferencias".
Estados Unidos y Jap¨®n han firmado, desde que Clinton accedi¨® a la presidencia, 21 acuerdos comerciales sobre productos tan diferentes como manzanas y repuestos de autom¨®viles. Eso ha permitido, seg¨²n Washington, que sus exportaciones a Jap¨®n hayan aumentado en esos sectores un 85%, aunque tal crecimiento se refiere a algunos productos cuyas ventas hasta ahora eran m¨ªnimas o inexistentes. Clinton anim¨® a los miembros de la Dieta a abrir m¨¢s sus mercados para conseguir reducir en un 20% para el a?o 2000 los astron¨®micos precios que rigen en este pa¨ªs.
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